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La leyenda de oro 4.pdf

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OCTUBRE , 10 LA LEYENDA DE ORO.<br />

47 Al mismo tiempo qué el padre trataba <strong>de</strong> negocios <strong>de</strong> sus casas y provincias Y aunque el<br />

tiempo era corto y ocupado , todavía el padre los<br />

oyó y <strong>de</strong>spachó con mucha consolación <strong>de</strong> sus almas,<br />

y provecho <strong>de</strong> sus subditos. Habiendo concluido<br />

con el rey católico, partieron para Portugal,<br />

y <strong>de</strong> allí (<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sido recibido<br />

el legado <strong>de</strong>l rey don Sebastian con gran<strong>de</strong> aparato<br />

y magnificencia, y el padre Francisco con<br />

extraordinario amor y favor), <strong>de</strong>spachados los negocios<br />

comunes y particulares que el padre Francisco<br />

llevaba á su cargo ; volvieron <strong>de</strong> Lisboa a<br />

Madrid: y habiendo estado pocos dias en ella, tomaron<br />

su camino para Francia , acompañándolos<br />

hasta la raya don Fernando <strong>de</strong> Borja , por or<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong>l rey católico, que quiso que á la entrada y á la<br />

salida <strong>de</strong> sus reinos, acompañase y sirviese el hijo<br />

á su padre.<br />

retirarse y <strong>de</strong>jar el cargo <strong>de</strong> prepósito general, el<br />

Señor queria que llevase aquella carga, y añadirle<br />

otra sobrecarga <strong>de</strong> una larga y trabajosa peregrinación;<br />

porque la santidad <strong>de</strong> Pió V para resistir<br />

á Selim , gran turco, que se había apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>l<br />

reino <strong>de</strong> Chipre, y con esla victoria estaba muy<br />

insolente, y amenazaba gran ruina á la cristiandad<br />

, a suplicación <strong>de</strong> la república <strong>de</strong> Venecia,<br />

procuró que se hiciese una liga entre su santidad,<br />

el rey católico <strong>de</strong> España don Felipe II, y la misma<br />

república <strong>de</strong> Yenecia , para resistir al común y<br />

fiero enemigo: y para confirmar mas la liga, y<br />

acrecentarla con nuevas fuerzas <strong>de</strong> otros reyes y<br />

príncipes cristianos, envió al car<strong>de</strong>nal Alejandrino<br />

, su sobrino, por legado á los reyes <strong>de</strong> España,<br />

Francia y Portugal; y quiso que el padre Francisco<br />

acompañase en esta jornada al legado, y le sirviese<br />

con su autoridad y pru<strong>de</strong>ncia, y ayudase á tratar<br />

con los reyes los negocios <strong>de</strong> que iba encargado.<br />

Envió el rey católico á la entrada <strong>de</strong> Cataluña á<br />

recibir al legado á don Fernando <strong>de</strong> Borja, hijo <strong>de</strong>l<br />

mismo padre Francisco, con quien le escribió el<br />

rey el gusto y contentamiento gran<strong>de</strong> que tenia <strong>de</strong><br />

su venida. Vinieron por Barcelona á Valencia,<br />

don<strong>de</strong> salió á recibir á su padre el duque <strong>de</strong> Gandía<br />

don Carlos <strong>de</strong> Borja, y <strong>de</strong>spués su hijo don<br />

Francisco , marqués <strong>de</strong> Lombay , y here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> su<br />

casa, acompañado <strong>de</strong> la flor <strong>de</strong> la caballería <strong>de</strong><br />

Valencia: el cual, en viendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos á su<br />

abuelo , se apeó con toda su gente, é hincadas las<br />

rodillas , le besó la mano y pidió su santa bendición<br />

; y <strong>de</strong> la misma manera llegaron los otros caballeros<br />

y criados antiguos <strong>de</strong> su casa. Pero el<br />

padre Francisco, con la honra que le hacian , se<br />

halló tan atajado y confuso, que no vio la hora <strong>de</strong><br />

escabullirse <strong>de</strong> ellos y <strong>de</strong> la otra gente que también<br />

le venia á recibir; y así con solos los padres<br />

que traía en su compañía, se <strong>de</strong>svió <strong>de</strong>l camino<br />

real, y por sendas secretas se entró en Valencia,<br />

y se vino á su colegio <strong>de</strong> la Compañía, don<strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong> ella le estaban aguardando. Fué tan gran<strong>de</strong> la<br />

instancia que el patriarca arzobispo don Juan <strong>de</strong><br />

Ribera y la ciudad <strong>de</strong> Valencia le hicieron que<br />

predicase en ia iglesia mayor , que no lo pudo excusar;<br />

y fué tan extraordinario el concurso <strong>de</strong> la<br />

gente <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong> la ciudad al sermón,<br />

