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La leyenda de oro 4.pdf

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G2 LA LEYENDA DE ORO. OCTURRE , 10<br />

me, Señor mió . dadme, Dios mió , vuestra luz,<br />

dadme vuestro espíritu, dadme vuestra mano, y<br />

sacádme <strong>de</strong> este atolla<strong>de</strong>ro y <strong>de</strong> este abismo en<br />

quo estoy sumido, que si vos me la dais, yo os<br />

ofrezco <strong>de</strong> no servir mas á señor que se me pueda<br />

morir: y hablando consigo mismo, <strong>de</strong>cia : liarlo<br />

habernos servido á los príncipes <strong>de</strong> la tierra: harto<br />

habernos dado á la mocedad y á la libertad : tiempo<br />

es va <strong>de</strong> acogernos al sagrado, y <strong>de</strong> aparejarnos<br />

para la cuenta que con rigor se nos tomará <strong>de</strong> lodos<br />

los momentos <strong>de</strong> la vida: y muchas veces<br />

repelía: Nunca mas, nunca mas servir á señor<br />

que se me pueda morir. De este toque tan fuerte<br />

<strong>de</strong>l Señor, sacó el marqués una resolución muy firme<br />

<strong>de</strong> escabullirse lo mas presto que pudiese, y<br />

retirarse á su casa , para servir á Dios con mas<br />

seguridad y quietud; y si alcanzase <strong>de</strong> días á la<br />

marquesa , <strong>de</strong> hacerse esclavo <strong>de</strong> Cristo , abrazándose<br />

con la <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z é ignominia <strong>de</strong> la santa cruz,<br />

y teniendo edad y salud para po<strong>de</strong>rlo cumplir, <strong>de</strong><br />

entrar en alguna religión; y á eslo se obligó con<br />

voló , siendo á la sazón <strong>de</strong> veinte y nueve años.<br />

7 Luego que tornó á la corle , y dio cuenta al<br />

emperador <strong>de</strong> su jornada , le suplicó que le diese<br />

grata licencia para ir á Gandía á ver á su padre,<br />

mas no pudo alcanzarla: antes lo mandó que le<br />

sirviese en el cargo <strong>de</strong> virey y capitán general <strong>de</strong><br />

Cataluña ; y por mucho queso quiso excusar, alegando<br />

su poca edad (que aun no era <strong>de</strong> tremía<br />

años), poca experiencia, y ¡jocas fuerzas para<br />

carga tan pesada , nunca pudo acabar con el emperador<br />

que aceptase la excusa, por la afición y<br />

estima gran<strong>de</strong> que tenia <strong>de</strong> su persona.<br />

8 Llegado a Barcelona . comenzó luego á tratar<br />

<strong>de</strong> cumplir con las obligaciones <strong>de</strong> su oficio , y<br />

gobernar aquel principado, como cosa encomendada<br />

do Dios, y do que lo habia <strong>de</strong> dar estrecha<br />

cuenta. <strong>La</strong> primera cosa en que puso la mano , fué<br />

en limpiarle <strong>de</strong> bandoleros y salteadores, que eran<br />

en aquel tiempo innumerables y atrevidos, y no<br />

habia camino seguro , ni pueblo ni ciudad do Cataluña<br />

que no sintiese esta plaga. Pero el nuevo<br />

virey se dio tan buena maña, y puso tanta vigilancia<br />

y cuidado en esto , que en pocos dias prendió<br />

v castigó "ran número <strong>de</strong> ellos, saliendo él<br />

• l o o '<br />

mismo en persona una vez á cercarlos en una torre,<br />

en don<strong>de</strong> se habian hecho fuertes cuarenta y<br />

cinco <strong>de</strong> ellos: los cuales se rindieron y fueron<br />

castigados , v los otros <strong>de</strong> miedo huyeron ó se enfrenaron,<br />

y la tierra se sosegó, y gozó <strong>de</strong> paz y<br />

quietud. Parecióle al virey que Dios nuestro Señor<br />

se servia lanío en pren<strong>de</strong>r y castigar aquella<br />

gente facinerosa que solia <strong>de</strong>cir, que ninguna<br />

caza jamás le habia dado tanto gusto , como le<br />

daba esla; porque le parecia que iba á caza en<br />

compañía <strong>de</strong> la juslicia <strong>de</strong> Dios : el cual se servia<br />

que se corlase el miembro podrido , para que todo<br />

el cuerpo <strong>de</strong> la república se salvase. Pero no por<br />

esto <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> tener gran lástima á los mismos que<br />

castigaba , y ninguna gota <strong>de</strong> sangre <strong>de</strong>rramaba<br />

