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La leyenda de oro 4.pdf

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OCTUBRE , 11 LA LEYENDA DE ORO. 83<br />

él entendía que eran <strong>de</strong> su voluntad , ó á que los<br />

veia inclinados; y esta obediencia era sencilla,<br />

pronta , alegre y puntual, vistiéndose <strong>de</strong> la voluntad<br />

<strong>de</strong> su superior, y conformándose con su parecer<br />

y juicio. Yendo un dia el prior <strong>de</strong>l convento<br />

mostrando la casa á un gran prelado , encontró<br />

con Fr. Diego Alemán; y volviéndose al prelado,<br />

le dijo la gran<strong>de</strong> religión y observancia <strong>de</strong> Fr. Diego<br />

, especialmente en la virtud <strong>de</strong> la obediencia<br />

: y para prueba , dijo á Fr. Diego : Hijo , partíos<br />

luego con unas cartas <strong>de</strong> muclia importancia<br />

para la ciudad <strong>de</strong> París; que es negocio que no<br />

sufre dilación : y él con gran<strong>de</strong> alegría respondió:<br />

Déme aquí, padre : vamos; y añadió: ¿Podré llegar<br />

á la celda á tomar el báculo y el sombrero?<br />

Era excelente artífice <strong>de</strong> pintar imágenes en las<br />

vidrieras, y para asentar los colores y perfeccionarlos<br />

mas, era menester ponerlas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pintadas<br />

en un hornillo. Una vez, habiendo puesto en<br />

el horno una imagen hermosísima , y siendo necesaria<br />

su presencia para acabarla y darla su perfección<br />

, quiso el prior probar su obediencia , y<br />

mandóle que tomase luego la alforja y la mochila,<br />

y fuese á pedir limosna: y él, sin replicar, ni<br />

hacer caso <strong>de</strong> la ocupación precisa que tenia, obe<strong>de</strong>ció<br />

luego , y pidió limosna; y volviendo <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> muchas horas con ella al monasterio, halló su<br />

imagen tan acabada y perfecta como podia <strong>de</strong>sear.<br />

El mostró la fineza <strong>de</strong> su obediencia; y<br />

Dios suplió su falta , <strong>de</strong> manera , que nunca le sucedió<br />

tan perfectamente su arte como aquella vez.<br />

2 Fué casto por extremo, y conservó la virginidad<br />

toda su vida , y para guardarla , trataba y<br />

domaba su cuerpo ásperamente, afligiéndole con<br />

ayunos, vigilias y oraciones. Guardaba sus ojos<br />

con gran recato y cuidado: nunca estaba ocioso:<br />

y cuando el <strong>de</strong>monio le representaba algún pensamiento<br />

<strong>de</strong> cosa fea, luego acudia á la sagrada pasión<br />

<strong>de</strong>l Señor, y so entraba por sus benditísimas<br />

llagas , y reposaba en ellas, como en un puerto<br />

seguro, no haciendo caso <strong>de</strong> las ondas y alteracio<br />

nes <strong>de</strong>l mar. ¿Qué diré <strong>de</strong> su caridad y compasión<br />

, especialmente para con los enfermos, á los<br />

cuales con gran diligencia y alegría regalaba, y<br />

servia <strong>de</strong> tal manera , que sola su vista los consolaba<br />

, y daba esperanza <strong>de</strong> cobrar salud, y muchos<br />

realmente la cobraban? ¿Qué <strong>de</strong> su oración<br />

y contemplación tan continua y ferv<strong>oro</strong>sa, y <strong>de</strong>l<br />

cuidado <strong>de</strong> rogar á Dios por todos los vivos y difuntos?<br />

El era el primero que se levantaba á maitines,<br />

y en acabándose, se retiraba á algún rincón<br />

apartado secreto , para aten<strong>de</strong>r con mas recogimiento<br />

y quietud al Señor. Cuando amanecía,<br />

rezaba sus horas y oia su misa, ó misas, con maravillosa<br />

ternura y <strong>de</strong>voción. Después se ocupaba<br />

en algún trabajo <strong>de</strong> manos, hasta que la obediencia<br />

le mandaba otra cosa ; estando siempre aparejado<br />

para <strong>de</strong>jar todo lo que tenia entre manos,<br />

en oyendo la voz <strong>de</strong>l superior , como si fuera <strong>de</strong><br />

