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La leyenda de oro 4.pdf

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ocTi:niti¡, 10<br />

LA LEYENDA DE ORO.<br />

01<br />

súbase las fiestas principales, trataba <strong>de</strong> buena<br />

gana con hombres religiosos, cuerdos y graves,<br />

dando <strong>de</strong> mano á las amista<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gente liviana y<br />

libre: era bien criado y cortés : no murmuraba <strong>de</strong><br />

nadie , ni consentía que se murmurase <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />

él. Era amiguísimo por extremo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir verdad:<br />

poma su honra en honrar á lodos: holgábase mucho<br />

cuando los reyes hacian merce<strong>de</strong>s á otros caballeros<br />

por sus buenos servicios, y tenia esperanza<br />

<strong>de</strong> recibir semejantes merce<strong>de</strong>s por los que<br />

él hiciese. Y como no podía <strong>de</strong>jar do visitar algunas<br />

veces á las señoras y damas <strong>de</strong> la corte, y temía<br />

las ocasiones <strong>de</strong> caer en tales visitas; cuando<br />

las habia <strong>de</strong> hacer, se ponia un cilicio á raíz <strong>de</strong><br />

las carnes, para resistir mas fácilmente á los fieros<br />

golpes <strong>de</strong>l enemigo: y con esta prevención y <strong>de</strong>fensivo<br />

se escapó , por la misericordia <strong>de</strong>l Señor,<br />

<strong>de</strong> las manos y aun cuando en la convalescencia<br />

se iba al campo, le llevaba consigo , y algún intérprete<br />

sobre él ; y en hallando alguna sentencia<br />

á su propósito, cerraba el libro , y Dios le abría el<br />

entendimiento, y le aficionaba la voluntad para<br />

enten<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>sear cumplir lo que habia leído; y<br />

este fué el primer escalón <strong>de</strong> su oración mental, y<br />

como las primeras líneas <strong>de</strong> la altísima contemplación<br />

que <strong>de</strong>spués le comunicó el Señor. El año<br />

<strong>de</strong> 1537 le apretó una esquinencia v le llegó al<br />

cabo : en la cual, aunque no podia hablar con Dios<br />

con la lengua, hablábale con el corazón: y teniendo<br />

la muerte <strong>de</strong>lante , se consolaba pensando<br />

que no le topaba tan <strong>de</strong>sapercibido , como en otro<br />

tiempo le pudiera topar; porque en este ya se confesaba<br />

y comulgaba cada mes, que en aquel tiempo<br />

era cosa <strong>de</strong> muy pocos usada.<br />

<strong>de</strong>l contagio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>shonestidad . sin notarse en él 5 Mucho ayudaron al marqués para bien do<br />

cosa que oliese á liviandad.<br />

su alma las enfermeda<strong>de</strong>s que Dios le envió, y no<br />

menos la muerte <strong>de</strong> su abuela doña María Enriquez,<br />

mas esclarecida por su santidad que por su<br />

sangre; porque, <strong>de</strong>jando su casa y eslado, se hizo<br />

monja <strong>de</strong>scalza , siendo <strong>de</strong> veinte y tres años , en<br />

Sania Cara <strong>de</strong> Gandía , y vivió otros tanlos en<br />

aquel sagrado convento , con admirable ejemplo<br />

<strong>de</strong> religión , y murió saniamente , con gran<strong>de</strong>s señales<br />

<strong>de</strong> la gloria que el Señor la dio; y aunque el<br />

marqués perdió en ella madre, maestra, guia y<br />

consejo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo le favoreció mucho mas que<br />

pudiera hacer acá en la liona , y le alentó , para<br />

que con mas ánimo y fervor se entregase do veras<br />

al servicio <strong>de</strong>l Señor. Pero lo que mas le inflamó<br />

y le hizo romper las ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong>l siglo, fué la<br />

muerte <strong>de</strong> la emperatriz doña Isabel , su señora,<br />

que sucedió en Toledo el primer dia <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong>l<br />

año <strong>de</strong> 1539, estando el emperador en corles <strong>de</strong><br />

todos los gran<strong>de</strong>s señores <strong>de</strong> Castilla , con extraordinarias<br />

fiestas y regocijos. Mandó el emperador<br />

á los marqueses <strong>de</strong> Lombay, que llevasen el cuerpo<br />

<strong>de</strong> la emperatriz á Granada, don<strong>de</strong> se habia<br />

<strong>de</strong> enterrar en la capilla rea! <strong>de</strong> los reyes católicos.<br />

k Casáronle el emperador y la emperatriz<br />

con una señora portuguesa , que se llamaba doña<br />

Leonor <strong>de</strong> Castro, dama y muy favorecida <strong>de</strong> la<br />

misma emperatriz: y don Francisco hizo este casamiento,<br />

por obe<strong>de</strong>cer (como buen hijo) á su<br />

padre , y porque <strong>de</strong>seaba casarse para no ofen<strong>de</strong>r<br />