<strong>de</strong> ellos, que á él no le costase lágrimas <strong>de</strong> dolor;<br />

y era tan gran<strong>de</strong> su caridad , que mandaba <strong>de</strong>cir<br />

un treinlanario <strong>de</strong> misas para cada uno <strong>de</strong> los que<br />

mandaba ajusticiar.<br />

9 Velaba sobre los jueces, y les encargaba<br />

que hiciesen juslicia , y que <strong>de</strong>spachasen con brevedad<br />

á los negociantes: y para darles ejemplo, él<br />

daba audiencia á todas horas <strong>de</strong>l día. Acudía con<br />

alegre roslro á los que venían á él, y los <strong>de</strong>spedia<br />

con dulces palabras, y se compa<strong>de</strong>cía <strong>de</strong> los miserables<br />

y afligidos', y sufria con paciencia las importunida<strong>de</strong>s<br />

y groserías <strong>de</strong> los que poco sabían,<br />

y procuraba que en los pleitos dudosos y enmarañados<br />

se concertasen las partos.<br />

10 Hizo visitar los notarios y escribanos públicos<br />

, y que los ricos pagasen á los pobres lo<br />

que les <strong>de</strong>bían : y si ellos <strong>de</strong> presente no podían<br />

pagar, mandábalos pagar <strong>de</strong> su casa , y que <strong>de</strong>spués<br />

se cobrase <strong>de</strong> los ricos. También mandó visitar<br />

las escuelas don<strong>de</strong> aprendían los niños, y<br />

bu scar buenob maestros, y que se les señalase<br />

casa y algún salario público , para que ellos con<br />

mejor gana y comodidad atendiesen á la enseñanza<br />

y buena instrucción <strong>de</strong> la juventud , que es<br />

la fuente do don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>riva el bien <strong>de</strong> loda la república.<br />

Puso or<strong>de</strong>n en la gente <strong>de</strong> guerra , así en<br />

la ordinaria <strong>de</strong>l Principado , como en la que pasaba<br />

porél para Italia: ysabian los capitanes que<br />

<strong>de</strong> cualquier <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sus soldados habian <strong>de</strong><br />

dar ellos al virey cuenta con pago. En su tiempo<br />

se hizo todo el lienzo <strong>de</strong> <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la Lonja , poniendo<br />

el virey la primera piedra en el baluarte<br />

<strong>de</strong> San Francisco. Y porque aquellos años fueron<br />

muy estériles y trabajosos, y no se hallaba pan<br />

sino á precios excesivos, y la gente pa<strong>de</strong>cía hambre<br />

; él la <strong>de</strong>sahogó con la abundancia <strong>de</strong> trigo que<br />

hizo traer <strong>de</strong> fuera <strong>de</strong>l reino. Hacia gran<strong>de</strong>s limosnas<br />

: casaba huérfanas: socorría las perdonas<br />

que se habian visto en honra , y <strong>de</strong>spués venido á<br />

pobreza y necesidad : proveía á los monasterios<br />

do frailes y <strong>de</strong> monjas, y á todos los pobres y obras<br />

pías. Sobre todo se <strong>de</strong>svelaba en <strong>de</strong>sarraigar los<br />

pecados públicos y escandalosos: y cuando oia <strong>de</strong>cir<br />

que se habia cometido algún grave <strong>de</strong>lito en<br />

<strong>de</strong>sacato <strong>de</strong> la divina Majestad , se afligía en gran<br />

manera, y se le marchitaba el corazón , temiendo<br />

que no hubiese sido por su culpa , y que so le habia<br />

<strong>de</strong> pedir estrecha cuenta, y así no reposaba<br />

hasta haber puesto el remedio que podia.<br />

11 Ninguna cosa <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> hacer, <strong>de</strong> las que<br />

locaban al oficio <strong>de</strong> un gobernador cristiano , solícito<br />

y pru<strong>de</strong>nte , para aprovechar á sus subditos:<br />

y para hacerlo mejor, y ganarla voluntad <strong>de</strong>l Señor,<br />

que le había puesto en aquel cargo, atendía<br />

con sumo cuidado á cultivar su alma , y á pedir<br />

favor á Dios. Ante todas cosas se <strong>de</strong>terminó con<br />

gran resolución á romper con el mundo , y no hacer<br />

caso <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>svanados juicios , y vanas murmuraciones,<br />

y <strong>de</strong>spreciarlas lenguas maldicientes,<br />

y escupir y hollar al ídolo «Qué dirán,» quo es<br />

tan cruel tirano , y está tan apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> la mayor<br />

y mas noble parte <strong>de</strong>l mundo. Con este fundamento<br />

comenzó muy <strong>de</strong> veras á darse á la oración<br />

y á la mortificación y penitencia, y al uso <strong>de</strong><br />

los santos sacramentos. Rezaba las siete horas canónicas<br />

, conforme á los estatutos <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong><br />

Santiago (cuyo comendador era), que señala para<br />

cada una do ellas cierlo número <strong>de</strong> Padre núes-

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