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OCTUBRE 23 LA LEYENDA DE ORO. Loo
oíros cscrilores les ponen los nombres que aquí
quedan cscriios, y dicen, que eslos son los hijos
do san Marcelo ; y nosotros los habernos seguido,
por no tener certidumbre de lo contrarío.
* SAN PEDRO PASCUAL.—Véase su vida en
el día C de diciembre.
SAN TEODORO, PRESBÍTERO Y MÁRTIR. — A
mediados del siglo IV, gobernaba el Oriente un
tío del emperador Juliano , que se llamaba también
Juliano, y era apóstata como él. Sabiendo
que las iglesias tenían muchos vasos do oro y plata
, quiso apoderarse de ellos y publicó un edicto
[tara que so cerrasen todos los templos y se le entregasen
sus tesoros. Teodoro estaba encargado
del depósito de los de Antioquía y se negó á obedecer
los edictos , por cuyo motivo fué preso y
conducido al gobernador, á quien reprendió por
su locura y apostasía. El gobernador indignado,
mandó que azotasen al santo en las plantas de los
pies y en la cara , y le hizo descoyuntar los brazos
y las piernas. El cuerpo del ilustre mártir quedó
enteramente dislocado; pero no por esto se extinguió
su valor, ni la crueldad del tirano. Extendiéronle
sobre el potro , y cuando ya la sangro salía
á borbotones de todas las partes del cuerpo, aplicaron
sobre sus puras carnes hachones encendidos.
En medio de estos dolores, el santo levantó
con fervor los ojos al cielo, v dio un grito pidiendo
misericordia para sus verdugos. Eslos detuvieron
en aquel mismo instante la ejecución , y habiéndoles
reprendido Juliano por su torpeza, contestaron
que no querían continuar el suplicio , porque
habían visto que los ángeles acudian á confortar á
Teodoro. Entonces Juliano mandó que lo degollasen,
cuyo mandato se ejecutó el año 302 do
Jesucristo, en la ciudad do Antioquía.
SAN SEVERINO , OBISPO Y CONFESOR.'—Fué este
santo originario del Asia, y do aquí se dirigió á
burdeos. El obispo de esta ciudad, llamado Amando
. que habia sido elegido el año 'i-0'i-, tuvo una
revelación que le anunciaba la llegada del siervo
do Dios. Salió pues á recibirle, y á pesar de que
no se habían visto nunca, al encontrarse en medio
del camino , se saludaron mutuamente por sus
nombres. Amando condujo ú Severino á la casa
episcopal , y habiendo después conocido su eminente
santidad , le obligó á encargarse del gobierno
de la Iglesia de Burdeos, y so puso él mismo
bajo su dirección. Severino fué un pastor digno
y ejemplar: y solo tuvieron sus ovejas el sentimiento
de (pie su episcopado fué tan solo de pocos
años. Después do su muerte, gloriosa en grandes
milagros, la ciudad de Burdeos le aclamó por su
patrón, y todavía conserva sus reliquias. El Martirologio
romano dice que Severino fué obispo de
Colonia, cuya opinión, según Buller, se halla destituida
de lodo fundamento.
SAN ROMÁN , OBISPO Y CONFESOR. — Hijo esle
santo do padres franceses, que le consideraban
como el fruto de sus oraciones, fué educado en la
mas acrisolada piedad. Cuando llegó á la edad de
íigurar en el mundo, fué enviado á la corto del
rey Clotarío 11 , cuya estimación se ganó , y quo
le nombró gran canciller. El año 020 ¡ quedó va­
cante la silla episcopal de Rúan, y en la inmediata
elección todos los votos se fijaron en Román, que,
á pesar de sus excusas y repugnancia, so vio al fin
obligado á aceptar. Apenas hubo recibido la consagración
, se dedicó con todas sus fuerzas á destruir
en su diócesis los últimos reslos de la idolatría
, y á derribar los templos que quedaban de los
ídolos. Hallándose una vez en la corte de Dagoberlo
por asuntos de su Iglesia, supo que una inundación
del Sena estaba causando grandes estragos
en su ciudad : al momento, abandonándolo todo,
corre el santo al socorro de sus ovejas , y llegando
á la ribera, se pone de rodillas á orar, y de reponto
vuelven las aguas á su cauce. Sus milagros excitaban
la admiración pública ; pero sus eminentes
virtudes fijaban todavía mas la atención general.
Maceraba su cuerpo por medio de continuas austeridades
, y después de haber consagrado todo el
dia á las penosas funciones del ministerio , se entregaba
por la noche á los ejercicios de la oración.
Después de trece años de episcopado , fué advertido
por el cielo que se acercaba su fin. Redoblando
entonces su fervor , sus oraciones, y los rigores
de su penitencia, vio tranquilo llegar su última
hora, y descansó en el Señor el dia 23 de octubre
del año 030.
SAN IGNACIO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué hijo
del emperador de Oriente Miguel Curopalalo, y
después de haberse dedicado al estudio en la soledad
del claustro, fué elevado á la silla patriarcal
de Constantinopla el año S'i6. El zolo que desplegó
el santo contra los desórdenes del favorito y
poderoso Bardas, irritó de tal modo á este cortesano
, que hizo deponer á Ignacio y colocaren su lugar
á Focio, que fué consagrado en 857 contra todas
las leves do la Iglesia. Esle indigno sucesor
del sanio patriarca reunió un concilio en Constantinopla
el año 861 para hacerle anatematizar.
Acudieron á esle concilio trecientos diez y ocho
obispos, entre los cuales habia dos legados del
papa , que pidieron se hiciese comparecer allí á
Ignacio. El emperador Miguel III, llamado el Borracho
, el Nerón de Oriente , perseguidor del
hombre apostólico y favorecedor del eunuco intruso
, no quiso consentir Í'I lo pedido por los legados
, sino con la condición de que Ignacio
compareciese vestido de monje. El santo tuvo
que sufrir entonces los ultrajes é insultos mas
crueles de parte del príncipe y de los mismos
legados , que contra las expresas instrucciones
del pontífice, se hicieron culpables do la mas
odiosa prevaricación , y de parle del concilio
quo, no habiendo podido obtener que diese su dimisión,
lo hizo quitar sus hábitos, y lo despidió
cubierto de harapos. Pero no se satisfizo aun con
esto la crueldad de Miguel: lo hizo encerrar en el
sepulcro do Coprónimo, y lo entregó á tres hombres
bárbaros para que le atormentasen , quienes después
de haberlo maltratado y desfigurado á fuerza
de golp.es , lo dejaron desnudo sobre el mármol en
lomas crudo de! invierno. Durante los quince días
que permaneció Ignacio en poder de estos hombres,
casi sin comer y sufriendo loda suerte de indignidades,
uno de ellos le cogió por fuerza la