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7*<br />
Loreto, llegó á aquella santa ciudad á los 28 <strong>de</strong><br />
setiembre <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1572 , metido en una litera<br />
y sin salir jamás <strong>de</strong> ella. Cuando supo que estaba<br />
ya <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los muros <strong>de</strong> Roma , dijo con gran<strong>de</strong><br />
alegría <strong>de</strong> espíritu elNunc dimütis servum tuum,<br />
Domine, é hizo gracias á nuestro Señor porque<br />
habia perdido la salud y acabado la vida en obediencia<br />
<strong>de</strong> su santa se<strong>de</strong> apostólica, y cumplimiento<br />
<strong>de</strong>l cuarto voto solemne que habia hecho<br />
en su profesión , y no menos por haberle librado<br />
tantas veces <strong>de</strong> las dignida<strong>de</strong>s ó que el mundo habia<br />
procurado levantarle, para <strong>de</strong>rribarle <strong>de</strong>l estado<br />
<strong>de</strong> pobreza en que su divina mano le habia<br />
puesto. Antes que el padre Francisco llegase á<br />
Roma , habia fallecido la santidad <strong>de</strong>l papa Pió V,<br />
y con su muerte se cortó el hilo á muchos negocios<br />
graves ó importantes que resultaban <strong>de</strong><br />
aquella legacía y jornada , para gran servicio <strong>de</strong><br />
Dios. Sucedióle en el pontificado el papa Gregorio<br />
XIII, que estando en Tíboli, supo la llegada<br />
<strong>de</strong>l padre Francisco á Roma , y que estaba al cabo<br />
<strong>de</strong> su vida , y tuvo mucho sentimiento <strong>de</strong> ello , y<br />
dijo , que la Iglesia perdía en él un fiel ministro y<br />
firme columna , y le envió indulgencia plenaria<br />
para aquel paso y su bendición. Acudieron muchos<br />
car<strong>de</strong>nales y embajadores do príncipes á visitarle:<br />
y él les rogó que le <strong>de</strong>jasen; porque ya no era<br />
tiempo sino <strong>de</strong> tratar con Dios. Vivió <strong>de</strong>spués que<br />
llegó áRoma solos dos dias, en los cuales recibió<br />
los santos sacramentos, respondiendo él mismo<br />
con entrañable <strong>de</strong>voción al <strong>de</strong> la extremaunción,<br />
y á la invocación <strong>de</strong> los santos. Después se puso<br />
en oración muy sosegada y atenta : y hablando <strong>de</strong><br />
lo mas íntimo <strong>de</strong>l corazón con el Señor , y echando<br />
afectuosos y am<strong>oro</strong>sos suspiros <strong>de</strong>l alma, la dio<br />
á su Criador el postrero <strong>de</strong> setiembre, dia <strong>de</strong> san<br />
Gerónimo , <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1572, poco antes <strong>de</strong> media<br />
noche, habiendo vivido setenta y dos años, menos<br />
veinte y ocho dias. Su cuerpo fué enterrado con<br />
gran sentimiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong> la Compañía y <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong> fuera, en la iglesia antigua <strong>de</strong> la Compañía,<br />
junto ó los cuerpos <strong>de</strong>l santo padre Ignacio <strong>de</strong><br />
Loyola, y <strong>de</strong>l padre maestro Diego-<strong>La</strong>inez , que<br />
fueron los dos primeros prepósitos generales sus<br />
pre<strong>de</strong>cesores.<br />
50 Esta es una breve recopilación <strong>de</strong> la vida<br />
<strong>de</strong>l padre Francisco <strong>de</strong> Borja, que yo escribí mas<br />
largamente en cuatro libros: en tres <strong>de</strong> los cuales<br />
trató <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> su vida, y en el cuarto <strong>de</strong><br />
sus particulares virtu<strong>de</strong>s. que es la parte que ahora<br />
nos queda que proseguir, y la mas necesaria y<br />
principal para nuestro ejemplo é imitación; porque<br />
cierto todas las virtu<strong>de</strong>s fueron raras, admirables<br />
y divinas en este santo varón. Y por comenzar<br />
<strong>de</strong> la humildad, que es la madre, fundamento<br />
y conservadora <strong>de</strong> todas, y la que parece que repugnaba<br />
mas á su estado y gran<strong>de</strong>za; ¿quién no<br />
se admira <strong>de</strong> tantos y tan maravillosos ejemplos<br />
<strong>de</strong> humildad en el padre Francisco? ¿Del pedir limosna<br />
por las calles con unas alforjas al hombro?<br />
¿Del juntar los niños con una campanilla para que<br />
