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La leyenda de oro 4.pdf

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NOVIEMBRE , 17 LA LEYENDA DE ORO.<br />

laja, que era laque el olro para él pedia ; y el que cono secretamente á la ciudad<br />

quiso hacer burla <strong>de</strong>l santo quedó burlado , y <strong>de</strong><br />

veras muerto el que se fingió muerto ; ensenándonos<br />

Dios con este milagro el respeto que <strong>de</strong>bemos<br />

tener á sus santos.<br />

9 No es <strong>de</strong> menor admiración la manera con<br />

que el Señor guardó á san Gregorio, pata que no<br />

le matasen, que la que tuvo en dar la muerte al judio<br />

que hacia burla <strong>de</strong> él. Levantóse en su tiempo<br />

aquella cruel y Lera persecución <strong>de</strong>l emperador<br />

Decio contra la Iglesia católica. Eran atormentados<br />

con nuevos y exquisitos suplicios los cristianos,<br />

y consumidos con linajes <strong>de</strong> muertes nunca oidas,<br />

Lnos huian á los <strong>de</strong>siertos y se escondían en las<br />

cuevas <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> tierra : otros morían constantemente<br />

por la fó: muchos <strong>de</strong>smayaban y volvían<br />

atrás ; y todos andaban <strong>de</strong>scarriados y <strong>de</strong>spavoridos<br />

; como ovejas cercadas por todas parles <strong>de</strong><br />

una manada <strong>de</strong> lobos cruelísimos. Juzgó san Gregorio<br />

, que lo que mas convenia á la gente, era<br />

retirarse por entonces, y mejor huir <strong>de</strong> aquella<br />

tempestad y salvarse , que ponerse en ella con peligro<br />

<strong>de</strong> ahogarse : y para darles ejemplo y po<strong>de</strong>rlos<br />

ayudar mas, él mismo huyó y se fué á un<br />

monLe , llevando en su compañía al sacerdote que<br />

habia sido <strong>de</strong> los ídolos, y se había convertido<br />

(como dijimos), y ya era diácono. Los gentiles ,<br />

aunque contra todos los cristianos tenian gran<strong>de</strong><br />

odio y saña , y con increíble diligencia los buscaban<br />

y pesquisaban , y sacaban <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> tierra ;<br />

mas contra san Gregorio principalmente en<strong>de</strong>rezaron<br />

sus tiros y máquinas, pareciéndoles que vencido<br />

aquel valeroso capitán , todos los <strong>de</strong>más so<br />

rendirían. Supieron los jueces y ministros <strong>de</strong>l emperador<br />

que san Gregorio estaba en el monte , y<br />

enviaron con una guia y espía sus soldados , para<br />

que le prendiesen. Subieron al monte : púsose en<br />

oración san Gregorio con su diácono, apartados<br />

algo el uno <strong>de</strong> otro; y cegó Dios á los soldados <strong>de</strong><br />

manera que no los vieron , sino dos que parecían<br />

árboles en su lugar; y así se volvieron , diciendo<br />

que Gregorio no estaba en aquel monte , ni habían<br />

visto en él sino dos árboles. El (pie los había espiado<br />

sabia que estaba allí , porque le habia visto,<br />

y subiendo otra vez al monte, lo halló con su<br />

compañero: y entendiendo que Diosle habia encubierto<br />

para que los soldados no lo viesen, y que<br />

Gregorio estaba <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sus alas y protección ,<br />

se echó á sus pies y se convirtió, y <strong>de</strong> perseguidor<br />

que antes era , comenzó á ser uno do los perseguidos.<br />

Estando una vez en el monte orando y alzando<br />

las manos (como olro Moisés) al cielo pollos<br />

beles que peleaban en los tormentos por Jesucristo<br />

, vio por divina revelación la batalla <strong>de</strong> un<br />

valeroso caballero suyo, llamado Troadio, que for 1<br />

tísimarnente era atormentado; y <strong>de</strong>spués do haber»<br />

estado san Gregorio un rato como arrobado y suspenso,<br />

volvió á su acostumbrado semblante, y dijo<br />

a su compañero con alegría aquel verso <strong>de</strong>l salmo<br />

: «Bendito sea Dios que nos ha <strong>de</strong>jado caer y<br />

ser <strong>de</strong>spedazados do los dientes do ellos:» v les<br />

<strong>de</strong>claró que un cristiano, llamado Troadio, en<br />

aquella hora habia vencido los tormentos y sido<br />

c<strong>oro</strong>nado do la gloria <strong>de</strong>l martirio : y yendo el dtá-<br />