á Dios en medio <strong>de</strong> tanlos lazos y ocasiones, y<br />

porque estaba muy pagado <strong>de</strong> las prendas <strong>de</strong> doñu<br />

Leonor. Dióle entonces el emperador título do<br />

marqués do Lombay, é hízole caballerizo mayor<br />

<strong>de</strong> la emperatriz. De este matrimonio tuvo el marqués<br />

cinco hijos varones y tres hijas. En casándose<br />

<strong>de</strong>jó el gobierno <strong>de</strong> su casa á la marquesa , y él se<br />

ocupaba en los negocios públicos <strong>de</strong> palacio , y en<br />

otros que le mandaba el emperador, no fallando<br />

un punto á lo necesario y honroso, y <strong>de</strong>jando lo<br />

superfino y vano. Ponía su honra mas en los buenos<br />

criados y caballos, lucidas y finas armas , que<br />

en otros gastos que suelen hacer los cortesanos por<br />

su antojo. No era amigo <strong>de</strong> jugar ni <strong>de</strong> ver jugar;<br />

porque <strong>de</strong>cia quo en el juego so pier<strong>de</strong>n cuatro joyas<br />

, el tiempo , el dinero , la <strong>de</strong>voción , y muchas<br />

veces la conciencia: y para librarse <strong>de</strong> los que le<br />

importunaban que jugase, se dio mucho á la música<br />

, y aprovechó lauto en ella , que compuso algunas<br />

obras , <strong>de</strong> quo se servían las Iglesias <strong>de</strong> España<br />

, y llamaban las obras <strong>de</strong>l duquo <strong>de</strong> Gandía.<br />

También se dio á la caza <strong>de</strong> halcones , al principio<br />

por su entretenimiento y para dar gusto al emperador,<br />

y <strong>de</strong>spués por el provecho quo sentia en el<br />

campo para darse mas á Dios. apartado <strong>de</strong>l bullicio<br />

<strong>de</strong> Jagente , con las consi<strong>de</strong>raciones espirituales<br />

quo sacaba <strong>de</strong> la misma caza. Esludió con<br />

cuidado las matemáticas; porque lo pareció que<br />

eran útiles para los oficios <strong>de</strong> un valeroso capilan,<br />

y porque el emperador también las estudiaba y<br />

las confería con él. En este tiempo le fatigaron<br />

mucho unas tercianas; mas el Señor por medio do<br />

ellas lo <strong>de</strong>spertó, y le hizo conocor <strong>de</strong> cuan quebradizo<br />

hilo está colgada nuestra vida, y que<br />

todos los bienes <strong>de</strong> la tierra no la pue<strong>de</strong>n alargar,<br />

ni mitigar el dolor <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s, si el Señor,<br />

quo las da, no pone su mano. Leía libros <strong>de</strong>votos<br />

y <strong>de</strong> santos, especialmente los sagrados, y más<br />

los <strong>de</strong>l nuovo Testamento , que apenas le <strong>de</strong>jaba<br />

6 Hicieron aquella jornada con gran<strong>de</strong> acompañamiento<br />

, y llegados á Granada . al tiempo que.<br />

¡rara hacer la entrega, se abrió la caja do plomo<br />

en que iba el cuerpo <strong>de</strong> la emperatriz; se <strong>de</strong>scubrió<br />

su rostro tan feo y tan <strong>de</strong>sfigurado, que ponia<br />

horror á los que le miraban , v <strong>de</strong> los que la habían<br />

conocido , no habia ninguno quo pudiese afirmar<br />

que aquella ora la cara do la emperatriz ; antes<br />

el marqués , no pudiendo jurar sin duda quo<br />

aquel era el cuerpo <strong>de</strong> la emperatriz, juró que,<br />

según la diligencia y cuidado con que se había<br />

Iraido aquel cuerpo, tenia por cierto que era el<br />

cuerpo <strong>de</strong> la emperatriz. Pero esta vista, y esto<br />

espectáculo tan lastimoso y <strong>de</strong> mal olor, dio un<br />

vuelco tan extraño al corazón <strong>de</strong>l marqués . que lo<br />

trocó como <strong>de</strong> muerte á vida, é hizo en él mas maravillosa<br />

mudanza, quo la misma muerte habia<br />

hecho en el cuerpo <strong>de</strong> la emperatriz, porque lo<br />

penetró una soberana y divina luz que le dio á<br />

conocer la vanidad do lodas las cosas <strong>de</strong> la tierra,<br />

ron un aborrecimiento y menosjjrecio <strong>de</strong> todas<br />

ellas, y un vivo y eficaz <strong>de</strong>seo do las celestiales y<br />

eternas: y pidiendo favor al Señor, <strong>de</strong>cia : Dad-

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