Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
9 1 0<br />
rio, quo 011 el mayor incendio <strong>de</strong> la pesie or<strong>de</strong>nó<br />
aquella memorable procesión, con que inclinó á<br />
Dios á misericordia. El dia primero , junta la clerecía<br />
y pueblo en la metropolitana , el car<strong>de</strong>nal<br />
les puso ceniza bendita en las cabezas, según el<br />
rito <strong>de</strong> la Iglesia. Usó en esia ocasión <strong>de</strong> esta ceremonia<br />
, aunque no era su tiempo , para mover<br />
á mayor humillación, y dolor <strong>de</strong> pecados, y que<br />
aquel acto exterior <strong>de</strong> rendimiento y penitencia<br />
pública aplacase la indignación <strong>de</strong> Dios, para que<br />
mitigase el castigo. Fué cosa <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> admiración;<br />
porque atendiendo el santo arzobispo , lodo<br />
inflamado en interior espíritu, á esta santa acción,<br />
parecíale haber enviado el cielo una lluvia sobro<br />
los corazones, que les hizo resolver en lágrimas<br />
amargas por la dol<strong>oro</strong>sa memoria <strong>de</strong> sus pecados;<br />
<strong>de</strong> manera que así los magistrados como el pueblo<br />
partían <strong>de</strong> los pies <strong>de</strong>l sanio con las cenizas<br />
sobre las cabezas y los ojos bañados en abundantes<br />
lágrimas: cosa que causó bonísimos efectos<br />
generalmente en toda la multitud. Acabada esta<br />
ceremonia , se encaminó la procesión á la iglesia<br />
<strong>de</strong> San Ambrosio el Mayor: llevaba el santo pastor<br />
hábio tan triste y dol<strong>oro</strong>so , que movia á sentimiento<br />
y llanto. Iba <strong>de</strong>scalzo, cubierta la cabeza,<br />
con capa morada , echada la capilla sobre los ojos,<br />
la falda tendida, arrastando por la tierra con<br />
una gruesa soga al cuello. Llevaba en las manos<br />
un Cristo crucificado <strong>de</strong> gran peso, fijos en él los<br />
ojos, vertiendo conlinuas v copiosas lágrimas por<br />
lodo el camino , como si fuera el mas facineroso<br />
malhechor <strong>de</strong>l mundo, llevado por sus <strong>de</strong>litos ajusticiar<br />
públicamente, ó imaginando cargar sobre sus<br />
espaldas los pecados todos <strong>de</strong> su pueblo , se ofrecía<br />
á Dios en sacrificio, sujetándose á recibir el castigo<br />
que tenia merecido, procurando aplacar la<br />
ira divina en favor <strong>de</strong> quien había <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer la<br />
pena; y la pobre ciudad quedaso libre <strong>de</strong>l azote<br />
que tan gravemente la afligía.<br />
36 Movió este espectáculo á lan gran<strong>de</strong> amargura<br />
y compasión, viendo á su amado padre y<br />
sanio pastor en hábito tan dol<strong>oro</strong>so, que al pasar<br />
por las calles prorumpió el pueblo en voces lastimosas<br />
que llegaban al cielo , clamando misericordia,<br />
como si se les arrancara el corazón <strong>de</strong> dolor..<br />
Aumentaba esta tristeza ver los canónigos <strong>de</strong>scalzos<br />
caminar con el mismo hábil o , una cruz en la<br />
mano, soga al cuello, y <strong>de</strong> esta manera lo restante<br />
<strong>de</strong>l clero, y muchos legos, para imitar á su<br />
santo arzobispo, el cual iba tan embebido en Dios,<br />
sin mirar don<strong>de</strong> pisaba, que topó con el <strong>de</strong>do<br />
grueso <strong>de</strong>l pié <strong>de</strong>recho en el hierro <strong>de</strong> la reja <strong>de</strong><br />
una cantina, con tanta fuerza, que el golpe levantó<br />
toda la uña, saliendo tan gran copia <strong>de</strong> sangre, que<br />
<strong>de</strong>jaba señal por don<strong>de</strong> caminaba : y aunque pa<strong>de</strong>cía<br />
el dolor que pue<strong>de</strong> imaginarse, siendo la<br />
herida grave y en parle tan sensible, no se le advirtió<br />
en el semblante <strong>de</strong>l rostro y acción , la mas<br />
ligera señal <strong>de</strong> -sentimiento , como si no le hubiera<br />
sucedido, ni quiso <strong>de</strong>tenerse á reparar en parte el<br />
mal, aunque sentía gran tormento, tocando cada<br />
paso las vestiduras largas la parle ofendida. No so<br />
excusó los <strong>de</strong>más dias do ir a las procesiones, como<br />
muchos lemiau : fué en ludas <strong>de</strong>scalzo, do modo<br />
LA LEYENDA DE ORO. NOYIE.IIHUE, 4<br />
