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La leyenda de oro 4.pdf

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KOYIEJIBIiE , Vi LA LEYENDA DE ORO. 27: i<br />

la Virgen María . Madre <strong>de</strong> Dios , por muchísimos<br />

beneficios que con piadoso aféelo confiesa haber<br />

recibido <strong>de</strong> su mano, que se celebre lodos los<br />

años en alguna <strong>de</strong> las dominicas <strong>de</strong> noviembre una<br />

fiesla particular que se llame <strong>de</strong>l Palrocmio do la<br />

bienaventurada Virgen Muría: Nosotros, alabando<br />

muchísimo en el Señor el piadoso intento <strong>de</strong>l mismo<br />

rey Felipe , y <strong>de</strong>seando hacerle especiales favores<br />

y gracias, inclinados á sus súplicas hechas<br />

á Nos cobre este particular, con autoridad apostólica<br />

, por el tenor <strong>de</strong> las presentes letras conce<strong>de</strong>mos<br />

á los amados hijos, clero secular y regular<br />

<strong>de</strong> los dichos reinos <strong>de</strong> España, que en alguna<br />

dominica <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> noviembre que ha <strong>de</strong> señalar<br />

el ordinario , puedan celebrar lodos los años fiesta<br />

<strong>de</strong>l Patrocinio do la bienaventurada siempre Virgen<br />

María, con oficio <strong>de</strong> dúplex, ele. Fuera <strong>de</strong> esto,<br />

para aumentar la <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> los fieles y la salud<br />

<strong>de</strong> las almas con los celestiales tes<strong>oro</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia<br />

, movidos <strong>de</strong> piadosa caridad , conce<strong>de</strong>mos misericordiosamente<br />

en el Señor indulgencia plenaria<br />

y remisión <strong>de</strong> lodos sus pecados á todos los<br />

fieles <strong>de</strong> Cristo , así hombres como mujeres, que<br />

verda<strong>de</strong>ramente penitentes, confesados y comulgados,<br />

en esto dia asistieren á la misa solemne, y<br />

en ella rogaren á Dios por la paz entre los príncipes<br />

cristianos , extirpación <strong>de</strong> las herejías y exaltación<br />

<strong>de</strong> la santa madre Iglesia, etc. Dada en<br />

Roma sub cumulo piscaloris, á 28 <strong>de</strong> julio<br />

<strong>de</strong> ÍG56, en el segundo <strong>de</strong> nuestro pontificado.»<br />

9 Por la piedad <strong>de</strong> nuestros reyes , y con el<br />

ubileo tle su santidad, se ha hecho esta fiesta una<br />

<strong>de</strong> las mas solemnes que se celebran á nuestra<br />

Señora en España: y po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir aquí muy á<br />

tiempo lo que dice Jorge Nicomediense , autor antiguo<br />

y muy grave, en un sermón <strong>de</strong> la Virgen,<br />

hablando con ella: «Embaraza con tus ruegos las<br />

guerras que so han movido contra tu pueblo. No<br />

hallamos socorro mas po<strong>de</strong>roso que tu socorro.<br />

Solamente el po<strong>de</strong>r do tu Hijo es mayor que el<br />

luyo; pero los beneficios que recibimos <strong>de</strong> tu Hijo,<br />

por tu medio los recibimos Bien sabes que estriba<br />

en tí loda la esperanza <strong>de</strong>l pueblo cristiano;<br />

haz que no se frustre su esperanza , y que lodo le<br />

suceda con prosperidad. Ningún asilo tiene para<br />

huir <strong>de</strong> los males que le cercan , sino solamente tu<br />

inexpugnable socorro. Los que dominan pusieron<br />

en tí su confianza , y le oponen á los ejércitos enemigos,<br />

en lugar <strong>de</strong> todas las armas: tiénente por<br />

escudo y loriga para su <strong>de</strong>fensa: llevante sobre<br />

su cabeza por c<strong>oro</strong>na <strong>de</strong> su gloria : pusiéronte por<br />

muro do su imperio; y confiaron <strong>de</strong> tí el cetro <strong>de</strong><br />

su reino. Levántate, pues, en la gran<strong>de</strong>za do tu<br />

virtud á vista <strong>de</strong> tu pueblo, para que, libres <strong>de</strong> su<br />

impío furor, nos gocemos con universal alegría; y<br />

magnificando tu gloriosísimo nombre, adoremos<br />

al Padre y al Espíritu santo, por los siglos <strong>de</strong> ios<br />

siglos. Amen. »<br />

10 Ya que hemos tratado largamente <strong>de</strong>l patrocinio<br />

<strong>de</strong> María santísima en las batallas con los<br />

enemigos visibles, por ser el principal objeto <strong>de</strong><br />

esta festividad; diremos algo brevemente <strong>de</strong>l patrocinio<br />

<strong>de</strong> María, así en las batallas espirituales<br />

que cada dia tenemos con los enemigos invisibles,<br />

TOMO IV.<br />

como umversalmente en (oclas nuestras necesida<strong>de</strong>s<br />

, aflicciones y trabajos; porque en todas es<br />

María nuestra patrona , protectora y abogada. Y<br />

en materia tan dilatada en que la misma abundancia<br />

do lo que hay que <strong>de</strong>cir ocasiona carestía<br />

<strong>de</strong> palabras , y enmu<strong>de</strong>ce á la lengua mas elocuente;<br />

