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OCTUBRE , 13 LA LEYENDA DE ORO
Aurelia, en el cementerio de Calepodio, á los 14
de octubre, en que la santa Iglesia celebra la fiesta
de san Calixto. Fué el martirio de este santo el
año del Señor de 226, imperando el ya dicho
Alejandro Severo.
* SAN DONACIANO, OBISPO Y CONFESOR.—
Este santo , de cuya vida nada sabemos , fué el
VIH obispo de Rheims y murió por los años
de 389. Créese que fué enterrado en la iglesia de
San Agrícol, que después se ha llamado de San
Nicasio. Su culto llegó á hacerse célebre principalmente
después de la traslación de sus reliquias
á Flandes , efectuada á mediados del siglo IX. El
conde Balduíno , que las habia recibido del rey
Carlos el Calvo , las colocó en la catedral de Bruges,
donde se conservan.
SANTO DOMINGO LORICATO, CONFESOR. — Fué
natural de Italia , y habiendo manifestado en su
juventud grandes deseos de abrazar el estado eclesiástico
, compraron sus padres una prebenda y
lograron que fuese ordenado sacerdote. Conociendo
desde luego el grave pecado que en esto
se habia cometido contra las leyes de la Iglesia,
negóse á ejercer ninguna función de su nuevo ministerio
, y formó la resolución de consagrarse á
los ejercicios de la mas rigurosa penitencia. Después
de haber pasado algunos años solo en una
ermita desierta , fué á asociarse á unos santos solitarios
que vivían eii los montes Apeninos, y muy
luego los adelantó á todos en austeridad. Algunos
años después dejó también aquella mansión , para
entrar en un monasterio de camaldulenses, que dirigía
á la sazón san Pedro Damián. Aquí como en
todas partes fué la admiración y el pasmo de
cuantos le veían por los rigores con que se castigaba
y por la severidad con que juzgaba todas sus
acciones. Su continua ocupación era rezar el Salterio
, y san Pedro Damián dice que hubo días en
que lo recitó nueve veces seguidas. Este ejercicio
lo continuó hasta su santa muerte, acaecida el
dia 14 de octubre de 1060.
SANTA FORTUNATA , VIRGEN Y MÁRTIR.—Era
de Cesárea, en Palestina, hija de padres infieles;
pero abrazó y practicó la religión cristiana á pesar
de cuantos obstáculos se le opusieron. Durante la
persecución del emperador Diocleciano, habiéndose
negado reiteradamente á obedecer los edictos
contra la Iglesia , fué puesta en el potro, después
echada á una hoguera, y luego entregada á las
fieras, de cuyos tormentos la sacó libre el Señor,
y últimamente los paganos la degollaron, conquistando
de este modo la palma de la virginidad
y la corona del martirio. Sus sagradas reliquias
fueron posteriormente conducidas á Ñapóles, en
cuya ciudad se conservan muy veneradas y glorificadas
con abundancia de milagros.
Los SANTOS CARPONIO, EVARISTO, Y PRISCIA-
NO , MÁRTIRES. —Eran hermanos de la mencionada
santa Fortunata, por cuyo medio habian
conocido la fé y la habían abrazado. Sabiendo
que su hermana se hallaba presa y que iba á ser
martirizada, acudieron al lugar del martirio, y
habiendo confesado públicamente el nombre de
Jesucristo, fueron asociados á la ilustre Fortu-
TOMO 1Y.
nata , siendo degollados juntamente con ella en la
misma ciudad de Cesárea, su patria, el año 306 de
Jesucristo.
Los SANTOS SATURNINO Y LUPO Ó LOPE.—
Créese que estos santos , de quienes apenas nada
se sabe, derramaron su sangre por la fé de
Jesucristo en Palestina, en el siglo I de la Iglesia.
SAN GAUDENCIO , OBISPO Y MÁRTIR.— Fué natural
de Italia y muy versado en los estudios sagrados
y en los asuntos de controversia. Era obispo
de Rimini cuando se tuvo en esta ciudad un conciliábulo
para autorizar la doctrina de Arrio: el
santo se presentó en él, y peroró con tanta energía
y tanta fuerza de razones contra los herejes,
que estos queda-ron confundidos y sus planes desbaratados.
Pero el emperador Constancio, que favorecía
á los partidarios de Arrio, se vengó del
santo obispo , haciéndole prender y maltratar por
sus soldados, y por fin fué asesinado con bárbara
crueldad.
SAN FORTUNATO, OBISPO Y CONFESOR.—San
Gregorio el Grande en su libro Dialogorum, cap.
20 , dice de este santo , que fué dotado de maravillosa
virtud para lanzar los demonios. Efectivamente,
en la historia de su vida escrita por un
autor contemporáneo, vemos multiplicadísimos
milagros obrados por el santo á este efecto. lo
cual le atrajo las bendiciones de todos los fieles y
la veneración de la Iglesia. San Fortunato fué
obispo de Todi, y floreció en tiempo del emperador
Justiniano . cuando Totila, rey de los godos,
invadió la Italia, de cuyo azote libertó el santo
pastor á su ciudad episcopal por medio de sus oraciones
y ruegos. Su cuerpo fué sepultado en Todi,
y después trasladado á Francia en tiempo del emperador
Otón, el año 969.
SAN RÚSTICO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué el
XIII obispo de Tréveris, apacentando su rebaño
por los pastos de la vida eterna. La gloria de su
pontificado consiste principalmente en los asiduos
trabajos que empleó para la abolición completa
del culto de los ídolos en su diócesis. El Señor le
concedió la gracia de ver sus ardientes deseos realizados
y coronadas con un resultado feliz sus laboriosas
misiones. Molano dice que san Rústico
murió en paz por los últimos años del siglo IV,
líia ta.
SANTA TERESA DE JESÚS , VIRGEN Y FUNDA­
DORA.— Nació la seráfica madre santa Teresa de
Jesús, para bien de innumerables almas, en la ciudad
de Avila, que es una de las principales de
España, año de 1515, á 28 del mes de marzo,
de padres nobles y devotos cristianos. Su padre se
llamó Alonso de Cepeda , y su madre doña Beatriz
de Ahumada. Criáronla en santas costumbres
y temor de Dios, y ella mostró desde niña muy
buen natural, y grande inclinación á la virtud,
dando señales de lo que después habia de ser.
Siendo de siete años, aprendió con tanta viveza
la eternidad de la gloria y penas del infierno, que
repetía ó menudo y con gran ponderación : Para
siempre, para siempre, para siempre. Entretela
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