que en la primera , aunque curaban la herida vuelto<br />
<strong>de</strong> la procesión , la mañana siguiente quitaba el<br />
medicamento , <strong>de</strong>jando <strong>de</strong>scubierto el <strong>de</strong>do herido.<br />
No quiso que se corlase la uña , hasla acabar las<br />
procesiones , por lener ocasión <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer mayor<br />
dolor todos los días, y en el acto mismo <strong>de</strong> quitar<br />
la uña no mostró ni un ligero senl¡miento <strong>de</strong> dolor,<br />
si bien el cirujano temblaba <strong>de</strong>l horror <strong>de</strong> haber <strong>de</strong><br />
hacer el corte en parte tan sensible. Or<strong>de</strong>nó que<br />
la clerecía <strong>de</strong>l Domo fuese todos los lunes en procesión<br />
á San Ambrosio, y los <strong>de</strong>más capítulos con<br />
el resto <strong>de</strong>l clero , distintamente los <strong>de</strong>más dias,<br />
acompañados <strong>de</strong>l pueblo, á la metropolitana. Dispuso<br />
lo mismo en los convenios <strong>de</strong> religiosos, y<br />
dio el modo <strong>de</strong> hacer eslas procesiones con los salmos<br />
y oraciones que se <strong>de</strong>bían <strong>de</strong>cir, conforme á la<br />
necesidad presente: con que cada dia habia su<br />
procesión , y él iba <strong>de</strong>scalzo con su cabildo, aun<br />
en tiempo <strong>de</strong> nieves y hielos, venciendo el fuego<br />
interior <strong>de</strong> su caridad el excesivo fiio que pa<strong>de</strong>cía,<br />
por el gran <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ver alivio en aquella adversidad.<br />
Los días <strong>de</strong> fiesta se cantaban las letanías<br />
en todas las iglesias : antes <strong>de</strong> la misa mayor<br />
tenia oración mental todo el pueblo por algún espacio<br />
, proponiéndoles los puntos <strong>de</strong> la meditación<br />
sacerdotes diputados en cada iglesia , con otras<br />
oraciones que se hadan cada dia en todas las casas,<br />
á la mañana , á medio día y á la lar<strong>de</strong>. Esle<br />
or<strong>de</strong>n mandó observar en toda la diócesis en hacer<br />
procesiones, y <strong>de</strong>más rogativas : lo mismo se guardaba<br />
en los conventos do religiosos v claustrales:<br />
con que la ciudad y arzobispado estaba en un continuo<br />
ejercicio <strong>de</strong> oración pública y particular. Fué<br />
tonido por milagro, que no creciese la peste por<br />
causa <strong>de</strong> estas procesiones, como sucedió en la<br />
pestilencia <strong>de</strong> Roma en tiempo <strong>de</strong> san Gregorio,<br />
que en una procesión murieron ochenta personas.<br />
37 Alzada aquella larga rechision<strong>de</strong> los cuarenta<br />
días, publicó un gran<strong>de</strong> jubileo; porque no<br />
perdía el ferv<strong>oro</strong>so santo ocasión , en que hubiese<br />
<strong>de</strong> sacar alguna ganancia espiritual. Hizo hacer,<br />
para ganarle, las procesiones ordinarias, que fueron<br />
frecuentadas <strong>de</strong>l pueblo , como libre <strong>de</strong> la prisión<br />
<strong>de</strong> laníos dias. Fué en ellas san Carlos con los<br />
pies <strong>de</strong>snudos , con aquel hábito <strong>de</strong> penitencia que<br />
en las primeras, aunque era tiempo <strong>de</strong> invierno<br />
con excesivo frió , estando las calles llenas <strong>de</strong> nieve<br />
y hielos. Arrojábase postrado en tierra con sus<br />
canónigos, mientras se cantaban las letanías en las<br />
iglesias, por humillarse á Dios cuan profundamente<br />
podia, todo inflamado en <strong>de</strong>voción ar<strong>de</strong>ntísima<br />
, para que la divina Majestad aceptase aquellos<br />
ruegos , y fuese propicio á su pueblo; y movia<br />
á gran compunción en todos ver persona tan gran<strong>de</strong><br />
en tan profunda humillación. Subió al PULPITO<br />
todos tres días , y predicó con tanto fervor <strong>de</strong> espíritu,<br />
que sacaba lágrimas <strong>de</strong> los mas inexorables<br />
corazones.<br />
38 Cesó finalmente la peste á un mismo tiempo<br />
en toda la diócesi, como el sanio car<strong>de</strong>nal había<br />
profetizado. No fué menos agra<strong>de</strong>cido.al Señor<br />
por este beneficio, procurando aprovechar espiritualmcnloá<br />
MI pueblo. Hizo hacer solemnes y <strong>de</strong>votas<br />
gracias á Dios con muchas procesiones que