quiero antes hablar con las palabras <strong>de</strong><br />

los santos, que con las mías, y labrar una ca<strong>de</strong>na<br />

<strong>de</strong> <strong>oro</strong> <strong>de</strong> sus sentencias , aunque sean por fuerza<br />

<strong>de</strong> inferior metal las uniones. San Germán, arzobispo<br />

<strong>de</strong> Conslaniinopla , dice, hablando con María:<br />

«¿Quién <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tu Hijo cuida, como tú,<br />

<strong>de</strong>l género humano? ¿Quién así nos <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> en<br />

nueslras aflicciones? ¿Quién interce<strong>de</strong> así por los<br />

pecadores ? Como tienes confianza y po<strong>de</strong>r do<br />

Madre para con el Hijo ; con tus ruegos é intercesión<br />

nos haces familiares á él: nos alcanzas la<br />

salvación ; y libras <strong>de</strong>l eterno suplicio : Todas tus<br />

cosas son admirables , ó Madre <strong>de</strong> Dios : todas son<br />

sublimes y que exce<strong>de</strong>n en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más;<br />

y por esto tu patrocinio es mayor <strong>de</strong> lo que se puedo<br />

enten<strong>de</strong>r: » y concluye mas abajo : « Po<strong>de</strong>roso<br />

es tu socorro, ó Madre <strong>de</strong> Dios, para la salvación<br />

, y no necesita otro intercesor para con Dios,<br />

quien te merece por abogada. » San Agustín, alegado<br />

porsan Buenaventura, dice : «Así como María<br />

es mas po<strong>de</strong>rosa con Dios que todos los santos;<br />

así es mas solicita <strong>de</strong> nuestra salud que todos<br />

eilos. » Pero el mismo san Buenaventura compara<br />

á María con María , no sé si con mayor elocuencia<br />

ó <strong>de</strong>voción : « Gran<strong>de</strong> fué la misericordia <strong>de</strong> María<br />

para con los miserables cuando vivía en la<br />

tierra ; pero mucho mayor es su misericordia ahora<br />

que reina en el cielo. Mayor misericordia ostenta<br />

ahora haciendo innumerables beneficios; porque<br />

ve mejor ahora las innumerables miserias ele los<br />

hombres: y si por el resplandor <strong>de</strong> la primera misericordia<br />

es María hermosa como la luna; por<br />

el resplandor <strong>de</strong> la segunda misericordia es elegida<br />

como el sol: porque <strong>de</strong> la manera que el sol vence<br />

á la luna en la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> su claridad ; así vence<br />

á la primera misericordia <strong>de</strong> María la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong><br />

la segunda. ¿Quién es aquel á quien niega el sol<br />

sus luces? ¿Quién es aquel á quien niega María sus<br />

resplandores? El sol extien<strong>de</strong> sus rayos sobre los<br />

buenos y los malos, sin hacer excepción <strong>de</strong> personas<br />

; y María , sin examinar méritos, á todos se<br />

muestra exorable: á todos se ostenta clementísima;<br />

y finalmente se apiada con afecto <strong>de</strong> misericordia<br />

<strong>de</strong> las miserias <strong>de</strong> todos.» San Anselmo<br />

con igual elegancia divi<strong>de</strong> el patrocinio entre Cristo<br />

y María, y quiere que aplaquemos al Hijo con la<br />

Madre , y á la Madre con el Hijo. « Huya (dice)<br />

el reo do Dios justo á la Madre piadosa <strong>de</strong> Dios<br />

misericordioso : y huya el reo <strong>de</strong> la Madre ofendida<br />

al piadoso Hijo <strong>de</strong> la benigna Madre. Acójase á<br />

los dos el reo <strong>de</strong> los dos: póngase entre el Hijo y<br />

la Madre. Piadoso Señor, perdona al siervo <strong>de</strong> tu<br />

Madre. Piadosa Señora, perdona al siervo <strong>de</strong> tu<br />

Hijo. Si me pongo entre dos tan inmensas pieda<strong>de</strong>s<br />

, no caeré entre dos tan po<strong>de</strong>rosas severida<strong>de</strong>s.<br />

» Amoldo Carnotense con no menos propiedad<br />

nos propone una escala, por don<strong>de</strong> suban al<br />

Padre eterno nueslras peticiones, para que bajen

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