que el mismo padre apenas pudo subir al pulpito:<br />

y quedaron todos admirados <strong>de</strong> lo que oyeron y<br />

vieron. Nunca pudieron acabar con él que se llegase<br />

á Gandía , con no estar mas <strong>de</strong> nueve leguas<br />

<strong>de</strong> Valencia: pero <strong>de</strong> ella y <strong>de</strong> todo su estado vinieron<br />

muchos á ver á su antiguo señor.<br />

48 En la corte <strong>de</strong>l rey don Felipe fué muy<br />

bien recibido , regalado y favorecido <strong>de</strong> su majestad<br />

, con quien trató el padre Francisco algunos<br />

otros negocios <strong>de</strong> mucho servicio <strong>de</strong> nuestro<br />

Señor, que su santidad particularmente a él le<br />

habia encomendado. Fué muy visitado <strong>de</strong> todos<br />

los gran<strong>de</strong>s y señores, y tuvo tantas ocupaciones,<br />

que no lo <strong>de</strong>jaban respirar. Acudieron también los<br />

superiores do las provincias y colegios <strong>de</strong> la Compañía<br />

, que pudieron, <strong>de</strong> España, para ver al que<br />

tanto amaban y reverenciaban, y tratar con él los<br />

TOMO IV.<br />

49 En Francia hallaron en Bles al rey Carlos<br />

IX y á la reina Catalina, su madre, bien fatigados<br />

y afligidos; porque á la sazón en aquel<br />

reino no habia sino armas, latrocinios, rebeliones<br />

y <strong>de</strong>sobediencias á sus reyes , causadas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sobediencia<br />

que los herejes tienen á Dios. Estaban<br />

en muchas partes las iglesias <strong>de</strong>siertas y arruinadas,<br />

y los católicos oprimidos y perseguidos do<br />

los herejes. Exhortó el padre Francisco á los reyes<br />

con vivas razones á conservar en su reino la<br />

fó católica, mostrándoles que si ella se perdía,<br />

también se per<strong>de</strong>ría el mismo reino , y dándoles<br />

otros avisos y santos consejos, todos en<strong>de</strong>rezados<br />

al mismo fin, los cuales oyeron los reyes con mucha<br />

atención , rogándole que los encomendase á<br />

nuestro Señor en sus oraciones, y que le suplicase<br />

que alzase la mano <strong>de</strong>l castigo <strong>de</strong> aquel reino, quo<br />

estaba tan fatigado y diviso; y la reina madre con<br />

gran instancia y <strong>de</strong>voción le pidió un rosario que<br />

llevaba en la cinta ; y finalmente mostró quererle<br />

contantas veras, que se ledió. Con esto, y con haber<br />

tratado el legado los negocios públicos, se partieron<br />

<strong>de</strong> la corte <strong>de</strong> Francia para Italia : y habiendo<br />

llegado el padre á un lugar en que no halló sino<br />

un templo yermo y asolado, que tenia solo un altar<br />

<strong>de</strong> piedra en pié, y dicho misa en el dia <strong>de</strong> la<br />

Purificación <strong>de</strong> nuestra Señora , le asaltó un recio<br />

acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> frió y calentura , que le causó , no<br />

tanto el rigor <strong>de</strong>l tiempo , cuanto la impresión que<br />

le hizo el ver aquel templo <strong>de</strong>struido , y un reino<br />

tan po<strong>de</strong>roso y tan cristiano, en tan lastimoso y<br />

calamitoso estado. Des<strong>de</strong> aquel dia <strong>de</strong> la Purificación<br />

nunca mas se pudo tener en pió. Lleváronle<br />

por el estado <strong>de</strong> Saboya hasta Turin, con gran<br />

cuidado y regalo; porque el duque le envió médico<br />

, medicinas y criados <strong>de</strong> su casa para que le<br />

sirviesen. En Turin, no pudiendosu humil<strong>de</strong> y pobre<br />

espíritu sufrir el tratamiento y regalo <strong>de</strong> su persona,<br />

que el duque le mandaba hacer, se embarcó<br />

en una barca bien a<strong>de</strong>rezada hasta Ferrara, don<strong>de</strong><br />

el duque don Alonso <strong>de</strong> Este, su primo, lo tuvo<br />

algunos meses . haciéndole curar , regalar y servir<br />

como si fuera su propio padre. Mas como él<br />

entendió que se llegaba el tiempo <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> la<br />

cárcel <strong>de</strong>l cuerpo, ó ir á gozar <strong>de</strong>l sumo Bien,<br />

<strong>de</strong>seando morir en Roma, se partió <strong>de</strong> Ferrara; y<br />

pasando por la santa casa <strong>de</strong> Nuestra Señora do<br />

10<br />

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