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La leyenda de oro 4.pdf

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OCTUBRE,10 LA LEYEND. i DE ORO. G9<br />

vez hizo el padre Francisco, una fué traer á los<br />

reinos <strong>de</strong> Castilla algunas monjas <strong>de</strong>scalzas, y <strong>de</strong><br />

la primera regla <strong>de</strong> Santa Clara, <strong>de</strong>l monasterio<br />

<strong>de</strong> Gandía , para que en ellos se fundasen con su<br />

ejemplo otros <strong>de</strong> aquella tan observante y santa<br />

institución; y por su consejo y buena diligencia,<br />

la serenísima" princesa <strong>de</strong> Portugal doña Juana <strong>de</strong><br />

Urgel , <strong>de</strong> Gandía trasladó al convento que fundó<br />

<strong>de</strong> las <strong>de</strong>scalzas <strong>de</strong> Madrid, algunas <strong>de</strong> aquellas<br />

generosas plantas: el cual convento es un <strong>de</strong>chado<br />

<strong>de</strong> perfección para las <strong>de</strong>más religiosas , y un reclamo<br />

y estímulo para que las señoras seglares<br />

quieran imitar y seguir a las religiosas que en él<br />

con tan gran<strong>de</strong> espíritu y fortaleza las incitan á su<br />

santa imitación. Vinieron <strong>de</strong> Gandía para esta obra<br />

tan insigne dos lias <strong>de</strong>l padre Francisco, la madre<br />

sóror Francisca <strong>de</strong> Jesús, hermana <strong>de</strong>l duque don<br />

Juan , su padre, y sóror María <strong>de</strong> Jesús , hermana<br />

<strong>de</strong>l marqués <strong>de</strong> Denia, y dos hermanas también<br />

suyas , sóror María <strong>de</strong> la Cruz, y sóror Juana<br />

Bautista, con otras religiosas escogidas; y <strong>de</strong>spués<br />

vino la madre sóror Juana do la Cruz, hetmana<br />

<strong>de</strong>l padre Francisco, que fué aba<strong>de</strong>sa muchos<br />

años , hasta que el Señor la llevó á gozar <strong>de</strong> sí, <strong>de</strong>jando<br />

su casa con admirable concierto, religión y<br />

opinión <strong>de</strong> santidad, y esclarecida con la entrada<br />

<strong>de</strong> la serenísima infanta doña Margarita <strong>de</strong> Austria<br />

, hija <strong>de</strong> los emperadores Maximiliano II, y<br />

<strong>de</strong> doña María , hija <strong>de</strong>l emperador don Carlos V,<br />

y hermana <strong>de</strong>l rey don Felipe II.<br />

33 Viendo , pues , el santo padre Ignacio que<br />

en todo lo que el padre Francisco ponia su mano<br />

el Señor ponia la suya , y le echaba su bendición,<br />

y que los colegios y casas, que la Compañía tenia<br />

en España , cada dia se multiplicaban por su medio;<br />

<strong>de</strong>terminó instituir nuevas provincias, y distinguirlas<br />

y proveerlas <strong>de</strong> provinciales , y nombrar<br />

por comisario general <strong>de</strong> todas ellas al padre<br />

Francisco. <strong>La</strong> provincia <strong>de</strong> Portugal ya tenia su<br />

provincial: el resto <strong>de</strong> España se dividió en provincia<br />

<strong>de</strong> Castilla (que comprendía las dos provincias<br />

, que ahora son <strong>de</strong> Castilla y Toledo),<br />

en la <strong>de</strong> Aragón y Andalucía. De estas provincias,<br />

y <strong>de</strong> la India oriental, hizo comisario general al<br />

padre Francisco, con tan precisa y resoluta obediencia<br />

, que aunque él se quiso excusar, no pudo,<br />

y fué necesario que bajase la cabeza , é inclinase<br />

el hombro á la carga. Vióse que fué <strong>de</strong> Dios este<br />

consejo, por lo mucho que se sirvió su divina Majestad<br />

<strong>de</strong>l padre para establecimiento y acrecentamiento<br />

<strong>de</strong> la Compañía en los reinos <strong>de</strong> España;<br />

porque él la ilustró con su persona, y la propagó<br />

con su gobierno, y la animó á la perfección con<br />

su ejemplo, y la amparó y <strong>de</strong>fendió con su valor<br />

y autoridad <strong>de</strong> muchos encuentros, y terribles y<br />

po<strong>de</strong>rosas contradicciones que tuvo. Recibió en<br />

la Compañía gran número <strong>de</strong> mozos ilustres y<br />

hábiles, y <strong>de</strong> hombres maduros y letrados , y <strong>de</strong><br />

varones pru<strong>de</strong>ntes y <strong>de</strong> canas: dio vigor y fuerza<br />

