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OCTUBRE , 10<br />
cibia generalmente á lodos los huéspe<strong>de</strong>s <strong>de</strong> otras<br />
religiones , y daba muchas limosnas, así en la portería<br />
, á cuantos venian á pedir, como á personas<br />
vergonzantes; y cuando acabó su olicio, <strong>de</strong>jó la<br />
casa bien proveída <strong>de</strong> trigo y todo lo <strong>de</strong>más necesario.<br />
Pero no es maravilla esto; porque, como<br />
el mismo santo confesó á Fr. Vicente <strong>de</strong> Vera,<br />
hallaba algunas veces en su celda dinero que él no<br />
habia puesto , ni sabia cómo habia venido á ella.<br />
Sucediólo en esta materia un suceso muy particular<br />
con un librero llamado Vicente Garriga , que<br />
le habia dado algunos libros fiados. Entró un dia<br />
en su celda; y en viéndole, dijole el santo: Perdóneme<br />
, hermano; que me he olvidado <strong>de</strong> enviar<br />
por dinero para pagarle: pero siéntese en esla silla,<br />
que Dios proveerá. Respondió el librero que<br />
no venia sino á verle. Trabaron plática; y á lo<br />
mejor <strong>de</strong> ella alargó el santo la mano á la mesa,<br />
v dio al librero puntualmente ei dinero que le <strong>de</strong>bía.<br />
Quedó espantado el librero , por no haber en<br />
la mesa dineros cuando él entró, y quedóse por<br />
<strong>de</strong>voción con la mitad , dando la otra mitad á un<br />
letrado, amigo suyo , que se la trocó por otra moneda<br />
para guardarla por reliquia.<br />
13 El zelo que tenia <strong>de</strong> la salvación <strong>de</strong> las almas<br />
no le <strong>de</strong>jaba estar mucho tiempo en su celda<br />
y convento : salíase muchas veces á predicar por<br />
aquellos pueblos ; y por no hacer falta á su oficio,<br />
se volvia ordinariamente á su convento el mismo<br />
dia. Hacia muy <strong>de</strong> ordinario sus viajes á pió, aunque<br />
estaba achacoso, y tenia una pierna llagada:<br />
v por con<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r con los ruegos <strong>de</strong> sus frailes,<br />
salia <strong>de</strong> casa á caballo , y en saliendo al campo, se<br />
apeaba , y lo mismo hacia á la vuelta. Un viernes<br />
sanio salió á caballo para predicaren Moneada, y<br />
luego se apeó y <strong>de</strong>scalzó; y lo mismo hizo <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> haber predicado, volviendo á Valencia. Predicando<br />
en Liria un dia <strong>de</strong> Navidad, y estando<br />
aposentado en casa <strong>de</strong>l rector ó cura <strong>de</strong>l pueblo,<br />
se recogió á su aposento á dormir, y en pareciéndole<br />
que estaban recogidos todos, se bajó al establo<br />
, y en reverencia <strong>de</strong>l Niño recien nacido pasó<br />
gran parte <strong>de</strong> la noche en oración.<br />
ík Acabado su priorato, volvió el santo á<br />
Valencia, y luego le hicieron maestro do novicios,<br />
y <strong>de</strong>spués prior <strong>de</strong>l mismo convento <strong>de</strong> Valencia,<br />
con gran<strong>de</strong> gusto <strong>de</strong> todos los religiosos, y no menor<br />
sentimiento suyo. Pero hallándose <strong>de</strong>sconsolado por<br />
esta elección , se fué á la celda que habia sido <strong>de</strong><br />
san Vicente Ferrer. don<strong>de</strong> está una imagen suya<br />
<strong>de</strong> bulto ; é hincado <strong>de</strong> rodillas , hizo con gran<strong>de</strong><br />
fervor esta oración : Padre san Vicente , á mí me<br />
han hecho prior <strong>de</strong> esta casa, sin tener partes para<br />
este cargo: yo renuncio en vos el priorato: vos<br />
seréis el prior; y yo ejecutaré vuestras ór<strong>de</strong>nes.<br />
Inclinóse luego para besarle el pié , y ¡a imagen<br />
<strong>de</strong> san Vicente se inclinó , y le abrazó y levantó<br />
<strong>de</strong> la tierra, como el mismo santo lo contó á dos<br />
religiosos en su última enfermedad : aunque añadió<br />
: Mas ¿qué importa eso? También habló Dios<br />
por el asna cleBalaan, sin tener ella merecimientos<br />
para ello. En el principio <strong>de</strong> su priorato puso en<br />
su celda un letrero , que <strong>de</strong>cía aquellas palabras<br />