oyesen la doctrina cristiana? ¿Del servir en la<br />
cocina y refectorio? ¿Del besar los pies á sus her-<br />
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE , 10<br />
otras cosas <strong>de</strong> este jaez, que en su vida quedan<br />
referidas?<br />
51 Deseando <strong>de</strong> corazón esta virtud , y sabiendo<br />
que el camino para alcanzar la humildad,<br />
es la humillación, ninguna cosa parece que tomó<br />
tan á pechos, como el confundirse y. aniquilarse<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> todas la criaturas. Este era el principio<br />
<strong>de</strong> su oración : esta la materia <strong>de</strong> sus pláticas; y<br />
este el común ejercicio <strong>de</strong> su vida. De aquí le vino<br />
el estar algunas veces muy encogido, y como avergonzado<br />
, pareciéndole que yendo por la calle, todos<br />
le miraban como á hombre salido <strong>de</strong>l infierno;<br />
y el juzgar otra vez que su propio lugar era el estar<br />
á los píes <strong>de</strong> Judas: y que el Salvador , cuando<br />
la noche <strong>de</strong> la cena se los lavó con sus manos arrodillado<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él, le habia quitado aquel lugar,<br />
y <strong>de</strong>jádole singular en el mundo. De este<br />
mismo afecto nacia el tenerse por bestia , y <strong>de</strong>cir<br />
que cuando siendo duque le habian salido á recibir<br />
las muías <strong>de</strong> los car<strong>de</strong>nales en Roma (como se usa),<br />
habia sido un recibimiento muy conveniente ; pues<br />
habian salido las bestias á recibir otra bestia. Y<br />
siendo comisario general <strong>de</strong> la Compañía en España<br />
, y teniendo las llaves <strong>de</strong>l colegio <strong>de</strong> Porto,<br />
tomó un puerco muerto que habian traido <strong>de</strong> limosna<br />
, y se le echó á cuestas, y lo subió por una<br />
escalera bien alta ; y maravillándose los padres <strong>de</strong><br />
esto , dijo: ¿ Qué maravilla es que un puerco lleve<br />
á otro puerco?<br />
52 Des<strong>de</strong> que se dio al ejercicio <strong>de</strong> larga oración<br />
mental, empleaba cada dia las dos primeras<br />
horas <strong>de</strong> ella en este conocimiento y menosprecio<br />
<strong>de</strong> sí mismo : y cuanto oia , leia , y veia , todo le<br />
servia para este abatimiento y confusión; y daba<br />
gracias al Señor, porque, habiendo sido tantos sus<br />
pecados pasados, no le <strong>de</strong>samparaba y <strong>de</strong>jaba<br />
caer en todos los pecados en que caian otros hombres.<br />
Ninguna cosa le daba tanta pena como cuando<br />
se veia honrar por santo , ó por siervo <strong>de</strong> Dios.<br />
Y preguntado una vez, por qué se afligía tanto<br />
<strong>de</strong> esto ; pues él no lo <strong>de</strong>seaba ni procuraba; respondió<br />
, que temia la cuenta que habia <strong>de</strong> dar ó<br />
Dios por ello , siendo él tan otro <strong>de</strong> lo que se<br />
pensaba.<br />
53 Tenia gran sentimiento , cuando le trataban<br />
con alguna ceremonia <strong>de</strong> la gran<strong>de</strong>za pasada,<br />
ó con mas respeto y reverencia que á otros, como<br />
llamándole «señoría ,» etc. De los lugares y ocasiones<br />
, don<strong>de</strong> habia <strong>de</strong> ser honrado, ro<strong>de</strong>aba por<br />
los caminos aunque hubiese <strong>de</strong> tener incomodidad<br />
<strong>de</strong> posada, y pa<strong>de</strong>cer su salud , á trueque <strong>de</strong> no<br />
recibir la tal honra. Encubría con maravillosa humildad<br />
lo que habia sido en el siglo, y trataba<br />
con tan gran<strong>de</strong> llaneza con todos , que no habia<br />
rastro ni memoria <strong>de</strong> lo pasado. En dos solos casos<br />
se servia <strong>de</strong> los títulos antiguos, que no menos<br />
<strong>de</strong>scubrían su humildad. El uno , que el haber sido<br />
duque , le sirvió para que le recibiesen en la Compañía;<br />
porque si no lo fuera, ¿qué talentos, ó qué<br />
prendas tenia yo (<strong>de</strong>cia el humil<strong>de</strong> padre) para ser<br />
admitido en ella? El otro , cuando llegaba <strong>de</strong> camino<br />
á algún pueblo , y para <strong>de</strong>cir misa no le querían<br />
dar recado, ó por ser tar<strong>de</strong>, ó por no cono-<br />
manos tana menudo como él lo hacia? ¿Y las cerle; entonces daba licencia á sus compañe