209<br />

halló ser verdad<br />

lo que el santo lo habia dicho. Otra vez, queriéndose<br />

bañar por necesidad en un baño , supo que<br />

habia un él un <strong>de</strong>monio que mataba á todos los que<br />

entraban <strong>de</strong> noche en aquel baño, y por esta causa<br />

ninguno se alrovia á aquella hora á entrar en él;<br />

mas el santo sin ningún recelo ni temor entró y<br />

estuvo y salió <strong>de</strong> él: y aunque los <strong>de</strong>monios por<br />

espantarle hicieron gran ruido y temblar la casa<br />

y salir unas como llamas <strong>de</strong> fuego <strong>de</strong> la misma,<br />

y otras cosas terribles que pudieran asombrar y<br />

hacer <strong>de</strong>smayar á cualquiera hombre valiente y<br />

esforzado; san Gregorio con sola la señal <strong>de</strong> la<br />

cruz hizo burla <strong>de</strong> ellos, mostrando cuánto mas<br />

po<strong>de</strong>roso es el siervo <strong>de</strong>l Señor que todo el infierno<br />

, y que no pue<strong>de</strong>n los <strong>de</strong>monios mas <strong>de</strong> lo que<br />

Dios les permite. Pasada aquella persecución y<br />

tempestad <strong>de</strong> los gentiles contra los cristianos<br />

que el <strong>de</strong>monio habia levantado , san Gregorio<br />

tornó ó la ciudad, recogiendo como buen pastor<br />

su ganado, y or<strong>de</strong>nó que so hiciesen fiestas cada<br />

año en honra <strong>de</strong> los mártires, y que so celebrasen<br />

solemnemente aquellos dias en que habian dado<br />

sus vidas por Cristo y alcanzado la c<strong>oro</strong>na<br />

<strong>de</strong>l martirio; y permitió á los pueblos que en aquellos<br />

dias se alegrasen y regocijasen con algún honesto<br />

entretenimiento: y conociendo que se llegaba<br />

su dichoso tránsito <strong>de</strong> esta vida temporal á<br />

la eterna , visitó aun con mayor vigilancia su<br />

diócesi, con <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> saber si habia alguno en<br />

ella que no fuese cristiano; y supo que en la ciudad<br />

<strong>de</strong> Neocesarea (que era gran<strong>de</strong> y populosa)<br />

no habia masque diez y siete gentiles conocidos,<br />

y alabó al Señor por ello: porque cuando él se<br />

encargó <strong>de</strong>l obispado y entró en ella, no habia<br />

( como arribase dijo) mas do diez y siete cristianos;<br />

y suplicóle que guardase en su santa religión<br />

á los fieles, y convirtiese á ella aquellos<br />

diez y siete infieles y todos los <strong>de</strong>más que habia<br />

en lodo el mundo. Después rogó á los que estaban<br />

presentes que no sepultasen su cuerpo en sepulcro<br />

propio ni hecho para él , sino en ajeno:<br />

porque así como en vida no habia tenido casa<br />

propia en que vivir, así en la muerte no divieso<br />

su cuerpo propia sepultura. Con eslo el año do<br />

Cristo <strong>de</strong> 2GG, imperando Galieno , dio su bienaventurado<br />

espíritu al Señor, á los 17 <strong>de</strong> noviembre,<br />

en que la santa Iglesia celebra su fiesta. El<br />

cuerpo <strong>de</strong>l santo fué puesto en una caja y colocado<br />

en una iglesia , y nuestro Señor hizo por<br />

él <strong>de</strong>spués do muerto muchos y gran<strong>de</strong>s milagros,<br />

entre los cuales refiere Teod<strong>oro</strong> , lector , uno bien<br />

notable : que queriendo Dios enviar un gran<strong>de</strong><br />

temblor <strong>de</strong> tierra á la ciudad <strong>de</strong> Neocesarea, un<br />

soldado que había entrado en ella vio que otros<br />

dos soldados salian do ella , y que un hombre que<br />

iba Irás ellos á voces clamaba y les <strong>de</strong>cia : Guardad<br />

la casa en que está la caja y cuerpo <strong>de</strong> Gregorio.<br />

Vino el terremoto, v la mayor parle <strong>de</strong> la<br />

ciudad se asoló ; y la iglesia en que estaba el cuerpo<br />

<strong>de</strong>l santo , quedó en pié firmo y sin lesión alguna.<br />

Escribió san Gregorio algunas obras que<br />

refiere san Gerónimo : una <strong>de</strong> ellas fué la interpretación<br />

sobre ol Eclesiastés,que, aunque breve, dice

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