La leyenda de oro 4.pdf

200 LA LEVEN
ella ol saco de su cuerpo : y manió al dia, tomaría
el día de los tinados, por los muchos sufragios
que por ellos ofrece la santa Iglesia en su conmemoración.
Esto dijo el santo ; y si fué deseo , Dios
se lo cumplió; y si fué profecía, salió verdadera,
de la manera que aquí diré.
22 Descosan Malaquías, que el sumo pontífice
diese el palio á los arzobispos metropolitanos
que había en Hibernia : el uno era el antiguo ardamacano
y primado; y otro, que el arzobispo
Celso habla instituido, y el papa Inocencio II conlirmado
, pata mas fácil gobierno de las almas.
Juntó un concilio, para que en nombre de lodo el
clero, y de la isla , se suplicase esto al papa (que
así había ordenado que se hiciese cuando san Malaquías
estuvo en Boina), y el mismo sanio se encargó
de esta jornada , y de ir en persona á suplicárselo
al papa , que ya era Eugenio 111, discípulo
de san Bernardo y monje de Claraval. Con esle
intento se partió de Irlanda Malaquías: pasó por
Escocia é Inglaterra, alumbrando con su vida,
doctrina y milagros las partes por donde pasaba.
Llegó al monasterio de Claraval, donde fué recibido
de san Bernardo y desús monjes, como tan
amigo unlíguo y vaso escogido de Dios. De allí á
cuatro ó cinco dias , habiendo dicho misa con suma
devoción en público el día del glorioso evangelista
san Lucas, ledió una calentura , y se echó en la
cama, y luego entendió que el Señor le quería
cumplir sus deseos, y tuvo revelación de su muerte,
y dijo que allí acabaría el curso de su peregrinación.
Creció el mal: recibió el viático y la
extremaunción; y para recibirla con mayor humildad
y devoción, bajó de la celda alta, donde
estaba, por su pié á la iglesia, y volvió á la celda:
y con estar la muerte tan cerca, y como llamando
a su puerta, no tenia el rostro amarillo ni enflaquecido,
ni la frente arrugada, ni hundidos los
ojos, ni adiada la nariz , ni los labios cárdenos,
ni traspillados ¡os dientes, ni los oíros accidentes
mortales. Y finalmente, el dia de todos los santos,
habiendo celebrado aquella fiesta tan bienaventurada
y gloriosa , con gran júbilo y alegría de corazón
, y llamado á su presencia á los padres de
aquella casa, y declarádoles que Dios le había
cumplido los deseos de morir en ella , y prometídoles
de acordarse de ellos en el cielo , y echádoles
su bendición, pasada la media noche dio su
espíru al Señor, el aúo de 11V8, á los cincuenta y
cuatro de su edad, en el lugar y en el día que él
mismo había profetizado. Quedó mas como dormido
que como muerto, con un semblante tan
fresco , sereno y angélico , que mas parecía haber
recibido de la muerlo mucha gracia y hermosura,
que fealdad. El sagrado cuerpo fué llevado en
hombros de los abades que habían concurrido de
diversas parles con salmos ó himnos, y cánticos
espirituales , y colocado en la capilla de la sacratísima
Virgen', como él mismo lo había deseado. Y
hallándose allí un muchacho que tenía un brazo
muerto, que le colgaba de la espalda y no le podía
menear, san Bernardo le llamé; y tomándole
del brazo, le hizo locar la mano de san Malaquías,
y luego quedó sano.
ADEOBO. NOVIEMBRE, 3
23 La vida de san Malaquías escribió (como
diurnos) muy á la larga san Bernardo, v le escribió
algunas desús epístolas, que son" las 31o,
310 y 317. Hace de él mención el Martirologio
romano á los 3 de noviembre : porque, aunque el
santo murió á los 2; mas por estar aquel dia la
santa Iglesia ocupada en la conmemoración de
los finados , trasladó al día siguiente el de su glorioso
tránsito.
"* SAN CUARTO, OBISPO.—Fué otro de los
discípulos del Salvador , y se asoció á los apóstoles
en el ministerio de la predicación. Créese quo
fué consagrado por ellos obispo de Nursia. Después
acompañó á Santiago el mayor en su viaje á
España y predicó el Evangelio á los españoles,
compartiendo con el glorioso apóstol las fatigas y
trabajos de su misión. Pocas noticias nos han
quedado de él, pues ignoramos si padeció martirio
, como algunos suponen, y el lugar donde acabó
sus días. El apóstol san Pablo en su epístola á
los romanos, cap. 10, dice estas palabras . «Saludóos,
Cuarto hermano. »
Los SANTOS GERMÁN, TEÓFILO, CESÁREO, Y
VIDAL, MÁRTIRES. — Fueron martirizados en Cesárea
de Capadocia, el año 252, durante la persecución
de Decio. Su martirio fué muy prolongado
; pero ni un solo momento so desmintió su
constancia y su valor.
Los INNUMERABLES MÁRTIRES DE ZARAGOZA.—
A principios del siglo IV, durante la persecución
de Diocleciano, ofrecieron los cristianos de Zaragoza
un ilustre espectáculo do constancia y de viva
le en Jesucristo. Viendo Daciano, prefecto de la
España citerior, quo la matanza que habia hecho
en los cristianos nobles no disminuir» el fervor y
la constancia del pueblo, inventó un medio digno
de su ferocidad para acabar de una vez con los fieles
que allí había. Fingió dar licencia á los cristianos
para quo viviesen eu su religión , con tal
que todos junios saliesen de Zaragoza á avecindarse
en oíros lugares. Al mismo tiempo puso fuera
de la ciudad apostados unos soldados , que en saliendo
los fieles , so echasen sobre ellos de repente,
y los pasasen á cuchillo. Cerráronse todas las
puertas, menos una, la occidental, para que saliendo
lodos por allí, ninguno se escapase. Salieron
en efecto; pero así quo lo hubieron verificado,
vino sobre ellos la pelea de la fó , y de la mano
de Dios recibieron la fidelidad y el premio de ella,
qn-3 es la corona que á los soldados leales do su
milicia tiene guardada en el cíelo. Para quo los
cristianos no recogiesen los cuerpos do aquellos
mártires, Daciano los mandó quemar juntamente
con los de algunos facinerosos, con el fin de que se
mezclasen unas cenizas con otras ; pero Dios frustró
sus intentos. Del fuego salieron los cuerpos do
los malhechores en la misma forma que antes, y
los de los mártires reducidos á una masa muy
blanca , la cual recogieron los fieles y la ocultaron
en ol campo , hasta que restituida la paz á la Iglesia
en tiempo de Constantino, hicieron en el mismo
sitio una iglesia subterránea y en ella los colocaron
, y se llamó osla capilla , ya desdo muy
antiguo , la Iglesia subterránea de las Sanias Mu-