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408 LA LEYEND A DE ORO. niciEJMitn, 3
mandó al doclor Cosme de Sarayva , su módico ,
que él y el vicario, viniesen por sí mismos, y con
sus propias manos palpasen el sanio cuerpo , y lo
refiriesen como eslaba : y ellos con gran diligencia
lo hicieron y vieron y tocaron todas las parles
del cuerpo santo , y lo tuvieron por cosa milagrosa
; y asi lo testificaron y juraron.
96 Este milagro tan grande de la incorrupción
y entereza del cuerpo de san Francisco . fué muy
sabido y cierto en la ciudad de Goa , y de allí se
extendió por toda la India. Pero demás de este
milagro obró nuestro Señor oíros muchos por su
intercesión después de su muerte : porque dejando
algunos que arriba quedan referidos ; cuando
pasó el cuerpo del santo padre por Baticala . una
mujer de Antonio Rodríguez , factor del rey, que
te llamaba María Serran y estaba de muchos
meses enferma . haciendo oración delante do
él , luego quedó sana. Tomó un pedacilo del
ángulo que usaba el sanio : púsole en un relicario
que traía al cuello ; y con él sanó dos
veces á un niño hijo sujo; la primera de una
fiebre que le había durado seis meses ; y la
otra de una apoplejía , y curó á su marido deolra
enfermedad, y á oíros dos muchachos llagados, y
libró á una criada suya que se eslaba muriendo de
dolores de parlo. Al tiempo que llegó el cuerpo á
Goa , eslaba una señora , por nombre doña Juana
Pereyra. mas muerta que viva , de una enfermedad
que por espacio de tres meses la habia consumido:
y sabiéndola procesión y recibimiento
queso le hacia . no pudiendo por su flaqueza ir á
verle , se encomendó con viva fé al santo; y luego
sintió notable mejoría , y cobró entera salud y fuerzas.
Muchos dohenles de graves y varias enfermedades,
con solo tocar el santo cuerpo, ó lacaja
en que estaba , en los tres dias que en Goa le
mostraron al pueblo . quedaron sanos.
97 En la misma ciudad de Goa , estando Antonio
Rodríguez tan malo de los ojos, que no podía
ver; poniendo sobre ellos la mano del sanio
difunto , luego cobró la vista. Lo mismo sucedió á
un sacerdote llamado Baltasar Diez , que estando
muy apretado de una recia esquinencia , y sin poder
tragar cosa , con solo tocar el cuerpo del sanio,
cobró salud.. Un cristiano de los recién convertidos
hubo por gran tesoro la disciplina con que castigaba
su cuerpo san Francisco ; y por medio de ella
Dios nueslro Señor dio salud á muchos enfermos,
y obró grandes maravillas. Algunas mujeres que
se tenían por muertas , por no poder parir ; con
tocar solo algunos cabellos del santo , parieron y
vivieron. En el Japón , muchos que eran atormentados
de los demonios , quedaron libres poniendo
sobre su cabeza un breviario que habia sido de
san Francisco : ai cual en toda la India tienen por
su apóstol , palron y amparo; y los portugueses
cuando navegan (especialmente cuando van á la
isla de Sanchoan , donde murió), le invocan , y
se encomiendan á él. Y no solamente en la India ,
sino en toda la cristiandad se ha extendido la fama
de la santidad y la devoción con su santa persona
, y por medio de ella el Señor ilustra á su
siervo con nuevos milagros ; porque en la ciudad
de Ebora el padre León Ilenriquez , rector de la
Compañía de Jesús, y el pa Iré Andrés Cabrería dn
la misma Compañía estando muy fatigados do calenturas,
encomendándose al sanio , alcanzaron
entera salud ; y en París una mujer , va desahuciada
, y casi espirando de dolores de parto , parió
una criatura sana v buena ; y ella vivió, y por
concluir loque toca á los milagros que Dios nuestro
Señor ha hecho después de su muerte por él ,
en el castillo de Javier y casado san Francisco
hay un crucifijo de talla muy antiguo de mucha
devocon : el cual viviendo el sanio . sudó muchas
veces al tiempo que él en la India tenia algún grande
y extraordinario trabajo ; y el año en que murió
, sudó todos los viernes de aquel año con grande
admiración de los que lo vieron y supieron. Por
estos y otros innumerables milagros, junios ron
la santidad de su apostólica vida , le canonizó el
papa Gregorio XV, año de 1622 á 12 de marzo ;
y después de cononizado ha continuado en hacor
nueslro Señor por su siervo milagros muy prodigiosos,
como lo fué , el que obró con el padre Marcelo
Mastrille , al cual estando ya agonizando por
la herida de un pesado martillo , que cayendo de
muy alto le magulló la cabeza ; mientras le decían
los religiosos de casa la recomendación del alma ,
se le apareció el sanio : | regunlóle si quería salud:
luego le dictó una fórmula de voto , en que se obligaba
á ir á las Indias , repitiendo el padre Marcelo
¡o que el santo iba diciendo , y mandándole que
pidiese á Dios el martirio que el mismo santo había
deseado. Acabada la fórmula, le dijo el sanio con
semblante muy afable: que ya eslaba sano. ¡Cosa
milagrosa I Que aquella misma noche que sucedió
esto , se levanló el padre Marcelo bueno y sano do
la cama : quitóle las vendas y paños de la cabeza,
la cual hallaron sin rastro ni señal alguna de la
herida , ni de sus accidentes : el cabello que le
habían arrasado para la cura , súbitamente habia
crecido , y ya estaba del mismo modo y forma que
todo lo demás, ni habia una mínima cicatriz en
todo aquel espacio. Escribió aquella misma noche,
todo lo que le habia pasado con el santo , que fué
largo coloquio. A la mañana dijo misa en la iglesia,
oyéndosela innumerable gente que concurrió á eslo
con la fama de tan raro milagro : el cual sucedió
en la ciudad de Ñapóles, año de 1634. Partió
luego á las Indias el padre Marcelo en cumplimiento
de su voto , y en breve tiempo chó en el Japón
su vida por Jesucristo con un glorioso martirio ,
como largamente se. dice en su vida , donde también
se declaran otras circunstancias muy notables
del milagro referido.
98 La muerte de esle grande apóstol del
Oriente fué ( como dijimos ) en la isla de Sanchoan
cerca de la China , ó los 2 de diciembre del año
del Señor de 1552, siendo él de cincuenta y cinco,
v habiendo gastado en la India diez años, y casi
siete meses. Fué muy llorado de lodos los cristianos
de la India , por haber perdido tan grande padre y
maestro: pero el que mas la sintió, fué el serenísimo
rey de Portugal don Juan III: porque demás que
amaba tiernamente al santo , como á persona que
él había enviado á la India ; reverenciábale , co-