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J7G LA LEYENDA DE ORO
hros. Apenas acabó su oración, cuando (¡ó maravillas
do Dios siempre inmensas!] el mismo
cuerpo so vio por una parto del rio, y la cabeza
por otra , venir nadando basta ponerse en las manos
de Eusebia. Recibiólo con el gozo que se puede
imaginar, y los que la asislian, vieron como oslaba
incorrupto, hermoso y bello, y todos percibieron
la suavísima fragrancia de un divino y celestial
olor que despedía do sí. Luego ordenó
Eusebia que caminasen con el santo cuerpo á una
ciudad, que estaba cinco millas de allí, para
darlo honoríliea sepultura; pero apenas apartados
del rio subieron ¡i lo alio del monle, cuando se hizo
tan pesado el cuerpo santo, (pie no les fué posible,
á los que lo llevaban, pasar de allí, quedando todos
tan admirados como inmobles. Conocida con
este prodigio la voluntad de Dios , que era no querer
su siervo Ouinlino dejar el lugar donde había
padecido vencido y ganado la corona de la gloria
; ordenó Eusebia que allí lo sepultasen lo mas
decente que les fuese posible: y al irle á poner
en el sepulcro, cobró la vista deseada, y que tantos
años había que carecia de ella. Dio infinitas
gracias á Dios , y al glorioso san Quinlino por tan
gran favor y milagro. Oíros muchos enfermos,
«pie allí se hallaron de varias enfermedades , lodos
sanaron: con que todos glorificaron á Dios en
su siervo y glorioso mártir Ouinlino.
11 Pasaron trecientos y veinte años , en cuyo
discurso do tiempo poco á poco se había ya ido
olvidando la memoria do tan gran santo ; y asimismo
se olvidó del todo el lugar donde Eusebia
lo sepulló , si bien había quedado una pequeña
iglesia, fabricada en el mismo monle; pero nadie
sabia si dentro do ella estaba sepultado el.santo
cuerpo , ó nó. Por este tiempo vivía el bendito san
Eloy; y siendo obispo, fué muy dado , como á todas
las virtudes , á venerar los cuerpos y reliquias
de los santos; y asi buscó muchos, que vacian incógnitos,
y los colocó y veneró con especial devoción.
Deseaba mucho hallar el cuerpo de san Ouinlino:
y como lodos ignorasen el lugar desu sepulcro,
el santo obispo preguntó á Dios lo que ignoraban
los hombres por su descuido. Ayunó tros días continuos:
estuvo siempre en oración; y dijo á Dios,
con aquella fe que tenia: Señor, no comeré, ni
beberé , ni cuidaré de las ovejas que me habéis
encomendado , basta que me descubráis el tesoro
que busco. Mientras esto pasaba, muchos , que á
Eloy asislian, cavaban en diferentes partes de la
iglesia, pero en vano; hasta que al tercero cha
siendo ya noche, se levantó el santo de su oración,
y con el báculo señaló un lugar , mandando que
allí cavasen, luciéronlo así; pero como hubiesen
ya pasado mas do diez varas de hondura y nada
descubriesen , perdieron las esperanzas y so dejaron
de cavar. Entonces Eloy, tomando una espuerta
, entró en el boyo, y con las manos la llenó
do tierra, y apenas tocó con ol báculo en aquella
parte que habia ahondado mas con sus benditas
manos, cuando sintió que habia tocado madera:
volvió á dar mavur golpe, y rompió la tumba.
Aquí fué donde comenzaron todos á ver las maravillas
de Dios, y de su siervo Ouinlino ; pues sa-
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lió por aquella rolara un globo do luz tan hermoso
y bello , quo siendo á la media noche, y muy oscura
, todos juzgaron ora de día y quo había salido
el sol: tanta fué la claridad quo llenó la iglesia y
toda la montaña, quejuzgaron lodos loscircunvecinos
que habla amanecido; y asi se levantaron á
meciia noche: pero no so engañaron ; porque la luz
permaneció basta que salió el so!. Con la luz salió
también una fragrancia tal, que lodos juzgaban hallarse
en el paraíso. Tiernas lágrimas do gozo derramaba
el sanio obispo , por haber hallado tan gran
tesoro. Sacóle de la tumba , en que yacia, hermoso
, fresco y oloroso. Sacóle los clavos que el impío
Ricoiovaro le clavó: besólos como reliquias
sagradas; y para queso viese cuan entero, sano
ó incorruptible estaba , mostró á lodos una gota do
sangro viva quo salió de una de las heridas, llízolo
una caja de oro , plata y piedras preciosas , donde
le colocó : y para que en adelante no se volviese
á perder su memoria , amplió la iglesia , haciendo
un suntuosísimo templo, y un monasterio, que hoy
persevera, donde hace Dios infinitos milagros por
su siervo Quintino , con que es para siempre glorificado
y glorioso. Escribieron la vida y martirio
de san Quintino, y sus dos gloriosas invenciones
Reda; Usuardo; Adon; Surio , tomo v; Pedro do
Naialibiis, hb. ix , cap. I 26 ; san Gregorio Turonense
Ik /¡loria marli/nim , cap. 72 el 73 ; el
Martirologio romano ; y Raronio en sus anotaciones
, y en el tomo n de sus Anales, año 303,
núm.130.
* SAN NEMESIO Y SANTA LUCILA , MÁRTIRES.
—-Nemesio era diácono de la Iglesia do Roma , y
la virgen Lucila era bija suya. Ambos vivían ocupados
en el servicio do los santos, y pasaban sus
(lias tranquilos en la oración y las buenas obras,
santificando sus almas para ser agradables á Dios.
Cuando el emperador Valeriano publicó sus edictos
contra los cristianos, padre é hija fueron presos,
y no queriendo dejar la fé de Jesucristo , fueron
degollados en la misma ciudad de Roma el dia
25 de agosto del año 25'i- ó 255. Sus cuerpos (nerón
sepultados por el papa san Estovan , y después
colocados mas honoríficamente en la vía Apia por
el papa san Sixto el dia 31 de octubre del año 258,
y el pontífice Gregorio V los trasladó después á
la diaconía de Sania María la Nueva , junlamenlo
con los cuerpos de los sanios Smfronio , Olimpio,
tribuno , Exuperia , su mujer, y Teódulo , su lujo,
los cuales convertidos á la fé por Smfronio , y bautizados
por el mismo san Estovan, recibieron la
corona del martirio. Los cuerpos do todos estos
santos fueron hallados en el mismo sitio en tiempo
del papa Gregorio XIII , y los colocaron debajo del
altar do la misma iglesia , donde se conservan.
Los SANTOS AMPLIADO , I'HIIANO , Y NARCISO,
MÁBTiiiF.s — De los dos primeros hace mención san
Pablo en su epístola á los romanos, capitulo 10,
vers. 8 y 9 , con oslas palabras : « Saludad á Ampliado,
á quien amo entrañablemente en el Señor.
Saludad á Urbano , que ha trabajado conmigo en
Jesucristo. » Galesiniodicc, (pie san Ampliado fué
obispo de Usilópolls, ciudad de Macedoma , donde
murió márlir por la fé, y que san Urbano derra-