á los colegios, que ya estaban comenzados; y comenzó<br />

otros muchos con flacos fundamentos, los<br />

cuales <strong>de</strong>spués han crecido y hecho gran fruto en<br />

la santa Iglesia. Ninguna cosa mas procuraba, que<br />

el aprovechamiento espiritual <strong>de</strong> sus subditos: y<br />

para esto hacia continua y afectuosa oración por<br />

ellos, y con su ejemplo iba <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su ganado,<br />

como cuidadoso y vigilante pastor. Visitaba por<br />

sí mismo los colegios , para cumplir con la obligación<br />

<strong>de</strong> su oficio, y tener mas ocasión <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer<br />

; y era cosa maravillosa ver á un hombre criado<br />

con tanta gran<strong>de</strong>za y regalo , andar tantos caminos<br />

con soles y lluvias en el invierno y en verano<br />

, <strong>de</strong> noche y <strong>de</strong> día. con tanta incomodidad,<br />

durmiendo muchas veces en el suelo , y no teniendo<br />

qué comer , por visitar á unos pobres religiosos y<br />

pobres hermanos, y consi<strong>de</strong>rar la alegría y contento<br />

con que lo hacia , como quien tenia <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong> los ojos las fatigas y caminos <strong>de</strong> Cristo nuestro<br />

Re<strong>de</strong>ntor, y lo que le habia costado cada una <strong>de</strong><br />

las almas que con su preciosa sangre redimió. Era<br />

tan gran<strong>de</strong> este contento que llevaba en su ánima,<br />

que en entrando en cualquiera colegio , parece que<br />

entraba en él el consuelo , la <strong>de</strong>voción , ei espíritu<br />

y <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer por Cristo. Hablaba á cada<br />

uno <strong>de</strong> por sí, y animábale á la perfección : hacia<br />

pláticas á todos juntos, exhortándolos á la perseverancia,<br />

y á reconocer y agra<strong>de</strong>cer al Señor el<br />

incomparable beneficio <strong>de</strong> su vocación. Acordaba<br />

á los superiores, que mirasen la cuenta que habían<br />

<strong>de</strong> dar á Dios, <strong>de</strong> todos los que tenian á su cargo,<br />

y que eran padres y siervos, y no amos y señores<br />

<strong>de</strong> sus subditos, y que como á hijos los regalasen<br />

y castigasen, mezclando con la suavidad el rigor,<br />

y con la severidad la blandura , y procurasen ganarles<br />

para Dios los corazones, porque con esto se<br />

ganaba lo <strong>de</strong>más: y si alguno como hombre faltaba<br />

, aquí se mostraba mas la caridad <strong>de</strong>l padre<br />

Francisco , procurando que el tal conociese su culpa<br />

, y la castigase ,y él se ofrecia á hacer penitencia<br />

por ella , como si fuera culpa propia suya. Y r<br />

porque la visita <strong>de</strong> los colegios no fuese solamente<br />

<strong>de</strong> palabras, él servia á la mesa á los hermanos,<br />

y les besaba los pies, y les servia en la cocina. Iba<br />

á predicar á las iglesias: visitaba los hospitales, y<br />

las cárceles: hacia pláticas á los estudiantes , y<br />

era el primero á todas las obras <strong>de</strong> humildad, mortificación<br />

y caridad. Con esto quedaban los colegios<br />

regalados y aprovechados en espíritu, y también<br />

proveidos en lo temporal: porque muchas<br />

veces, cuando él entraba en el colegio , habia gran<br />

falta <strong>de</strong> las cosas necesarias para el sustento; y en<br />

entrando el padre , parece que entraba juntamente<br />

la bendición <strong>de</strong>l Señor, y todo lo que habia menester.<br />

34 Deseó don Gutierrez <strong>de</strong> Carvajal, obispo<br />

<strong>de</strong> Placencia , fundar en aquella ciudad un colegio<br />

para la Compañía; y el padre Francisco á su instancia<br />

fué allá con algunos padres para dar principio<br />

al colegio. Fueron muy bien recibidos y agasajados<br />

<strong>de</strong>l obispo, que era tenido por magnánimo<br />

caballero , mas que por <strong>de</strong>voto sacerdote. Tomó<br />

muy á pechos el padre Francisco el hacer mucha<br />

oración y penitencia por aquel prelado, y pagarlo<br />

las buenas obras y beneficios con que obligaba ó la<br />

Compañía; y or<strong>de</strong>nó á todos los padres que tomasen<br />

muy á pechos el pedir á Dios nuestro Señor la<br />

salvación <strong>de</strong>l obispo, y á esla intención ofrecerlo<br />

sus plegarias, sacrificios y penitencias; y asi so

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