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NOVIEMBRE. 20 LA LEYENDA DE ORO. 307
ellos se santificaba con la práctica de las mas heroicas
virtudes, preparándose así para recibir la
corona del martirio. El zelo con que confesó el
nombre de Jesucristo , lo hizo prender por los paganos,
que le encerraron en una de las cárceles de
Antioquía, donde permaneció mucho tiempo. Sus
oraciones agradaron á Dios por la sencillez de corazón
con que eran ofrecidas, y le acarrearon
abundancia de gracias celestiales. El mismo juez
quedó atónito de ver su extraordinaria constancia,
y la paciencia y resignación con que sufrió la mas
cruel flagelación , sin despegar siquiera los labios
para quejarse. Extendiéronle sobre el potro y le
desconyuntaron todos los miembros. Durante este
suplicio , el ilustre atleta se mostraba tan alegre y
tranquilo , como si estuviese sentado en un banquete
ó sobre un trono. Volvieron después á encerrarle
en la cárcel, y al cabo de algunos dias le
condujeron á un altar de ídolos , á cuyo frente habia
un gran brasero de fuego con incienso al lado.
Negándose Barlaan á ofrecerle, le metieron la
mano derecha entre las ascuas , y así lo tuvieron
por largo ralo , hasta que, espantados los mismos
paganos con el espetáculo de tan inaudita constancia
, lo dejaron, y poco después murió. Su
martirio sucedió , según la opinión mas probable,
durante la primera persecución de Drocleciano.
San Basilio, san Juan Crisóstomo y otros padres
de la Iglesia han ocupado sus plumas escribiendo
excelentes panerígicos en honor de este santo.
LOS SANTOS SliVElUNO,ExUPERIO, Y FELICIANO,
MÁRTIRES.—Murieron por la confesión del nombre
de Jesucristo en Viena de Francia, durante las
primeras persecuciones de la Iglesia. Sus cuerpos
fueron enterrados en la misma ciudad por los cristianos,
y sus reliquias, después de muchos años,
fueron halladas por revelación de los mismos santos,
y habiéndolas recogido el obispo, clero y pueblo
de la misma ciudad , las sepultaron con gran
pompa, y levantaron una iglesia á su memoria.
SAN FAUSTO, DIÁCONO Y MÁRTIR. — Pertenecia
al servicio do la Iglesia do Alejandría , en tiempo
de su patriarca san Dionisio , cuyas virtuosas huellas
siguió constantemente. Durante la persecución
de Valeriano tuvo que sufrir muchas persecuciones
y trabajos, y fué desterrado con su prelado. Después
regresó á Alejandría, donde ejerció santamente
su ministerio , hasta que al principio del reinado
del emperador Diocleciano , siendo ya muy
anciano , no queriendo sacrificar á los ídolos, fué
degollado y consumó un martirio glorioso.
SAN AZA, Y SUS COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Aza
era un solitario de Isauria, que mortificaba su
carne y alimentaba su espíritu con la meditación
de las cosas santas, preparándose así para ser
hostia agradable en los altares del Señor. Un día
fué delatado al tribuno Aquilino, que mandolinos
soldados para que fuesen á prenderlo y se lo presentasen.
Habiéndole interrogado, mandó que
atado por los cabellos lo colgasen de un árbol, y
le desgarrasen todo el cuerpo con hierros dentados.
Después lo metieron en un horno encendido, del
cual salió sin lesión. A vista del milagro, se convirtieron
á Jesucristo la mujer y una hija del tri­
buno y todos los soldados que habian presenciado
el tormento , y todos juntos, en número de ciento
cincuenta, acabaron con Aza, la vida siendo degollados,
el año 304.
SAN CRISPIN, OBISPO Y MÁRTIR.—Adon,
Usuurdo, Galesinio y Baronio hacen memoria de
este santo como obispo de Ecija , en España, el
cual gobernó aquella Iglesia, y apacentando á
sus ovejas en la santa doctrina de Jesucristo , fué
preso por los gentiles. Y como se negase enteramente
á dar culto á los ídolos, probada su constancia
con hambre , sed y fuego , siendo al fin degollado,
alcanzó la palma del martirio, tal dia como hoy
en el imperio de Diocleciano.
JMa SO.
SAN FÉLIX DE VALOIS , CONFESOR Y FUNDA­
DOR.—El doctor máximo déla Iglesia, san Gerónimo,
en la Vida de santa Paula, nobilísima matrona
romana , dice , que la nobleza no es cosa
muy grande para quien la tiene ; pero es muy
grande, para quien la desprecia. Que tan grande
fué la nobleza de san Félix de Valois ; pues
supo despreciar la mayor nobleza por la virtud,
que es la nobleza de la misma nobleza. Fué muchas
veces noble , y muchas veces grande este
glorioso patriarca; porque fué noble según el mundo
, y noble según el cielo : grande delante de los
hombres; porque fué del tronco real de Francia: y
mas grande delante de Dios ntffsiro Señor ; porque
pisando tanta grandeza , supo hacerse mas
grande por la virtud , que lo era por la sangre.
2 Fué padre de san Félix Ranulfo , conde de
Vermandois y de Valois , hijo de Hugo de Francia
y nieto de Enrique 1 , rey de Francia. La
madre, igual en la nobleza á su marido , fué madama
Leonor , hija de Teobaido , tercero de este
nombre , llamado el Grande , conde de Bles y
Champaña, y hermana de Teobaido IV , llamado
el Bueno. Vivían Ranulfo y Leonor en la ciudad
de San Quintín, cabeza de sus estados: y
Leonor , que era piadosísima , teniendo á su hijo
en el vientre, fué en romería al monasterio de San
Bedasto , célebre en el obispado de Cambray.
3 Allí hizo una novena á san Ilugon , arzobispo
de Rúan , cuyo sagrado cuerpo se guarda
en aquel monasterio ; y al último dia de la novena,
estando de rodillas delante del altar del santo arzobispo,
se quedó Leonor dormida, y vio en sueños
á la virgen María , que traía á su preciosísimo hijo
en los brazos, y le llegaba á otro niño muy hermoso
y gracioso que estaba á su lado. Tenia el
niño Jesús una cruz pesada en los hombros ; y el
otro niño una hermosa corona de flores en la mano
: y trocando los dos niños, con» por juego, las
dos joyas, Jesús dio al niño su cruz , y el niño dio
á Jesús su corona. No sabia Leonor qué significaba
esta visión ; y luego vio á san Hugon que hablando
con ella, la dijo : Ese niño que no conoces
, es tu hijo, que trocará las lises de Franela
por la cruz de Cristo , y la dividirá contigo , para
que ambos sigáis con ella al Señor crucificado.
Dividió el niño Ja cruz en dos partes, y dando la