La leyenda de oro 4.pdf

IÍSM
LA LE VEN* DA DE ORO
Í5AN CLEMENTE , PATA Y MÁRTIR. — San Clc-
menle napa y márlir , fué romano y nobilísimo.
y tiendo muy cercano del emperador Domiciano :
su padre so llamó Faustino. Nació en la región
ó barrio del monte Celio , quo es donde ahora está
la iglesia de San Esiévan Rotundo y de San
Juan de Letran. Fué san Clemente discípulo del
apóstol san Pablo , y ayudólo en la predicación ,
como lo testifica el mismo apóstol en la epístola
que escribió á los filipenses , cuando dice : « Yo
y Clemente y los demás compañeros quo trabajan
conmigo en el Evangelio, y están sus nombres
escritos en el libro do la vida.» Después se hizo
discípulo del príncipe do los apóstoles san Pedro
, y por sus grandes prendas de santidad,
letras y prudencia , el mismo apóstol le instituyó
sucesor suyo en su cátedra pontifical, y vicario
de Cristo en la tierra ; pero fué tanta
su humildad , que muerto san Pedro con tan
glorioso martirio , no quiso sentarse en aquella
silla , por tenerse por indigno de ella, y parecerle
que no convenia abrir la puerta con aquel
ejemplo , para que aquella suprema dignidad y
las otras de la Iglesia se dejasen como por herencia,
y nó por merecimientos; y así dio su lugar san
Clemente, primero á Lino v después á Cielo,que
sucedieron en el sumo pontificado inmediatamente
á san Pedro; y muerto Ciclo , tomó el gobierno de
la Iglesia, y fué el cuarto sumo pontifico de ella.
De él dice san Bernardo estas palabras: «Era
san Clemente de noble linaje : tema grandes posesiones
y riquezas, y no menos sabiduría ; porque
era tenido por muy excelente filósofo. Todas estas
cosas habia recibido de Dios (cuvos dones son),
y él por su amor las despreció todas , teniéndolas
por un poco de estiércol y basura , por ganar á
Jesucristo. » Siendo , pues , sumo pontífice, tuvo
gran cuidado que se escribiesen los hechos délos
mártires, que con su sangre fundaban la Iglesia,
y nos dieron ejemplo de lo que nosotros habernos
de hacer y padecer para alcanzar la otra vida
(pie esperamos. Para oslo señaló siete notarios y
los repartió en los barrios de Roma , para que tu-
\ tesen cuenta de inquirir y escribir sus batallas y
triunfos. Mandó que después del bautismo recibiesen
ios cristianos el sacramento de la confirmación.
Ordenó que la cátedra episcopal se pusiese
en lugar público y eminente. Predicaba la palabra
do Dios con tanto fervor y ospiriiu, que muchos
genliies se convertían a nuestra santa fé ; y algunos
no se contentaban con guardar los preceptos do
Cristo , sino que pasaban mas adelante y se daban
á toda perfección , y seguían los consejos evangélicos
y viviau en castidad ; porque san Gómenlo
fué perpetuamente virgen y amador do las vírgenes,
y siempre alababa y ensalzaba osla celestial
virtud ; v consagró al Señor á Fia vía Domiii-
1:1a, sobrina del emperador Domiciano, hija de
una su hermana y do Flavio Clemente , la cual
estaba desposada con un caballero principalísimo,
llamado Atireliano; aunque por aquella óbralo
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habian devenir muchos y grandes trabajos. Convirtió
también á la fé á Teodora , mujer de Sisinio
, hombro poderoso en Roma : el cual , deseando
ver lo que haciau los cristianos en los oratorios
donde so ¡uní aban , por saber que so hallaba
allí su mujer, él de secreto se fué á ellos : mas
por la voluntad de Dios quedó ciego de la vista
corporal, para que cobrase la del alma ; porque
las oraciones de san Clemente le resliluveron la
vista del cuerpo, y sus palabras alumbraron y pendraron
el corazón de Sisinio de tal manera, que
se hizo cristiano y se bautizó , y por ejemplo do
persona tan principal otros muchos recibieron la le
del Señor. Cada dia crecía el número do los fieles
por ia predicación del santo pontífice Clemente,
y por los muchos y grandes milagros que coni mu Cimente
hacia. Tuvo el demonio envidia déosle bien
y movió á algunos ministros suyos , sacerdotes de
los ídolos y otra genio viciosa , para que persiguiesen
á san Clemenio , y alborotasen el pueblo
contra él como contra un cruel enemigo de sus
dioses. Acusáronle delante de Mamertino, prefecto
de Roma, que era hombre moderado y prudente.
2 Mandóle llamar, y tratóle con mucho comedimiento
, sabiendo que erado generosa y nobilísima
sangre; y con buenas palabras le exhortó
á que adorase á los dioses del imperio romano,
y no introdujese nueva religión : pero san Clemente
ie respondió con la resolución y entereza que á su
persona le convenía. Mamcrtiuo VIO alterada y dividida
en bandos la ciudad: porque unos acusaban
al santo , como un embustero sacrilego enemigo
de sus dioses y autor de una nueva superstición,
que predicaba ser Dios un crucificado :
otros al contrario , le alababan y defendían como
á hombre moderado, sabio y prudente , amigo de
hacer bien á lodos, y que habia dado salud á muchos
enfermos y remediado los pobres, sin haber
hecho jamás cosa que pudiese parecer mal. Estando,
pues, el prefecto dudoso, consultó aquel
negocio con ol emperador Trajano ; y él mandó
que Clemente, ó sacrificase á los diosos ó íuesedesterrado
á la soledad de la ciudad de Quersona, en
las parles mas remolas dol Ponió Euxmo. Con esla
respuesta del emperador procuró Mamertlno
persuadir á san Clemente que adorase á los dioses;
y san Clemente á él que fuese cristiano , dándole á
entender que el destierro padecido por Cristo seria
muy sabroso.
3 Dióleel Señor tanta gracia en sus palabras,
que Mamerlino , derramando muchas lágrimas
lie lástima , dijo á san Gemente : El Dios quo
adoras le favorezca en osle trabajo cine por él padeces
; v mandó aprestar y proveer de lodo lo necesario
un navio, on (pie el santo navegó) y llegó á
su destierro. Siguiéronle muchos do su voluntad,
dejando á su patria , sus ca.-as y haciendas por
acompañar á su santo maestro y pastor. Halló allí
dos mil cristianos que por el mismo emperador
habian sido desterrados y condenados á corlar y
llevar piedra: los cuales se consolaron con el sanio
pontífice, por tener en él padre, doctor, alivio y
todo consuelo.
i El les habló y animó, diciéndoles quo Dios le