Dios. Era amiguísimo <strong>de</strong>l silencio, y por maravilla<br />

hablaba sin necesidad. Tuvo don raro <strong>de</strong> paciencia<br />

y sufrimiento : y con haber pa<strong>de</strong>cido tres<br />

muy graves enfermeda<strong>de</strong>s y dolores intensos, nunca<br />

lo quiso <strong>de</strong>scubrir, llevándolos con extraordi­<br />

naria paciencia. Era afable, apacible, grave,<br />

blando y suave en sus palabras y obras. Favorecióle<br />

nuestro Señor con muchas gracias y privilegios.<br />

Fué visto algunas veces orando <strong>de</strong> noche con<br />

el rostro resplan<strong>de</strong>ciendo, y todo su cuerpo vestido<br />

<strong>de</strong> luz. Pero cuanto el Señor mas le regalaba<br />

y favorecía; tanto el <strong>de</strong>monio mas le perseguía<br />

(como suele) y atribulaba. Dióle muchas veces <strong>de</strong><br />

palos, estando en oración, y en otras mil formas<br />

y maneras le tentó y le afligió; pero siempre salió<br />

<strong>de</strong> la batalla victorioso nuestro santo fraile lego,<br />

haciendo burla <strong>de</strong> su enemigo: y con razón; porque<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la pelea el ángel <strong>de</strong>l Señor le aparecía<br />

y le consolaba, y animaba, proponiéndole la<br />

brevedad <strong>de</strong>l trabajo y la eternidad <strong>de</strong>l galardón<br />

que por él se le habia <strong>de</strong> dar. Orando una vez<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> completas <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l altar <strong>de</strong> san Vicente,<br />

le apareció el <strong>de</strong>monio en una figura horrible<br />

y vergonzosa: y haciendo el santo la señal <strong>de</strong><br />

la cruz, <strong>de</strong>sapareció. Otra vez, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> maitines<br />

vio venir una cuadrilla <strong>de</strong> <strong>de</strong>monios con gran<strong>de</strong><br />

algazara y regocijo: llamólos, y conjurólos <strong>de</strong><br />

parte <strong>de</strong> Jesucristo, que le dijesen la causa <strong>de</strong><br />

aquel regocijo: y respondieron, que la causa era,<br />

porque el dia siguiente en una alteración y revuelta<br />

<strong>de</strong>l pueblo habia <strong>de</strong> haber gran<strong>de</strong>s muertes y daños.<br />

Entonces el santo varón se postró <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l<br />

acatamiento <strong>de</strong>l Señor, suplicándole con muchas<br />

lágrimas que no permitiese aquel mal tan gran<strong>de</strong>,<br />

sino que con su benignidad lo atajase, y apaciguase<br />

los ánimos <strong>de</strong> los ciudadanos, y les diese entera<br />

paz y quietud; y así lo alcanzó, y el <strong>de</strong>monio quedó<br />

burlado. Mas en acabando esta oración, y entrando<br />

en su celda para <strong>de</strong>scansar un poco, vio una<br />

gran muchedumbre <strong>de</strong> molestísimos cuervos que<br />

graznaban , y con los picos y las uñas querían embestir<br />

con él: armóse con la señal <strong>de</strong> la cruz; y<br />

toda aquella manada <strong>de</strong> aves <strong>de</strong> rapiña <strong>de</strong>sapareció.<br />

Una vez, estando en oración, se arrobó y trasportó<br />

, y quedó sin sentidos, como muerto; y<br />

<strong>de</strong> esta manera le hallaron sus frailes , y procuraron<br />

hacerle volver en sí: aunque á él le pesó harto<br />

que le hubiesen hallado y privado <strong>de</strong> aquella suavísima<br />

contemplación y <strong>de</strong>leite en que estaba.<br />

3 Había ya llegado á edad <strong>de</strong> ochenta y cuatro<br />

años, y dióle una enfermedad : y entendiendo<br />

que habia <strong>de</strong> morir <strong>de</strong> ella . se confesó generalmente,<br />

y se aparejó (aunque siempre estaba aparejado)<br />

para aquella jornada : y habiendo compuesto<br />

<strong>de</strong>centemente sus píes y manos, y todo el cuerpo, dio<br />

su espíritu al Señor, quedandoel rostro con un color<br />

y alegría maravillosa, y mas <strong>de</strong>l cielo , que <strong>de</strong> la<br />

tierra. Fué su muerleá los 11 <strong>de</strong>octubre<strong>de</strong>l año <strong>de</strong>l<br />

Señor <strong>de</strong> 1491. Luegose oyó por toda la ciudad <strong>de</strong><br />

Bolonia una voz que <strong>de</strong>cia , que los que quisiesen<br />

ver al santo varón , que habia pasado <strong>de</strong> esta vida,<br />

fuesená la iglesia <strong>de</strong> Santo Domingo. Con esta voz<br />

se movió toda la ciudad , y concurrió innumerable<br />

gente á su entierro. Enterráronle en el capítulo<br />

menor <strong>de</strong> los frailes; mas como Dios nuestro Señor<br />

obrase por él gran<strong>de</strong>s maravillas y prodigios , y<br />

diese salud á los enfermos <strong>de</strong> varias y graves dolencias,<br />

que á él se encomendaban, y la gente,<br />

especialmente las mujeres, no pudiesen entrar al

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