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OCTUBRE , 27 LA LEYENDA DE ORO. 105
alabanzas al Señor. En Yicli (Cataluña) son muy
venerados los santos Luciano y Marciano, que
suenan como mártires de dicha ciudad.
SA.N QUODVULTDEO , OBISPO Y CONFESOR.—San
Quodvulldeo fué obispo de Carlago, en África, y
zeloci'simo defensor de las doctrinas católicas. Su
zelo fué la causa de que por orden del rey Gense-
•rico , que favorecia el partido de los arríanos, lo
prendieron á él y á todo el clero de su Iglesia , y
habiéndoles hecho padecer muchos trabajos , al fin
los metieron á todos en naves viejas, sin remos y
sin velas, y las condujeron hasta alia mar, donde
las abandonaron. El Señor, que cuida siempre de
sus siervos, dirigió aquellas frágiles embarcaciones
al puerto de Ñapóles, y en un destierro do
aquel país murió el venerable obispo, siendo ilustre
confesor do Jesucristo.
SAN RUSTICO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació en
la (¡alia Narbonense por los últimos años del reinado
de Teodosio el Grande. Fué hijo de padres
muy cristianos, que cuidaron mucho de su educación
, y lo enviaron á Roma á perfeccionarse en
las ciencias, que ya habia estudiado con los mus
acreditados maestros de las Galias. Cuando Rústico
volvió á su patria, abrazó la vida monástica,
y el año 4-12, san Gerónimo le escribió una carta
en que lo daba excelentes instrucciones sobre la
conducta que debía observar en el nuevo estado,
y sobro los medios que debía emplear para adquirir
y conservar las virtudes. Rústico estaba entonces
en un monasterio de Marsella, y fué ordenado
sacerdote por su obispo. El año 427 ó 430,
era ya tan conocido su mérito, que fué elevado á
la silla episcopal de Narbona , dignidad que hizo
resaltar sus sólidas virtudes, y que le colocó en el
rango de los prelados mas distinguidos de su tiempo.
Trabajó con zelo en el arreglo espiritual y temporal
de su rebaño; estableció cátedras públicas
para enseñar las sagradas Letras; recibió con
amor y caridad á los cristianos de África y de la
Mauritania , que la tiranía de los vándalos obligó á
emigrará las Galias; asistió á varios concilios,
construyó una gran basílica en Narbona, y murió
en el Señor, el año 402.
SAN RERNWARDO Ó BERNARDO, ORISPO Y CON­
FESOR.— Descendiente este sanio de una familia
ilustre de Alemania , recibió una brillante educación
, é hizo raros progresos en las ciencias y la
virtud. Después recibió las sagradas órdenes del
arzobispo do Maguncia, y fué nombrado preceptor
del príncipe hijo de Otón III. En 993 fué consagrado
obispo de llildesheím, granjeándole sus ilustradas
virtudes el respeto y cariño de sus diocesanos.
Prestó grandes servicios al emperador Otón III,
que buscaba siempre su consejo y parecer en los
consejos mas graves, y esla confianza la hizo servir
principalmente en beneficio de los pueblos que
le estaban confiados. Después de la muerte de
Otón , san Enrique le dispensó la misma deferencia
v amistad , y le hizo el dispensador de los beneficios
del trono. Ocupado Bernwardo en inocular
el bien délos pueblos, y en promoverlos
intereses de la Iglesia , fué de repente atacado de
una grave enfermedad , que le hizo sufrir mucho
durante algunos años, la cual recibió el santo como
una prueba que le enviaba el Señor para purificar
su alma. Hizo donación de iodos los bienes do
su patrimonio particular al monasterio de San Miguel
que habia fundado , y en el que lomó el hábito
monástico el último año de su vida , y murió
en él santamente el dia 20 de noviembre de!
año 1021. El papa Celestino III le canonizó solemnemente
en ll'J't, y poco después se hizo la
solemne traslación de sus reliquias á la catedral
de su diócesis , donde se conservan.
SAN GAUDIOSO, OBISPO Y COXFESOR. — Es el
mismo san Gaudioso que hemos puesto en el día 28
de este mismo mes , y que, en opinión de Baronio,
fué duplicado en distintos dias por los antiguos
Martirologios.
SAN FUI.CO, OBISPO Y CONFESOR.—Floreció
siendo obispo de Pavía en el siglo YI v murió en
paz en medio de su rebaño, al cual santificó con
sus instrucciones y ejemplos.
SAN CUADRAGÉSIMO, CONFESOR. — Fué subdiácono
de la Iglesia de Roma , y admiró á aquella
ciudad por sus virtudes y milagros, entre los cuales
se cuenta la resurrección de un muerto. San Gregorio
, papa , en su libro de los Diálogos, había de
él con elogio, y da cuenta de algunos de sus portentos.
Mía 2?.
Los SANTOS VICENTE , SABINA , Y CRISTETA ,
MÁRTIRES.-—Andando el presidente Daciano por
las ciudades y pueblos de España, derramando
sangre de cristianos v como una fiera tigre , relamiéndose
en ella , para dar contento á los emperadores
Diocleciano y Maximiano , que le habían
enviado , para que con todas sus fuerzas procurase
extinguir y arrancar del mundo nuestra sania religión;
llegó á Elvora, que algunos dicen que es
Evora, ciudad de Portugal, y otros (y es lo mas probable)
que esTalaverade la Reina , villa bien conocida
, doce leguas de la ciudad de Toledo. Entrando,
pues, el presidente Daciano en Elvora,
supo que habia allí un mancebo que se llamaba
Vicente , cristiano , y de loables costumbres: mandóle
llamar: v como le vio de tan gentil disposición
y presencia, aficióneselo, y movido de una
falsa compasión le comenzó á hablar blandamente,
y á persuadirle que se doliese de sí mismo,
y no quisiese perder la vida por Crislo , que por
pública sentencia habia sido crucificado. No pudo
el santo mozo sufrir las palabras del presidenle,
por ser blasfemas, é injuriosas contra Crislo
nuestro Redentor: v encendido de un fervoroso
zelo , le respondió gravemente , por hablar de aquella
manera contra aquel Señor que debia adorar y
reconocer por Dios, si no estuviera ciego y poseído
del demonio. Respondióle Daciano, que porque
era mozo , v no tenia perfecta prudencia, le perdonaba
aquel descomedimiento; pero que como
padre le acivertia que sacrificase á los dioses, para
no morir. El glorioso mártir le dijo: Aquellos carecen
verdaderamente de prudencia y de juicio,
que adoran ó las estatuas de piedra , de madera y