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La leyenda de oro 4.pdf

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gar entre los gentiles nuestra santa fé católica , y<br />

con estas congregaciones darle aliento y favor.<br />

44 Maravilloso fué el progreso y amplificación<br />

<strong>de</strong> la Compañía, siendo el padre Francisco<br />

prepósito general; porque los sugetos que entraron<br />

en ella en todas partes, fueron muchos y muy iucidos:<br />

los colegios que se aumentaron, siendo<br />

antes fundados, y se fundaron <strong>de</strong> nuevo en gran<br />

número. Algunas provincias se instituyeron, y<br />

acrecentaron, y la Compañía entró y se extendió<br />

á nuevos reinos, y muy remotas naciones, con notable<br />

fruto, y gloria <strong>de</strong> Dios, que en su nombre<br />

los enviaba; porque á mas <strong>de</strong> haber enviado el<br />

padre Francisco, el año <strong>de</strong> 15G6, algunos padres<br />

y hermanos á las islas que llamamos Canarias, en<br />

compañía <strong>de</strong> don Bartolomé <strong>de</strong> Torres, obispo <strong>de</strong><br />

Canaria , los cuales visitaron toda aquella isla con<br />

notable fruto <strong>de</strong> los isleños, que estaban bien necesitados<br />

<strong>de</strong> aquel espiritual socorro; envió también,<br />

á instancia <strong>de</strong>l católico rey don Felipe II,<br />

otros padres el mismo año para la Florida; y el<br />

<strong>de</strong> 1568, otros para predicar y dar noticia <strong>de</strong>l<br />

Evangelio á los naturales <strong>de</strong> aquella provincia, á<br />

cuyas manos murieron. Abrióse asimismo la puerta,<br />

que hasta entonces habia estado cerrada, <strong>de</strong><br />

las Indias occi<strong>de</strong>ntales, para que los nuestros<br />

pudiesen ir á ellas, y cultivarlas con sus trabajos,<br />

como lo hacian en la India oriental; porque el<br />

mismo rey don Felipe escribió algunas cartas al<br />

padre Francisco, pidiéndole con encarecidas palabras<br />

que enviase religiosos <strong>de</strong> la Compañía que<br />

se ocupasen en la conversión y enseñanza <strong>de</strong><br />

los indios , y comenzasen á fundar casas y colegios,<br />

que él las mandaría proveer <strong>de</strong> todo lo necesario<br />

para su pasaje. Y en ejecución <strong>de</strong> lo que<br />

su majestad mandaba, el año <strong>de</strong> 1567, á los 2<br />

<strong>de</strong> noviembre , partieron <strong>de</strong>l puerto <strong>de</strong> San Lúcar<br />

para el Perú los primeros padres <strong>de</strong> la Compañía<br />

que entraron en aquel reino, y <strong>de</strong>spués se fueron<br />

enviando otros: y el año <strong>de</strong> 1572, á los 23 <strong>de</strong><br />

junio, partieron parala Nueva España catorce padres<br />

y hermanos , los cuales hicieron su asiento<br />

en la ciudad <strong>de</strong> Méjico , cabeza <strong>de</strong> aquel reino.<br />

Lo que la divina bondad se ha servido <strong>de</strong>l ministerio<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong> la Compañía en estas provincias, y<br />

en las otras <strong>de</strong> Indias por don<strong>de</strong> se han extendido,<br />

en la conversión <strong>de</strong> los gentiles y en la enseñanza<br />

<strong>de</strong> los ya convertidos , y reformación <strong>de</strong> los cristianos<br />

viejos, en la instrucción <strong>de</strong> la juventud , y<br />

en todas las <strong>de</strong>más obras <strong>de</strong> caridad ; es tan notorio<br />

, que no hay para qué referirlo aquí.<br />

45 No solamente acrecentaba nuestro Señor<br />

el número <strong>de</strong> los <strong>de</strong> la Compañía que estaba acá<br />

en la tierra, sino también el <strong>de</strong> los <strong>de</strong>l cielo; porque<br />

el año <strong>de</strong> 1560 , á los 15 <strong>de</strong> julio , un corsario<br />

francés , hereje , que se llamaba Jacques Soria,<br />

encontrándose con una nave portuguesa, en que<br />

iba el padre Ignacio <strong>de</strong> Azevedo por provincial<br />

<strong>de</strong>l Brasil, con otros treinta y ocho religiosos <strong>de</strong><br />

la Compañía , la combatió, y entró por fuerza: y<br />

sabiendo que iban allá aquellos padres y hermanos<br />

, los mandó matar á todos, sin quedar ninguno<br />

, diciendo á gran<strong>de</strong>s voces : Mueran , mueran<br />

los papistas, que van á sembrar falsa doctrina en<br />

LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 10<br />

el Brasil. Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> rendida la nave, llegándose<br />

