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La leyenda de oro 4.pdf

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2V2<br />

LA LEYENDA DE ORO.<br />

solo él llorando, por verse tan honrado y puesto<br />

en una dignidad , <strong>de</strong> la cual él se lenia por lan<br />

indigno.<br />

7 Pero ¿quién podrá explicar las cosas que<br />

oslo santísimo pastor hizo en apacentar y acrecentar<br />

el rebaño que Dios le habia encomendado,<br />

y cómo supo conservar la virtud <strong>de</strong> hombre particular<br />

, y añadir las excelencias <strong>de</strong> hombro ¡jubileo<br />

, y juntar en uno la humildad <strong>de</strong> monje , y la<br />

vigilancia <strong>de</strong> prelado, y la acción <strong>de</strong> Marta con<br />

la contemplación <strong>de</strong> María? Porque , á mas do haber<br />

levantado en Francia monasterios <strong>de</strong> monjes,<br />

fué el primero que jumó la vida monacal con la<br />

clerical , como lo hizo san Agustín en África, y<br />

<strong>de</strong> tal manera hermanó los ejercicios <strong>de</strong> los monasterios<br />

con los <strong>de</strong> la Iglesia, que <strong>de</strong> su escuela<br />

salieron muchos obispos excelentes en lo uno y en<br />

lo otro, en la contemplación y en la acción. En<br />

el tratamiento <strong>de</strong> su persona no hizo mudanza alguna<br />

: la comida era la misma quo antes; el vestido<br />

pobre y vil, comosolia. Retiróse á un monasterio<br />

que edificó como media legua do la ciudad,<br />

en un lugar algo fragoso y cercado <strong>de</strong>l rio Luera,<br />

don<strong>de</strong> \ivia con sus monjes , que eran ochenta , v<br />

por la mayor parte <strong>de</strong> sangre noble, y criados antes<br />

con mucho regalo: los cuales por amor <strong>de</strong><br />

Cristo se habian abrazado con su cruz , y movidos<br />

con el ejemplo <strong>de</strong> san Martin , vivían en la tierra<br />

como unos ángeles <strong>de</strong>! cielo. <strong>La</strong> habitación que<br />

tenían era estrecha , y las celdas angostas y cavadas<br />

en ¡a peña , y mas para meditar la muerte,<br />

que para conservar la vida : ninguno lenia cosa<br />

propia; todos vivían en común, comprar ó ven<strong>de</strong>r<br />

á nadie se permitía : pocas veces salían <strong>de</strong> la<br />

celda , sino para hacer oración en común : comían<br />

lodos juntos á la lar<strong>de</strong> , habiendo ayunado lodo el<br />

dia: ninguno gustaba vino sino por enfermedad:<br />

su vestido era , por la mayor parte , <strong>de</strong> pelos <strong>de</strong><br />

camello, huyendo <strong>de</strong> los paños <strong>de</strong>licados y <strong>de</strong><br />

precio, como escandalosos y contrarios al espíritu<br />

<strong>de</strong> religión: á lodos sus discípulos era <strong>de</strong>chado<br />

san Martín , y con sus ejemplos los incitaba á toda<br />

perfección, y no menos con sus palabras y consejos<br />

: recibía á los huéspe<strong>de</strong>s, que venían <strong>de</strong> varias<br />

parles á visitarle, con extraordinaria caridad y<br />

humildad ; y él mismo les lavaba los pies , y les<br />

daba aguamanos y servia ; y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberles<br />

dado con templanza la refección <strong>de</strong>l cuerpo, daba<br />

al espíritu su pasto , y un convite suavísimo con sus<br />

razonamientos espirituales: nunca perdía tiempo<br />

<strong>de</strong> día ; y las noches las gastaba en vela y en oración:<br />

dormía en oí suelo, cubierto <strong>de</strong> unáspeio<br />

cilicio: <strong>de</strong> la comida y <strong>de</strong>l sueño , no daba mas á<br />

su cuerpo, <strong>de</strong> loque pedia la extrema necesidad:<br />

guardábase con gran cautela <strong>de</strong> juzgar las intenciones<br />

<strong>de</strong> otros, ó interpretaba cuanto podía sus<br />

acciones, y echábalas á la mejor parte, mirando<br />

siempre por la fama y reputación <strong>de</strong> sus prójimos:<br />

compensaba las injurias quo le hacían , con oraciones<br />

, y con llorar muchas lágrimas por los que so<br />

las hacían , dando siempre bien por mal á los quo<br />

le agraviaban : nunca le weion reír vanamente ni<br />

estar triste , sino siempre con un mismo semblante,<br />

y con la misma paz <strong>de</strong>l alma y gravedad <strong>de</strong> ros-<br />

