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LA' LEYENDA DE ORO.
NOYIEMnitE , 21
fra e descalzo. No dejó de acometer el demonio dos , no menos sus loicas ¡ que su santidad , co­
al nuevo guerrero do muchas maneras en esle giendo la religión el fruto de muchos y grandes
tiempo ; poro no sacando mas que confusión , lo sugetos, (pie movidos con tal ejemplo renunciaron
dejó por entonces.
el mundo y abrazaron el nuevo instituto. Pa­
10 Casi dos meses estuvo solo el sanio padre sado un año volvió á Pastrana , y de allí á
aguardando los compañeros , que llegaron á 27 Avila , á petición é instancia de' la sania ma­
de noviembre de 1568: y habiendo pasado la dre , para confesor del ilustre convento de la
noche en larga y fervorosa oración , dijeron misa Encarnación de aquella villa, do monjas car­
al otro dia; é hincándose de rodillas delante del melitas de la Observancia, en el cual había toma­
santísimo Sacramento, renovaron la profesión , do el hábito y profesado la misma sania ; y ahora
y renunciaron solemnemente la regla mitigada los prelados (aunque ya descalza) la habían he­
en que antes habían vivido , y prometieron á cho priora de dicho convento, para que le regu­
Dios nuestro Señor, y á la Virgen María del monlase ó impusiese en el retiro , espíritu y oración
te Carmelo, y al reverendísimo padre general, que á sus descalzas : y conociendo la santa que
vivir conforme á la primitiva sin mitigación has­ nadie la podia ayudar mas para conseguir esta
la muerte. Mudaron los sobrenomb. es , por te efecto , que el P. Fr. Juan do la Cruz , negoció
haberlo así introducido la santa madre en las re­ se lo enviasen. Fué allá con el P. Fr. Germán de
ligiosas : el P. Fr. Antonio r!.i lleredia se llamó San Matías por compañero; y con talarte, pruden­
Fr. Antonio de Jesús : el P. Fr. Juan de San Macia y espíritu confesó, y supo llevar y enseñar aquetías
se apellidó de la Cruz ; y el hermano Fr. Jollas benditas religiosas, que si antes era convento de
sé se nombró de Cristo ; haciendo todos tres mucho tráfago , ya se podía ahora contar por uno
un Cristo Jesús crucificado : con que dieron prin­ de las descalzas : ya no se trataba allí sino de oracipio
á la familia de los carmelitas descalzos, pación y de muy grande recogimiento: las rejas esra
grande edificación del mundo y gloria de Dios. taban desiertas , y solo trataban con Dios y con el
Presto llegó el padre provincial de la Observan­ santo padre , aunque con tanta circunspección ,
cia , y nombró por prior al P. Fr. Antonio de que no admitía de ellas cosa alguna ni comunica­
Jesús : por suprior al P. Fr. Juan de la Cruz; y ción , sino para confesión ó provecho de sus almas:
al hermano Fr. José de Cristo cupieron las lla­ con que fué muy grande el frulo espiritual que
ves de portería y sacristía.
hizo on las religiosas , con igual ejemplo y edifica­
11 Dejando lo demás para la historia de la ción de toda la ciudad.
religión , proseguiremos la vida del arioso san 13 No se olvidó nuestro Señor do acrodilar
Juan de la Cruz , a quien cupo la mejor parto de con maravillas al siervo que tan de veras traba­
aquellos primitivos fervores , por ser el primero jaba en su mayor servicio. A doña María de Yera,
que se descalzó , y en quien Dios derramó las religiosa grave de aquel convento, dio tan súbita
primicias del espíritu de que se habia de ali­ y mortal enfermedad , que antes que obrasen los
mentar la religión y su buen olor alegrar toda la remedios, le privó de los sentidos , y lo que se tu­
Iglesia. Adelantó aquí su penitencia con extraños vo por cierto también de la vida. Desconsoladas
rigores : el jubón y calzoncillos de esparlo le pa­ las monjas llamaron al santo padre, y una le dijo :
recían suaves : las disciplinas no le satisfacían si Buena cuenta ha dado vuestra reverencia, padre
no las teñía en sangro: los cilicios , cobardes si nuestro, de su hija; pues la ha dejado morir sin sa­
no taladraban sus miembros : la cama era un rincramentos. Calló el siervo de Dios , y retirado al
cón del coro con una piedra por almohada : coro, se puso en oración, y haciendo instancias á
después de maitines se quedaba en oración hasta su .Majestad, fué lan eficaz , que la religiosa ya
la mañana: tan absorto estaba en ella , que ca­ difunta á vista do muchas comenzó á mudar semlándose
muchas veces de la nieve que caía por blantes , abrir los ojos , menear las manos y mos­
entre las tejas , se iba á prima sin repararlo: gastrar alientos de vida. Alegres las monjas, acudietaba
la mañana en decir misa , y confesar ó insron de tropel al coro á dar al sanio padre el aviso,
truir aquellos serranos , bien necesitadas de doc­ el cual sin turbación respondió á aquella religiosa
trina : iba á predicar una y dos leguas ILJOS á pié que le habia dado quejas : Ibja, ¿está contenta?
descalzo, y volvía a desayunarse al convento. Con que las confirmó en lo que ya ellas creían ,
1'2 Pasó con el oficio de maestro de novicios de que aquella maravilla fué efecto de su oración;
á la fundación de Mancera , donde mostró la y aun se confirmaron mas, viendo que en habién­
gracia que Dios le había dado para discernir los dola el santo confesado y administrado los de-
espíritus y conocer los tálenlos , y discreción admas sacramentos , se quedó luego difunta.
mirable para el magisterio de las almas. Care­ 1 'i. Estando también un dia de la Santísima
ciendo de todo esto el que gobernaba el novicia­ Trinidad en el locutorio hablando con la santa
do de Pastrana en Castilla la Nueva , hubo de ir madre , quo, como habernos dicho, era priora , de
el siervo de Dios á componer aquel seminario , suerte se engolfaron en la consideración de aquel
que con los indiscretos fervores y penitencia que inefable misterio, y tan altamente los ilustró su
el maestro introducía , necesitaba de moderación Majestad , que aquellas dos almas seráficas so fue­
prudente. Relucido aquel noviciado al debido ron desprendiendo de los sentidos, volando á la
limp'e, pasó al colegio recien fundado en Alcalá, esfera adonde el Señor los llamaba. La santa
y fué su primer rector. Edificó aquella insigne quedó arrobada sentada en un banco dentro do
universidad con notable ejemplo , admirando to- su locutorio; y el santo padre, que al principio