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NOVIEMBRE , i) LA LEYENDA DE ORO. 221
lio Turonense. y los otros mas modernos que lian
escrito vidas de santos.
* SAN FILÓLOGO Y SAN PATROBAS, OBISPOS.
—Ambos fueron discípulos da Jesucristo, y se
cree que después los ordenó san Pablo y los consagró
obispos, destinando el primero á Sinope, y
el segundo al territorio de Ñapóles. Los dos se tejieron
una corona de méritos celestiales, ejerciendo
su apostolado , como inspirados por aquel que les
habia permitido gozar de su conversación y presencia
mientras permaneció en esta vida; y después
de muchos trabajos y fatigas, descansaron en
paz á fines del siglo 1. El mismo apóstol san Pablo
en su epístola á los romanos , cap. 10, encarga
ipio los saluden afectuosamente como sus hermanos
en Jesucristo.
SAN PBÓCULO , MÁRTIR.—Solo sabernos por
Usuardo , que floreció en Antun durante los primeros
siglos de la Iglesia , y que acabó su vida degollado
por haber confesado la fé de Jesucristo.
SAN CLARO, PRESBÍTERO Y MÁRTIR. — Nació
en llochesler, en Inglaterra, y habiendo sido ordenado
sacerdote , pasó á las Galias. Fijó su residencia
en el territorio de Vexin , de la diócesis de
Ruan , y vivió allí en la práctica de las mas heroicas
virtudes. Solosalia de su retiro para irá predicar
á los pueblos vecinos las verdades de la salvación.
El año 898 murió Claro, mártir de la
castidad , á manos de dos asesinos, que á este
objeto habia enviado una mujer impúdica, que no
habia podido lograr que el santo consintiese á satisfacer
su pasión. Su culto ha sido célebre en
Francia, y la ermita donde fué enterrado , es todavía
lugar donde acuden muchos peregrinos, y
que ha sido glorificado por el Señor con muchos
milagros.
SAN PORFIRIO , MÁRTIR. —Era ciudadano de
Efeso y vivía en dicha ciudad en tiempo del emperador
Aureliano. El año 171 de Jesucristo, habiéndole
querido obligar á ofrecer incienso á los
ídolos del paganismo, consumó con un ilustre martirio
su victoria, y el no quererse prestar á las
exigencias de los gentiles.
SAN NICANDRO Y SAN HERMAS, MÁRTIRES.—.
El primero fué obispo y el segundo presbítero de
la Iglesia do Mira , en Licia. Los dos derramaron
su sangre y dieron su vida por Jesucristo, siendo
degollados por orden del gobernador Libanio, en
tiempo del emperador üiocleeiano.
SAN PIERIO, PRESBÍTERO Y CONFESOR.—Nació
en Egipto , se dedicó al estudio de las ciencias sagradas,
en las que salió muy aventajado. Su vida
pura y sin tacha , y su amor al estudio de la lilosofía
cristiana le hicieron amar extraordinariamente
por san Teoanas, patriarca de Alejandría,
que le confirió las sagradas órdenes. Regentó por
algún tiempo la célebre escuela de Alejandría, con
aprovechamiento de los discípulos, y.publicó vanos
tratados en defensa de la religión verdadera.
Después se retiró de la vida pública y emprendió
un viaje á Roma , donde acabó en paz el resto do
su vida , muriendo santamente el año 287.
SAN AMANCIO , OBISPO Y CONFESOR. — Nació en
la ciudad de Rodez, en Francia. Desde muy jo­
ven abrazó el estudio eclesiástico, y debió á su s
virtudes el ser elevado á la cátedra episcopal de
su patria. Trabajó infatigablemente en la conversion
de los idólatras que habia todavía en su diócesis,
y convirtió á muchos en fuerza desús discursos
y milagros. Tenía una afición particular á
las austeridades de la penitencia, la cual sabia
aliar muy bien con las fatigas apostólicas. Murió á
fines del siglo V , y fué sepultado en la misma ciudad
de Rodez.
SAN JUANICIO, ABAD.—-Natural de Bitininia, de
padres pobres, y pasó sus primeros años guardando
cerdos. En su juventud llevó una vida bastante
disipada : entró en la compañía de guardias del
emperador de Constantinopla , y como era de buena
presencia y de una intrepidez pasmosa, se congració
en la corte y ganó recompensas distinguidas.
Siguió en religion las ideas de los iconoclastas,
que se hallaban protegidos por los cortesanos;
pero al mismo tiempo tuvo la dicha de conocer á
un santo religioso, que al fin consiguió apartarlo
del vicio y del error. Tocado entonces Juanicio de
una viva compunción, pasó seis años entro la oración
y la penitencia , sin cambiar por esto de eslado.
Por fin , á la edad de cuarenta años dejó el
servicio , y se retiró al monte Olimpo , en Bilinia.
Pasó unos cuantos años en algunos monasterios
para formarse en las prácticas y ejercicios de la
perfección, y después se retiró á un lugar solitario
donde pasaba el tiempo orando y cantando los
salmos que habia aprendido de memoria. Pasados
doce años en esle género de vida , tomó el hábito
religioso en el monasterio de Eresta. El don do
milagros y el de profecía lo hicieron tan célebre
en todo el Oriente , que acudían á verle desdo
los lugares mas distantes. Defendió con zelo el
culto de las santas imágenes, y contribuyó mucho
á que la emperatriz 'Leedora proscribiese aquel,
error. Llegó á la edad de ciento diez y seis años,
y murió el de 845. San Juanicio es uno de los santos
mas célebres en la Iglesia griega.
SAN BRISTAN, OBISPO Y CONFESOB. — En 931
fué esle sanio consagrado obispo de Vinchesler,
cuya Iglesia edificó con su santidad. Tenia una
devoción particular á los fieles difuntos. Todos los
días celebraba en su sufragio el santo sacrificio do
la misa , y durante la noche se iba ai cementerio,
y allí se estaba horas enteras rezando salmos. No
dejaba pasar ningún día sin lavar los pies á algunos
pobres , á quienes después servia á la mesa.
Murió santamente el 4 de noviembre del año934.
SANTA MODESTA, VÍRGEN. — Fué natural de
Tréveris, y consagró toda su vida á Jesucristo, al
cual tomó por esposo desde sus primeros'años. El
Señor la favoreció con divinas revelaciones y murió
santamente, en su misma patria, en el año 080.
Su cuerpo fué sepultado en la Iglesia principal de
dicha ciudad , y su sepulcro fué glorioso en milagros.
SAN ZACARÍAS, PROFETA Y MÁRTIR , v SANTA
ISABEL , PADRES DE SAN JUAN BAUTISTA.—En Ju-