KOYIEMBBF., 11<br />

tro , en cualquiera variedad <strong>de</strong> cosas , prósperas y<br />

adversas, alegres y tristes: la misericordia y limosna<br />

para con los pobres , parece que habia nacido<br />

con él , y que no oslaba en su mano <strong>de</strong>jar do<br />

socorrer á cualquiera menesteroso , <strong>de</strong> la manera<br />

que podía. Una vez, yendo á la iglesia á <strong>de</strong>cir<br />

misa una mañana <strong>de</strong> invierno , topó á un pobrecilo<br />

<strong>de</strong>samparado que se moria <strong>de</strong> frío : mandó al arcediano<br />

que lo vistiese: entró en la iglesia; y hecha<br />

oración al Señor, se recogió á la sacristía para<br />

vestirse. El arcediano, ó por <strong>de</strong>scuido, ó por no<br />

tener con qué , no remedió al pobre : el cual so<br />

entró en la sacristía, y so puso dolante <strong>de</strong>l santo<br />

obispo, quejándose <strong>de</strong> que no le hubiesen proveído<br />

como él lo habia mandado. Sintiólo mucho:<br />

y haciendo apartar al pobre, sequiló la iónica, y<br />

so la dio , sacándola como pudo <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la casulla<br />

que ya tenia vestida; y saliendo <strong>de</strong>spués á<br />

<strong>de</strong>cir misa , quiso nuestro Señor honrarle , y mostrar<br />

enán grata le había sido aquella caridad quo<br />

habia usado con el pobre, haciendo que <strong>de</strong> la cabeza<br />

<strong>de</strong>l santo , al tiempo que estaba en el aliar,<br />

saliesen rayos <strong>de</strong> luz , y una como llama <strong>de</strong> fuego,<br />

la cual vieron (entre innumerable pueblo que allí<br />

estaba ) solos tres monjes , un clérigo y una sania<br />

doncella. ¿Pues qué diré do la paciencia , sufrimiento<br />

y mansedumbre <strong>de</strong> este santo varón? ¿V do<br />

los modos que tenia Dios para manifestarle , honrarle<br />

y magnificarlo en la |ierro '•' Iba una vez visitando<br />

su diócesis (lo cual hacia con sumo cuidado<br />

y edificación) , y los que le acompañaban se<br />

quedaron atrás. Topóse el sanio con una carroza<br />

<strong>de</strong> soldados que caminaba muy aprisa : espantáronse<br />

los caballos viéndole , y embarazáronse<br />

<strong>de</strong> manera , que los soldados se embravecieron, y<br />

con el enojo salieron <strong>de</strong>l coche y juntamente fueía<br />

<strong>de</strong> sí, y dieron muchos pa'os á san Martin, sin<br />

conocerle , y lo maltrataron <strong>de</strong> suerte que cayó en<br />

tierra medio muerto , sin abrir el santo la beca<br />

para quejarse, ni <strong>de</strong>cir palabra , ni mostrar sentimiento<br />

ni amargura. Halláronle los compañeros<br />

que le seguían, lícno <strong>de</strong> heridas y ensangrentado,<br />

y con gran dolor le pusieron sobre el jumento en<br />

que iba, mas el Señor castigó aquellos soldados<br />

que con tanla impiedad habían puesto las manos<br />

en su siervo; porque los caballos, como si fueran<br />

<strong>de</strong> p.iedra , quedaron inmobles, sin po<strong>de</strong>rlos mover<br />

ni hacerles dar un paso : y conociendo que era<br />

castigo do Dios, preguntaron quién era un pobre<br />

caminante <strong>de</strong> tales y laies señas; y entendiendo<br />

que era san Martin (cuyo nombro era mas conocido<br />

que la persona), se echaron á sus pies , pidiéndole<br />

humil<strong>de</strong>mente perdón <strong>de</strong> su atrevimiento y locura:<br />

y el santo, que había tenido revelación <strong>de</strong> lo quo<br />

habia <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r, y lo había dicho antes á sus compañeros,<br />

los recibió am<strong>oro</strong>samente, y alcanzó con<br />

sus oraciones <strong>de</strong> Dios que pudiesen partirse libremente.<br />

No es menos notable la paciencia y mansedumbre<br />

que usó con Jiricio , uno do sus clérigos:<br />

el cual habiendo sido antes criado loablemente en<br />

vida religiosa, <strong>de</strong>spués que se hizo clérigo comenzó<br />

á <strong>de</strong>smandarse, y á darse á gustos y entretenimientos<br />

y vanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l siglo. Avisóle san<br />

Martin , como padre,"<strong>de</strong>l escándalo quo daba con

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