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130 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 19
procurador en. Roma en la causa do su canoni- educación. Guando estuvo en edad de tomar es­
tación.
'* SAN VAHO, Y SUS COMPAÑEROS, MÁRTIRES.-
San Varo era soldado romano en Egipto, en tiempo
del emperador Diocleciano. Todos los dias iba á
visitar, consolar y llevar alimento á siete santos
monjes que se bailaban presos por no querer ofrecer
incienso á los ídolos, y habiendo una vez encontrado
muerto á uno de ellos , so paso en su lugar
, obligándose acorrer la misma suerte que los
que quedaban. A poco tiempo los sacaron á todos
de la cárcel, y después de haber degollado á los
seis monjes, á Varo le azotaron, le abriéronlas carnes
con uñas de hierro , y por fin estuvieron cinco
horas maltratándole de tal modo , que en medio de
aquel suplicio entregó su alma al Criador y consiguió
la palma del marlirio.
Los SANTOS TOLOMEO Y LUCIO , MÁRTIRES.—-
El primero ora un cristiano lleno do zelo, que con
sus exhortaciones convirtió á la fé á una mujer romana
que tenia un marido brutal y desarreglado.
El cambio de religión expuso á esta mujer á los mas
bárbaros tratamientos de parte de su esposo , que
renegaba casi continuamente del divino Autor del
cristianismo. Ella, usando de las facultades que las
leyes divinas v humanas conceden en semejantes
casos, procedió á un divorcio legal; y en este
lance el marido por venganza acusó de cristiano á
Tolomeo. El santo estuvo mucho tiempo en un oscuro
calabozo,y habiendo sido al fin conducido
ante Ui Licio, prefecto de Roma, confesó animosamente
su fé en Jesucristo , y sin mas examen fué
condenado por el juez á ser decapitado. Lucio,
que estaba presente, dijo al procónsul: ¿Dónde
hay justicia para castigar á una persona sin ser
convencida de crimen alguno? El prefecto preguntó
á Lucio si también era cristiano, y habiendo
contestado afirmativamente, Ürbicio , colérico
y enfurecido, pronunció contra él la misma
sentencia. Otro cristiano, que declaró profesar la
misma fé , y cuyo nombro nos es desconocido, fué
también decapitado con ellos. Recibieron, pues,
sus inmarcesibles coronas, en Roma, el año 106,
reinando Marco Aurelio.
SAN VERANO, OIUSPO Y CONFESOR.—Por san
Gregorio do Tours sabemos que Verano no fué
obispo de Orleans, como dice el Martirologio romano
, sino de Cavilonc, antigua ciudad de las Galias.
Según el autor citado, estaba este santo dotado
de tan singulares virtudes y favor del cielo,
que daba la salud á los enfermos con solo hacer
sobre ellos la señal de la cruz. Floreció en tiempo
de Childeberlo, rey de los francos, y murió por los
años de 588.
SAN EUSTERIO, OBISPO Y CONFESOR. — Lo fué
de Salomo en el siglo VI, cuya Iglesia purgó de
las infecciones de la herejía. Asistió á todos los
concilios celebrados en su tiempo , fué infatigable
en promover la reforma de las costumbres públicas,
y después de haber sufrido con admirable
resignación las persecuciones do sus enemigos,
murió en paz en medio do su rebaño.
SAN AQUILINO, OBISPO Y CONFESOR. — Nació el
año U20. do padres nobles, que le dieron esmerada
tado , casó con una mujer digna de él. Sirvió en
el ejército durante las guerras que hizo Clodoveo II
á los bárbaros que amenazaban pasar las fronteras
de sus estados , y cuando se concluyó la paz y volvió
á reunirse con su esposa , ambos dieron gracias
á Dios por los favores que les habia dispensado , é
hicieron voto do pasar el resto de sus dias en la
continencia. Retiráronse á Evreux, de cuya Iglesia
era entonces obispo san Eterno, y so dedicaron
exclusivamente á la práctica do las buenas obras,
haciendo construir una especie de hospital, al cual
dedicaron lodos sus bienes. Habiendo vacado poco
después la silla episcopal de Evreux , Aquilino fué
nombrado para ocuparla , y desde luego se vieron
resplandecer en él todas las virtudes de su predecesor,
cuya memoria era bendecida por todos. Desempeñó
con fidelidad todos los deberes del episcopado
, y temiendo quo las funciones de su
ministerio debilitasen su espíritu de retiro y compunción
, mandó construir una pequeña celda
junto á su iglesia , y con frecuencia se retiraba á
ella para entregarse libremente á la penitencia v
oración. Se habia propuesto por modelos de su
conducta á san Martin do Tours y á san Germán
de Auxorre, y sus eminentes virtudes fueron recompensadas
con el don de milagros. El aña GSi)
asistió á un concilio de Rúan. En los últimos años
de su vida, se vio afligido con la pérdida dota
vista , desgracia que consideró como gracia del Señor
, que sin duda queria preservarlo de muchos
peligros. A pesar de este accidente, continuó Irabajando
con un zelo incansable, y murió santamente
, después de un pontificado de cuarenta y
dos años, á fines del siglo VIL
Los SANTOS VERÓNTCO Y PELAYA , CON OTROS
COMPAÑEROS, MÁRTIRES. — Estos santos eran y
vivian en la ciudad de Anlioquia , en tiempo del
emperador Valeriano. Habiéndose encendido la
persecución contra los cristianos , fueron acusados,
y no habiendo podido vencer su constancia toda
la fuerza de los mas atroces tormentos, dieron al
fin su sangre por Jesucristo.
SAN ETVINO, ABAD. — Fué brelon por nacimiento;
pero pasó muy joven á Francia á estudiar
bajo la dirección de san Sansón, obispo de Dole,
estuvo muchos años dedicado al servicio do esta
Iglesia, y oyendo un dia en la misa aquellas palabras
del Evangelio: « El que no renuncia á todo
cuanto posee, no puedo ser mi discípulo,» formo
la resolución de abandonar el mundo y cuanto
en él lo pertenecía. No ora entonces mas que
diácono: consultó su determinación con su prelado,
y se fué al monasterio de Taurac , donde después
pronunció los votos solemnes , el año 55V. Habiéndose
dispersado los monjes de aquel monasterio
cuando la irrupción de los bárbaros , Elvino se
dirigió á Irlanda , donde permaneció veinte años en
una celdita en el centro do un bosque. La austeridad
de su vida y algunos milagros que obró , hicieron
célebre su nombro, y murió á los ochenta y Iros
años de su edad , por los de 597 , el día 19 do
octubre.
SANTA FREDESYINUA , VIRGEN.—Fué hija de