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La leyenda de oro 4.pdf

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2GV LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 13<br />

en la plaza , vino á él nn enfermo que buscaba á<br />

san Marlin para que le diese, salud: y preguntólo<br />

si sabia don<strong>de</strong> eslaba . porque no le podia hallar:<br />

y respondió Bricio : Si buscas aquel loco, veslo<br />

allí lejos don<strong>de</strong> está mirando como insensato , según<br />

costumbre , al cielo. Fué el enfermo al sanio,<br />

y luego alcanzó <strong>de</strong> él lo que <strong>de</strong>seaba ; y san Martin<br />

vino á Bricio , y le dijo : Así, ¿qué te parezco<br />

insensato? Espantóse entonces Bricio , y confundióse<br />

oyendo eslas palabras, y comenzó ó negar<br />

haberlas dicho, y el santo le respondió: No lo<br />

niegues; que aunque estaba lejos, mi oreja eslaba<br />

pegada á tu boca cuando las dijiste. Quiero quo<br />

sepas que he alcanzado <strong>de</strong> Dios que me sucedas en<br />

el obispado ; pero con gran trabajo tuyo . porque<br />

has <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer en él mucho. Oyendo oslo Bricio,<br />

dijo: Ahora si que conozco que es verdad lo quo<br />

dije, y que este viejo es loco. En suma murió san<br />

Martin , y por voluntad <strong>de</strong> Dios Bricio le sucedió<br />

en el obispado. Entonces, como quien <strong>de</strong>spierla<br />

<strong>de</strong> un profundo sueño, comenzó á pensar v rumiar<br />

lo que le habia dicho san Martin, y ó darse<br />

á la oración , y hacer bien el oficio <strong>de</strong> prelado;<br />

porque aunque era soberbio y vano , tenia fama <strong>de</strong><br />

honesto y casto. Treinta y tres años habia sido<br />

obispo , cuando se levantó una terrible tempestad<br />

para que se cumpliese enteramente lo que san<br />

Marlin le habia profetizado que seria obispo, y<br />

pa<strong>de</strong>cería mucho, llabia una mujer, que en hábito<br />

<strong>de</strong> religiosa lavaba la ropa <strong>de</strong>l obispo : mudó el<br />

hábito: concibió y parió. Publicóse este hecho<br />

por la ciudad; y todo el pueblo, sin mas averiguación<br />

echó la culpa al obispo , tan loca y furiosamente,<br />

que lo quisieron apedrear, clamando<br />

que hasta allí la piedad <strong>de</strong> san Marlin había cubierto<br />

su lujuria , y que nunca Dios permitiese que<br />

besando aquellas manos sacrilegas , ellos quedasen<br />

mancillados. No bastaba razón ninguna contra' el<br />

furor <strong>de</strong>l pueblo, ni por mas que Bricio negase<br />

aquel <strong>de</strong>lilo, y jurase que era mentira y calumnia,<br />

todo lo que le imponían, no habia hombre que lo<br />

creyese, y que no se tapase los oídos. Finalmente,<br />

mandó Bricio que allí <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> todos le trajesen<br />