á ella el mismo Jacques , <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su galeón,<br />

dijo: Echad al mar á esos porros jesuítas , papistas<br />

y enemigos nuestros; y al mismo punto arremetieron<br />

sus soldados, herejes calvinistas como él,<br />

y <strong>de</strong>snudándolos <strong>de</strong> sus pobres sotanas, y dándoles<br />

muchas heridas, y cortando á algunos los brazos,<br />

los echaron en el mar. Y el año siguiente<br />

<strong>de</strong> 1561, otros doce padres y hermanos, que llevaban<br />

al padre Pedro Díaz por superior, ó iban á<br />

la misma jornada , y con el mismo intento <strong>de</strong> publicar<br />

el Evangelio en el Brasil, cayeron en manos<br />

do otro corsario, también francés, tan gran<strong>de</strong><br />

hereje y tan cruel enemigo <strong>de</strong> los católicos, como<br />

Jacques Soria , que se llamaba Juan Cadavillo; y<br />

por su mandado, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberlos tratado con<br />

bárbara y diabólica inhumanidad, y llamádoles<br />

perros, ladrones, papistas y enemigos <strong>de</strong> Dios;<br />

los mandó echar en el mar , queriendo Dios nuestro<br />

Señor regalar y favorecer á los <strong>de</strong> la Compañía<br />

, con poblar el cíelo <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> ella. Cuando<br />

el padre Francisco tuvo nueva <strong>de</strong> la dichosa<br />

muerte <strong>de</strong> estos fuertes guerreros y bienaventurados<br />

hijos suyos, aunque por una parte sintió pena<br />

por la falta que harían en el Brasil; por otra se<br />

regocijó mucho mas, por ver que en su tiempo<br />

se dignaba el Señor aceptar esta ofrenda y sacrificio<br />

<strong>de</strong> sangre que la Compañía le ofrecia, y con<br />

gran ternura y sentimiento se encomendaba á los<br />

muertos, y alababa sus virtu<strong>de</strong>s, y suplicaba á<br />

Dios que diese gracia á los que quedaban . para<br />

seguirlos con efecto , como con el afecto y <strong>de</strong>seo<br />

se le ofrecían.<br />

46 Aunque Dios nuestro Señor se servía tanto<br />

<strong>de</strong>l padre Francisco en el gobierno <strong>de</strong> la Compañía<br />

, como habernos visto, así en la extensión y<br />

acrecentamiento <strong>de</strong> ella, como en la edificación y<br />

fruto que con sus ministerios se seguía en todas<br />

parles ; todavía, como él era tan humil<strong>de</strong> y estaba<br />

tan poco satisfecho <strong>de</strong> sí mismo , siempre le<br />

parecía que no hacia lo que <strong>de</strong>bía á Dios y á la<br />

Compañía , y que estaba mal el gobierno en sus<br />

manos , y que ganaría mucho ella poniéndole en<br />

las manos <strong>de</strong> cualquiera otro : y habiéndose encomendado<br />

muy <strong>de</strong> veras á nuestro Señor, juntó sus<br />

asistentes, y les propuso el <strong>de</strong>seo que tenia <strong>de</strong> convocar<br />

congregación general, para renunciar el cargo<br />

que la misma Compañía le habia encomendado.<br />

No vinieron los padres asistentes en ello: antes le<br />

dijeron que su zelo era bueno; pero que la ejecución<br />

seria dificultosa y contraria á la voluntad <strong>de</strong><br />

Dios , que lo habia puesto en aquel lugar, y favorecídole<br />

maravillosamente con el acrecentamiento<br />

y fruto <strong>de</strong> la Compañía, y provecho y gusto <strong>de</strong> sus<br />

subditos, y satisfacción y edificación <strong>de</strong> los <strong>de</strong> fuera<br />

: que no era su trabajo monos meritorio y acepto<br />

á Dios nuestro Señor, que le seria su oración retirada<br />

y su propia quietud; ni mejor aparejo para<br />

morir en el mirar por sí y su <strong>de</strong>scanso . que el emplearse<br />

en hacer perfectamente el oficio que Dios<br />

le habia encargado. Con esto por entonces se sosegó<br />

, viendo cerradas las puertas á su pretensión,<br />

y que no podria salir con lo que su humil<strong>de</strong> espíritu<br />

con tantas ansias <strong>de</strong>seaba.

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