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10 LA LUYEN DA DE OilO. OCTUBRE
cuerpo do san Remigio colocado por manos de ándeles
detrás del altar, en aquel mismo lugar donde
ellos liabian pretendido , y no habian podido
trasladarle: y juntamente sintieron un olor suavísimo
y propio del cielo, que salia de aquel cuerpo
santo; y entendieron cuan inestimable corona de
gloria lenia en el cielo , el que así era de Dios
honrado en la tierra, y la devoción y aféelo con
que debían venerar é imitar este glorioso prelado.
Creció tanto en los de la ciudad de llheims aquella
devoción , que sucediendo después una cruelísima
pestilencia que destruyó á Italia, y al reino de
Francia, los naturales de Hheims, acudieron á su
patrón san Remigio : y lomando una reliquia de su
sepulcro , la llevaron en procesión por toda la ciudad
, y por las casas particulares de ella, hasta
salir fuera de las puertas: y fué cosa maravillosa,
que, viniendo después la pestilencia, no entró en
la ciudad, ni pasó los límites de donde habia llegado
la procesión con la reliquia de san Remigio.
Dénos el Señor gracia por su intercesión para que
de tal manera le imitemos, qoc merezcamos ser
particioneros do su bienaventuranza. De san Remigio,;!
mas de los Martirologios romano, de Beda,
Usuardo y Adon, escribieron su vida Fortunato
é Ilíncmaro; y hacen mención Gregorio Tu—
róñense, De gest. franc, lib. ¡i, cap. üi; y Sidonio
Apolinar, lib. ix, epist. 1; Sigiberto, De
vir. illusL, cap. 123; Triiemío, Descriptor.
ecclesiasL, el de vir. illust., sancli Benedicti,
lib. II, cap. 52, el lib. iv, cap. 198; y el cardenal
Barouio en las anotaciones del Martirologio,
y en el sexto y sétimo lomo de sus Anales.
* SAN DOMNINO, MÁRTIR.—Era ciudadano
de Tesalónica , y cristiano de gran piedad. Cuando
el emperador Maximiano estuvo en dicha ciudad
de Tesalónica , este santo fué conducido á su presencia
, y habiéndole mandado que adorase á los
ídolos , se negó á ello , y confesó libremente á Jesucristo.
Entonces por mandato del mismo emperador
, primero le azotaron con varas, y después
le rompieron los brazos y las piernas, y lo llevaron
fuera de la ciudad , donde lo abandonaron en
un lugar inmundo. Aquí permaneció por espacio
de siete dias sin tomar alimento ni bebida , y entregó
suespíritu á Dios.
Los SANTOS VERISMO, MÁXIMA, Y JULIA, MÁR­
TIRES. -^Eran de Lisboa , en Portugal, y las dos
santas eran hermanas. Estuvieron unidos los tres
reas por los vínculos de la caridad , que por los do
la sangre, y padecieron juntos el martirio, con
Ánimo alegre y rostro sereno, en tiempo del emperador
Diocleciano , según el cardenal Baronio,
y según Galesinio, reinando el emperador Antonino.
SAN BABÓN, ANACORETA Y CONFESOR.—Nació
de noble familia en el territorio de Liege. En sus
primeros años llevó una vida bastante desarreglada;
pero la muerte de su esposa le dio lugar para
reflexionar sobre las vanidades ó inconstancia del
mundo, y se convirtió á Dios de todo corazón.
Distribuyó á los pobres cuanto poseía. y se retiró
á un monasterio en Gante . donde se entregó á las
mas ásperas austeridades de la penitencia , para
que sus pasados extravíos, fuesen dignos de la misericordia
del Señor. Algún tiempo después so
retiró á hacer vida eremítica, y fijó su residencia
en el tronco de un grande árbol que estaba hueco.
No comía mas que yerbas silvestres y bebia solo
agua. Habiendo vuelto á su monasterio, se construyó
una celdita en un bosque vecino , se encerró
en ella ocupándose tan solo de las cosas celestiales,
y murió allí santa y dichosamente , á mediados
del siglo VII, asistido en sus últimos momentos
por san Amando, obispo de Utrech, san
Floriberlo , abad del monasterio de Gante , y muchos
otros monjes. El cuerpo de san Babón fué
enterrado en la abadía donde habia vivido, y después
colocado en la ig'osia que se erigió en Gante
en su honor.
SAN PIATON, MÁRTIR.—Natural de Italia , y
presbítero de la Iglesia de Roma, fué desde esta
ciudad á las Galias para predicar el Evangelio.
Habiendo penetrado en la Galia Bélgica, convirtió
al cristianismo todo el territorio de Tornay, y
recibió la corona del martirio por los años de 286,
reinando el emperador Maximiano Hércules. Su
martirio consistió en clavarle en todo su cuerpo
gruesos clavos, de los que se servian los romanos
para clavar en las vigas que querían juntar.
SAN AIIETAS, Y sus COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—
Este santo derramó su sangre por la fó de Jesucristo
en Roma , en el reinado del emperador Antomno.
Con él fueron degollados por la misma
causa otros quinientos y cuatro cristianos , cuya
memoria celebra hoy la Iglesia.
Los SANTOS PRISCO , CRESCENTE , Y EVAGRIO,
MÁRTIRES. —Murieron degollados por los paganos
en la ciudad de Tomis , en el Ponto, durante los
primeros siglos del cristianismo. Sus reliquias fueron
después trasladadas á España , y se veneran
en la diócesis de Segovia , en un pueblo llamado
Caellar.
SAN SEVF.RO, PRESBÍTERO Y CONPESOR. — Fué
natural de Italia y floreció en e! siglo V. San Gregorio
dice que fué varón probado en la virtud y
santidad, y que por su mediación se vieron en la
tierra grandes milagros. Su sagrado cuerpo se venera
en la ciudad de Orvieto , ó ignoramos donde
acabó su dichosa vida.
SAN ANANÍAS, CONFESOR.—Fué uno de los
discípulos de nuestro Señor Jesucristo, y de los
mas recomendables por su caridad.
Bí£st
EL SANTO ÁNGEL BE LA GUARDA.—Hemos colocado
su festividad en el dia 1 de marzo, por celebrarse
en tal dia en la mayor parte de las
Iglesias.
SAN LEODEGARIO, OBISPO, Y SAN GERINO,
HERMANOS, MÁRTIRES.—Fué Leodegario de la
sangre real do Francia: por lo cual, faltando sus
nobilísimos padres, le dejaron en poder del rey
Clotario, el cual le recibió, como si fuera hijo
suyo , y le dio al obispo pictaviense, tio suyo,
para que le enseñase todas las artes y buenas letras
: en que salió tan diestro y docto, como vir-