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¡NOVIEMBRE , 27 LA LEYENDA DE ORO. 363
desierlos de Senaar, de sus ejercicios y penitencias,
y cuan dulces y sabrosas les eran, por tener
por aquel camino mas cierta su salvación : por lo
cual el principe se movió y encendió tanto en el
amor de Dios y deseo de la perfección , que propuso
y prometió imitarlos , y seguir, siempre que
pudiese aquella aspereza de vida. El ver las largas
pláticas que Josa Cal. y Barbián tantas veces
teman entre si, dio sospecha á unos do los ayos
de Josafat de lo que podía ser : y temiendo que
aquel viejo debía ser cristiano , y por ventura
monje, y que, sabiendo el rey que lo era y que le
habían dejado hablar con su lujo sena gravemente
castigado, se quiso enterar de la verdad del mismo
Josafat; y él se la descubrió, teniéndole una vez
escondido en su aposento , para que oyese los santísimos
documentos de Barlaan. Guando los ovó,
quedó asombrado: y para prevenir su daño, antes
que otro le ganase por la mano , contó al rey
llanamente lo que pasaba, y como el viejo Barlaan
monje , fingiéndose mercader los habia engañado
y pervertido al príncipe, y héchole de su
bando.
k No se puede fácilmente creer el sentimiento
que tuvo el rey, viendo que no habia podido con
toda su diligencia é industria evitar los daños que
él temia, si su hijo tuviese noticia de Cristo y comunicación
con los cristianos. Mandó llamar á un
gran privado suyo, llamado A radies , varón prudente
, y dióle cuenta de lo que habia sabido , y
pidióle consejo de lo que había de hacer. El parecer
de Aracbes fué, que se procurase haber á las
manos á Baarlan : y asi el rey dio orden que le
buscasen . y (porque viendo descubierla la celada,
y que ya habia descubierto lo que Dios le habia
mandado, él se habia ausentado y vuelto á su soledad)
que le siguiesen ; y el mismo rey (lauta era
su saña) le siguió seisdias, y no hallándole, mandó
á Aracbes que con sus soldados fuese tras él,
y aunque estuviese debajo de tierra , le sacase, y
se le trajese para hacerle morir con atroces tormentos.
Hizo sus diligencias Araches , y anduvo
por el desierto, sin poder descubrir al que buscaba
; pero halló diez y siete monjes y sanios solitarios,
á los cuales, porque no le quisieron mostrardonde
estaba Barloan , ni hacer caso desús amenazas
, los mandó atormentar crudamente, y después
los trajo delante, del rey, y él los mandé) malar,
y con gran paz y alegría de sus almas recibieron
la corona del martirio.
o Visto que no se había podido descubrir Barlaan,
y que el príncipe Josafal oslaba fuerte vconstante
en su opinión ; Araches aconsejó al rey que
se hiciese una disputa entre los cristianos y los sabios
gentiles para convencerá su lijo, y mostrarle
cuan engañado estaba en querer dejar la adoración
de sus verdadeíos y amigóos dioses, por adorar
por Dios á un hombre facineroso y crucificado;
porque esperaba que siendo el principo de lan
buen entendimiento, y tan obediente y deseoso de
dar comento á su padre, fácilmente se reduciría á
su voluntad : y mas lo dijo, que él conocía á Barlaan,
por haberlo victo lautas veces entrar á hablar
con el príncipe ; y que le hacia saber que ha-
bia tenido un maestro que so llamaba Nacor, que
se parecía á Barlaan, como un huevo á otro, y
que estaba muy bien instruido en las cosas de los
cristianos, aunque por tenerlas por falsas, seguia
la secta y creencia del rey y del reino : que él baria
que Nacor viniese á la disputa, y fingiese que
era Barlaan (pues tanto so le parecía), quo en la
dispula se dejase vencer, y confesase que quedaba
convencido; y por este camino el príncipe, viendo
que su maestro Barlaan se rendía y no sabia responder
á los argumentos de los contrarios , entenderla
que había sido engañado , y dejaría la religión
de los cristianos que había abrazado.
6 Como lo dijo Araches. así se trazó; v Josafal,
por dar gusto á su padre, vino bien en ello.
Publicóse que el rey daba libertad á lo los los cristianos
que quisiesen venir á disputar de la verdad
desu religión con los sabios y caldeos que él señalaría.
Vinieron muchos do su parte, y los mas
doctos ó insignes varones de todo su reino ; y de
parte de los cristianos vino el verdadero Nacor y
fingido Barlaan, que para mayor disimulación falsamente
había divulgado que habia sido hallado y
preso ; y estando de esto afligido el príncipe Josafal,
y temiendo el grave daño que podria venir á
su maestro, Dios nuestro Señor lo reveló el embuste
y maraña del falso Barlaan, y le aseguró,
que de aquella disputa resultaría mayor gloria,
suva. También vino por parte de los cristianos un
hombre muy principal, sabio y virtuoso, llamado-,
Baraquías. para juntarse con el fingido Barlaan,
y defender el partido de los cristianos.
7 Llegado, pues, el dia señalado, el rey en
una sala grande se sentó en su trono y silla real,
v á sus pies el príncipe Josafat, su hijo, y do una
parle se pusieron los sabios caldeos, é indios y gentiles,
y de la otra solos Baraquías y el verdadero
Nacor, con máscara de Barlaan : al cual se volvió
Josafat (conociéndole bien quién era y su intento,
por la revelación que habia tenido de Dios) , y dijole
: Ahora, Barlaan, es tiempo que la doctrina
que en mi palacio me ensoñaste y me persuadiste
que recibiese, la defiendas en público; porque siasí
no lo haces, llevarás el pago y castigo que mereces,
como persona embusiera, y que engañó al
príncipeé hijo do su rey y señor; y yo te mandaré
sacarla lengua, y echarla con tu cuerpo á las bestias
fieras, para quo otros con tu ejemplo escarmienten,
y no pretendan engañar á los luios do
ios royes.
8 Quedó Nacor atónito con las palabras que-le
dijo el príncipe, y vio su peligro de cualquier
manera que aquel negocio le sucediese: porque si
hacia lo que el príncipe le decía, temia la ira del
rev; y si hacia loque el rev quena, no sabia como
escaparse de las manos del príncipe que así le
amenazaba. Vacilando, pues, y siendo combatido
de varias ondas su corazón, inspirándole Dios, so
determinóícomo cosa mas segura órnenos peligrosa)
defender la verdad que Josafat pretendía. Vinieron,
pues, á su disputa los caldeos y sabios gentiles
con Nacor, y favorecido del Señor, los convirtió
de manera, que nosupieron qué responderle;
porque les probó por razones naturales y fundadas.