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352 LA LEYEXD A DE ORO. NOVIEMBRE , 25
cárcel. En pila enronlraron al glorioso san Eulogio
. que las animó y consoló , y escribió para
forlalpeei las su libro ¡¡talado: « Aviso de los mártires.»
Varias veces las llamó el juez á su presencia
; pero nunca pudo conseguir arrancarlas de su
propósito. Al fin las dos esclarecidas esposas de
.Jesucristo fueron sentenciadas á muerte: Flora
padeció primero, y á ambas las corlaron la cabeza
con el alfanje; á las tres de la tarde de un
martes, dia 24 de noviembre del año 851. Los
sagrados cadáveres quedaron allí todo aquel dia,
y al siguiente fueron arrojados en el Guadalquivir
; pero poco después los, cristianos bailaron las
dos cabezas, y los depositaron en la iglesia de
San Acisclo , de donde las trasladaron posteriormente
á la parroquia de San Pedro de la misma
ciudad de Córdoba. Su fiesta fué desde luego
muy celebrada en España , y por su intercesión
se obraron muchos milagros.
SAN FELICÍSIMO, MÁRTIR. — Fué de Perugia en
Italia, y Procopio le llama príncipe de los etruscos
de la misma ciudad. El cardenal Baronio, ignorando
la época en que padeció martirio, habla
de él en el siglo V.
SAN PIIOTASIO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué
obispo de Mdan en el siglo IV. Su sabiduría y
virtud lo lucieron estimar hasta de los herejes,
que le temían como á un adversario formidable.
Trabajó incesantemente en favor de la doctrina
católica; asistió al concilio de Sardis en ¡liria, celebrarlo
en 3i7 á instancias del emperador Constancio,
y en el defendió con noLable zelo la causa
de san Atanasio, proponiendo una porción de
cánones que indignaron de tal modo á los hereges,
que se separaron del concilio. Fué muy amigo
del emperador, del papa Julio l y de todos los
mas grandes prelados de aquel siglo , y murió en
paz en su diócesis, el año 3'i8, por el mes de no
vicmbre, siendo su s ipulcro glorioso en mílag'os.
SAN ROMÁN , PRESBÍTERO Y CONFESOR. — San
Gregorio de Tours, en el libro de Gloria conf.,
cap 46 , dice que vivió en la misma ciudad de
Tours en tiempo de Teodoríco el Grande, y que
dio sepultura al cuerpo de san Martin, su maestro.
El Martirologio romano añade , que la santidad
de su vida se comprobó con la gloria de sus
milagros. Murió el año 385.
SAN PORCIANO, ABAD. —Pasó los primeros años
de su vida en la esclavitud , y cuando obtuvo su
libertad . tomó el hábito religioso en un monasleria
de Auvernia , del cual llegó á ser abad. Su
amor por la penitencia fué extraordinario, no siéndolo
menos su perfección en todas las virtudes.
Cuando Tierri. rey de Austrasia , invadió la Auvernia
, Porciano fué á verle para pedirle la libertad
de todos los prisioneros: el príncipe lo recibió
con respeto y le concedió lo que pedia. Venerado
y querido ele lodos, llegó á una edad muy
avanzada, y acabó el curso de sus días el añoSiO.
ISia 35.
SANTA CATALINA , VÍROEN Y MÁRTIR. — La
iluslrísuna virgen y mártir santa Catalina nació
en Alejandría de Egipto, de sangre real, y fué dotada
de todas las gracias que en una mujer se
pueden desear. Era hermosa por lodo extremo . v
juntamente honestísima : era avisada y de alto
entendimiento, y muy enseñada en todas las letras
de filosofía y humanas , que en aquel tiempo
llorecian en la ciudad de Alejandría. El obispo
Eqnilino dice, que anles que se bautizase , tuvo
un sueño y revelación , en que se le apareció la
sagrada Virgen María nuestra Señora con su precioso
Hijo, niño de extremada belleza , en los brazos,
y que la madre la ofrecía á su hijo; y el bendito
niño la desechaba y se extrañaba de olla , diciendo
quo en sus ojos no era hermosa aquella
doncella , porque no era bautizada. Despertó Catalina
, y entendiendo lo que le fallaba , y que no
era digna de ver el hermoso rostro de Jesucristo ,
se hizo cristiana y se bautizó. Tornóle á aparecer
Cristo de la manera que primero; y regalándola
y haciéndola grandes favores en presencia
de su sacratísima Madre , y de muchos ángeles y
santos del cielo , se desposó con ella y la dio el
anillo , como á verdadero esposo suyo. Despertó
de su sueño la gloriosa virgen, y halló un anillo
en su dedo. Todo esto refiere este aulor: y asi
algunos suelen pintar á santa Catalina con Cristo
en los brazos de su madre , que le pone el anillo
en el dedo y la toma por esposa. El resto de la
vida y martirio de esta esclarecida virgen se ha
de tomar de Simeón Melafraslo , que la escribió
copiosamente , y la refiere Lipomano y el P. frav
Lorenzo Snno de esta manera. Imperando en
Oriente Maximino , hombre tan fiero y bárbaro ,
que no tenia sino el nombre de hombre , y estando
en Alejandría , mandó publicar un edicto
en esta forma: « El emperador Maximino , á
todos los que están debajo de nuestro imperio,
salud. Habiendo nosotros recibido grandes
beneficios de la benignidad de los diose c
, juzgamos
, que en reconocimiento de su gran liberalidad
debemos ofrecerles sacrificios: y por tanto
os exhortamos y mandamos , que vengáis á nuestra
presencia para que mostreis\con ias obras el
amor y reverencia que leñéis á nuestros grandes
dioses: avisándonos quo el que no obedeciere á
este nuestro mandato y siguiere otra religión contraria
á la nuestra , demás do perder la gracia de
los dioses inmortales, caerá en nuestra indignación
, y lo pagará con la vida.
2 Publicado eslo ediclo; toda la ciudad de
Alejandría se llenó de gente, que de diversas partes
concurrían á ofrecer sacrificios, y lodos los altares
y templos oslaban bañados en sangre de los
animales , que se mataban y sacrificaban á los demonios
, de lo cual el emperador estaba muy ufano
y contento. Supo eslo santa Catalina: y movida
del amor de su dulce esposo Jesucristo, determinó
por sí misma hablar al emperador. y reprenderle
de aquel desaliño , con quo engañaba aquella
gente ciega, y la llevaba Irás sí al infierno.
Acompañada, pues, de muchos criados, fué al
lemplo, donde á la sazón estaba el emperador, y
con su licencia entró en él, y le avisó que le quena
hablar. Todos quedaron admirados de ver el