al niño, que la mujer habia parido, y á la sazón<br />

era <strong>de</strong> treinta días; y teniéndole allí presente lo<br />

dijo: Yo te mando en nombre <strong>de</strong> nuestro Señor<br />

Jesucristo, que si yo soy tu padre, lo digas aquí<br />

<strong>de</strong>lante do toda esta gente. Y el niño respondió:<br />

No eres tú mi padre. Comenzó el pueblo á pedir<br />

y apretar á Bricio , que preguntase al niño, quién<br />

era su padre. Eslo no me toca á mi , sino á vosotros:<br />

yo ya he hecho lo que conviene á mi persona.<br />

No bastó un tan claro y evi<strong>de</strong>nte milagro<br />

para que aquella gente alb<strong>oro</strong>tada y ciega se sosegase;<br />

antes atribuyendo la virtud <strong>de</strong> Dios á hechizos<br />

y malas arles, le daban empellones, y á<br />

una voz clamaban: No queremos que seas mas<br />

nuestro falso pastor. Tomó san Ijricio brasas encendidas<br />

en su vestido, y fuese con el pueblo hasla<br />

el sepulcro <strong>de</strong> san Martin , y allí las arrojó, quedando<br />

su ropa enlera y sin quemarse , y diciendo<br />

él: Así como eslu ropa mia no se ha quemado<br />

con el fuego . así mi cuerpo está exento <strong>de</strong> la carnal<br />

concupiscencia.<br />

3 ¿A quién no convencieran y ablandaran estos<br />

dos milagros? Pero el pueblo (permitiéndolo así<br />

el Señor) no se ablandó; antes le echó ignominiosamente<br />

<strong>de</strong> su Iglesia , y puso por obispo en su lugar<br />

á un clérigo que se llamaba .lustiniano.<br />

i Echado san Bricio <strong>de</strong> su silla , se fué ó Roma<br />

á dar cuenta al sumo pontífice <strong>de</strong> su trabajo , confesando<br />

clara y lisamente , que era castigo <strong>de</strong> Dios<br />

por no haber creído á los milagros que él obraba<br />

por san Marlin , y por haberle tenido y llamádole<br />

insensato. El falso obispo Justiniano , para asegurar<br />

su partido , y volver por sí, se partió también<br />

para Roma ; y llegando á Vercelli, en el Piamonle<br />

murió miserablemente ; y los <strong>de</strong> Tours nombraron<br />

otro en su lugar, por nombre Armónico. Mandó el<br />

papa averiguar el caso: y sabiondo la verdad lo<br />

favoreció , y al cabo <strong>de</strong> siete años mandó á Bricio<br />

quo volviesen á su Iglesia , como obispo verda<strong>de</strong>ro<br />

<strong>de</strong> ella, confirmado con autoridad apostólica. El<br />

lo hizo; mas no quiso entrar en Turs : antes<br />

se quedó en una al<strong>de</strong>a , seis millas cerca <strong>de</strong> la<br />

ciudad. Dio luego una calenlura á Armónico, tan<br />

recia que ó media noche le acabó , y Bricio tuvo<br />

revelación <strong>de</strong> ello; y luego á la mañana dijo á sus<br />

compañeros: Vamos á enterrar á nuestro obispo<br />

<strong>de</strong> Turs, cuyo cuerpo sacaban para enterrarle,<br />

por una parle <strong>de</strong> la ciudad , al tiempo que Bricio<br />

entraba por otra. Con esto volvió Bricio á su silla,<br />

y vivió pacíficamente en ella otros siete años: y habiéndola<br />

gobernado cuarenta y siete, dio su espíritu<br />

al Señor, y la Iglesia le celebra por santo. IJace<br />

mención <strong>de</strong> él el Martirologio romano , y el <strong>de</strong> Beda<br />

, Usuardo y Adon á los 13 <strong>de</strong> noviembre. Escriben<br />

<strong>de</strong> él san Severo Sulpicio y Venancio Fortunato<br />

en la Vida <strong>de</strong> san Martin , y san Gregorio<br />

Tnronense , lib. n, cap. 21 , y bb. x, cap. 31,<br />

<strong>de</strong> la Historia <strong>de</strong> Francia, y <strong>de</strong> eslos amores so<br />

sacó esta vida : y <strong>de</strong> ella po<strong>de</strong>mos apren<strong>de</strong>r lo quo<br />

vale la pacieiuia y la oración <strong>de</strong> los santos para<br />

con Dios; pues por la <strong>de</strong> san Marlin perdonó ó<br />

hizo santo á Bricio : y quo ni el que está en pié , so<br />

pue<strong>de</strong> tener por seguro que no caerá ; ni el quo<br />

está caido, pensar que no se podrá levantar; qne<br />

lo uno y lo olro vemos, como pintado en esta vida<br />

<strong>de</strong> Bricio: y juntamente aunque nuestro Señor perdona<br />

las injurias que los hombres hacen á sus santos;<br />

pero que también quiere que las paguen y purguen<br />

en esla vida, dándoles trabajos y penas. Todo<br />

esto nace <strong>de</strong>ja misericordia infinita y piedad <strong>de</strong>l<br />

Señor.<br />

SANTA MAXELENDE, VIRGEN Y MÁRTIR.—En<br />

la provincia do Cambray , que es en ios estados <strong>de</strong><br />

Flaiv<strong>de</strong>s, hubo dos caballeros casados que se llamaban<br />

Ilumbino y Ameltru<strong>de</strong>, personas ¡lustres,<br />

ricas y piadosas, <strong>de</strong> la cuales nació santa Maxelen<strong>de</strong><br />

: cuya vida referida por el P. Fr. Lorenzo<br />

Surio en su sexlo lomo fué <strong>de</strong> esla manera. Des<strong>de</strong><br />

niña mostró que la gracia <strong>de</strong>l Señor singularmente<br />

la había escogido por esposa, y con su buena inclinación<br />

y cuidado , (pie tuvieron sus padres en<br />

criarla en temor do Dios, se entregó totalmente á<br />

la virtud , dando <strong>de</strong> mano á las galas , afeites, entretenimientos<br />

y gustos <strong>de</strong> las otras doncellas , sus<br />

iguales, Era hermosa por extremo , y no menos

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