<strong>de</strong> san Pablo á los ;álatas: Si hominibus place<br />
LA LEYENDA DE ORO. 55<br />
rem, Christi servus non cssem: Si yo procurase<br />
agradar á los hombres , no fuera siervo <strong>de</strong> Crislo:<br />
y guardóle tan al pió <strong>de</strong> la letra , que por mucha<br />
amistad que tuviese con algún religioso , jamás le<br />
disimuló <strong>de</strong>fecto alguno , aun <strong>de</strong> los que tienen sus<br />
constituciones por ligeros : y solía <strong>de</strong>cir , que no<br />
se queria ir al infierno ni al purgatorio por sus amigos.<br />
Puso muy gran cuidado en que los frailes se<br />
aplicasen al estudio, y queria que estuviesen siempre<br />
ocupados, para evitar el ocio que trae consigo<br />
lodos los males. Deseaba quo se aficionasen al<br />
retiro , y era muy dificultoso en dar licencia para<br />
salir <strong>de</strong> casa, sino es con precisa necesidad. Sí<br />
oía que en el convenio había algún disgusto entre<br />
los hermanos, procuraba que se atajase luego,<br />
porque no pasase a<strong>de</strong>lante cosa tan perniciosa<br />
para una comunidad. Cuidaba mucho que no hubiese<br />
en sus subditos embarazo alguno para la pureza<br />
<strong>de</strong> conciencia; y por eso era muy limitado en<br />
reservar casos, y muy liberal en dar licencia para<br />
elegir confesor: y solía <strong>de</strong>cir, que mas queria ser<br />
en esto largo , que dar ocasión para que se hiciese<br />
alguna mala confesión. Favorecia mucho á los<br />
religiosos que veia observantes y <strong>de</strong>seosos <strong>de</strong> la<br />
perfección , y los alentaba y ayudaba cuanto podia<br />
para que la alcanzasen. Así como ponia cuidado<br />
en la guarda <strong>de</strong> sus reglas; así le ponia en que los<br />
frailes fuesen bien asistidos en la comida y vestido,<br />
y en todo lo <strong>de</strong>más necesario, especialmente en el<br />
tiempo <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s ; <strong>de</strong> manera , que no<br />
echaban menos el regalo que podían tener en sus<br />
casas. Era para con todos benigno y afable, y aun<br />
cuando castigaba las faltas, era mas como padre,<br />
que como juez; porque mezclaba la blandura con<br />
el rigor, para que conociesen sus subditos quo<br />
nacia el castigar, <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> su bien , y no do<br />
mala voluntad. Todos los viernes exhortaba á sus<br />
religiosos en el capítulo al ejercicio <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s,<br />
particularmente á la obediencia; porque siempre<br />
hizo mucho aprecio <strong>de</strong> esta virtud; y solia <strong>de</strong>cir,<br />
quo la pobreza que Dios nuestro Señor mas estima<br />
en un religioso, es la <strong>de</strong>sestimación <strong>de</strong> la propia<br />
voluntad. Aumentó mucho las limosnas <strong>de</strong>! convento<br />
, aunque le halló con muchas <strong>de</strong>udas; pero<br />
Dios le volvia ciento por uno, y con las limosnas<br />
que le daban , sustentó á los religiosos con abundancia<br />
, ó hizo otros gastos que se le ofrecieron.<br />
15 Ofreciéronsele muchos trabajos á san Luis<br />
en su priorato ; porque no todos gustaban <strong>de</strong>l rigor<br />
con que zelaba la observancia: pero ya Dios se<br />
lo habia manifestado antes que sucediese; porque<br />
al principio <strong>de</strong> su gobierno se le aparecieron tres<br />
Verónicas juntas, y entendió que por ellas le significaba<br />
Dios los trabajos que por él habia <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer<br />
en su trienio ; «unque Dios, que permitía la<br />
aflicción ele su siervo , le consolaba en el tiempo<br />
<strong>de</strong> la mayor necesidad. Estando una vez algo triste,<br />
vio caer <strong>de</strong>lante do su celda un pájaro con un pió<br />
quebrado , que ni podía volar ni andar; y luego<br />
oyó una voz que <strong>de</strong>cia lo que dijo Cristo á sus discípulos<br />
: El lamen unus ex eis non cadil in Ierra<br />
sine Paire vetlro: dándole á enten<strong>de</strong>r que no sucedía<br />
nada sin la voluntad <strong>de</strong> Dios: con lo cual<br />
quedó muy consolado. Otra vez vio en el cielo una