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xonrannu, 11 LA LEYENDA DEORO. 2 47<br />
extremarla arte y primor, y estando todos sospechosos<br />
v temiendo que no fuese, como era , engaño<br />
<strong>de</strong>l enemigo ; llevando al monje así vestido,<br />
como por fuerza , á san Martin , aquella ropa <strong>de</strong>sapareció<br />
y el <strong>de</strong>monio <strong>de</strong>scubrió la maraña , y<br />
no se atrevió á parecer <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l santo, entendiendo<br />
que toda aquella oscuridad se habia <strong>de</strong> <strong>de</strong>shacer<br />
en presencia <strong>de</strong> tan gran<strong>de</strong> luz.<br />
i'v Porque tenia san Martin tan gran<strong>de</strong> imperio<br />
sobre los <strong>de</strong>monios , que, cuando llevaban a la<br />
iglesia los que <strong>de</strong> ellos eran atormentados para<br />
que el santo los sanase , en saliendo <strong>de</strong> la celda <strong>de</strong><br />
su monasterio para venir á la ciudad, eran tan.<br />
espantosos los gestos que hacían , y tan horribles<br />
los alaridos que daban , que luego se entendía por<br />
cierto que el santo obispo venia á la iglesia. Y no<br />
echaba á los <strong>de</strong>monios con amenazas, "voces y espantos<br />
(como lo hacían ios otros exorcísias); mas<br />
vestido <strong>de</strong> un áspero cilicio , y cubierto <strong>de</strong> ceniza,<br />
se postraba en tierra , y con las armas <strong>de</strong> ¡a santa<br />
oración los rendía y sujetaba.<br />
15 Fueron tantos los milagros que san Martin<br />
hizo en esle género y lodos los <strong>de</strong>más, para salud<br />
<strong>de</strong> la almas y <strong>de</strong> los cuerpos , y para remedio <strong>de</strong><br />
lodos los males <strong>de</strong> los que á él se encomendaban,<br />
que no se pue<strong>de</strong>n en pocas palabras referir. Véalos<br />
quien quisiere en san Severo Sulpicío , que con escribir<br />
muchos , dice que son pocos , respecto <strong>de</strong><br />
los (¡ue <strong>de</strong>ja : y en san Gregorio Turonense , que<br />
escribió cuatro libros enteros <strong>de</strong> los milagros <strong>de</strong> san<br />
Martín : á nosotros bástanos brevemente <strong>de</strong>cir, que<br />
fué tan milagroso y tan enriquecido <strong>de</strong> prodigios<br />
divinos este santísimo varón , que parece que Dios<br />
le habia hecho Señor do todas las criaturas , y dudóle<br />
dominio sobre los <strong>de</strong>monios y sobre los hombres<br />
, sobre los cielos y sobre los elementos , sobre<br />
todas las enfermeda<strong>de</strong>s y sobre la misma<br />
muerte, sobre las aves, los peces y los animales;<br />
y que con su oración , con su palabra , con su invocación<br />
, con óleo por él bendito , y con las cerdas<br />
<strong>de</strong> su cilicio , y polvos <strong>de</strong> su sepulcro , y con<br />
solo el nombre <strong>de</strong> Martin , hizo innumerables milagros<br />
el Señor en su vida , y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto,<br />
para hacerle mas glorioso y venerable en todo el<br />
mundo. Y no solamente hizo el Señor milagros por<br />
intercesión <strong>de</strong> san Martin, para beneficio <strong>de</strong> muchos<br />
otros, sino también para librarlo á él do los<br />
peligi'os y males en que estaba : como le aconteció<br />
una vez, que estando durmiendo encl suelo, se pegó<br />
fuego al aposento en que estaba , y <strong>de</strong>spertando el<br />
sanio y viéndose cercado por todas parles <strong>de</strong> las<br />
llamas , y queriendo abrir la puerta que oslaba<br />
cerrada , no pudo; y volviéndose á Dios, se puso<br />
en oración en medio <strong>de</strong> las llamas, las cuales se<br />
retiraron y recogieron y huyeron , y el incendio so<br />
apagó , y él quedó libre y sin lesión alguna. Acusábase<br />
<strong>de</strong>spués por haber lardado lamo en recurrir<br />
á la oración y hacer la señal do la cruz , y<br />
por haber lomado antes otros medios humanos.<br />
También luvo el don <strong>de</strong> profecía, y alumbrado con<br />
el espíritu <strong>de</strong>l cielo, anunció las cosas que habían<br />
<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r , mucho antes que sucediesen: entro<br />
las cuales dijo á Máximo, emperador , (¡ue no pasase<br />
á Italia ; porque si pasaba , aunque al princi-<br />
pío alcanzaría viclona <strong>de</strong>Valenliniano emperador,<br />
el Mozo: <strong>de</strong>spués seria vencido y per<strong>de</strong>rla , como<br />
se perdió v pereció.<br />
j(i Con haber sido esle gloriosísimo pontifico<br />
tan admirable y tan gran<strong>de</strong> en los ojos <strong>de</strong> Dios,<br />
permitió rpie cayese en una culpa para ejemplo v<br />
a\ iso nuestro : y fué así, que habiendo el emperador<br />
MuMiniano mandado matar á Prisciliano, hereje,<br />
por acusación y zelo indiscreto <strong>de</strong> algunos<br />
obispos que lo hicieron juez <strong>de</strong> aquella causa eclesiástica<br />
, y siendo por ello excomulgados , y comunicando<br />
con él los otros obispos; por lisonjear á<br />
Máximo, san Martin vino á Trévens, don<strong>de</strong> el<br />
emperador estaba , para tratar con él algunos negocios<br />
(legrando importancia para bien <strong>de</strong> la iglesia.<br />
Y no queriendo al principio comunicar y tratar<br />
con aquellos obispos, por verlos apartados <strong>de</strong><br />
la comunión <strong>de</strong> la Iglesia , <strong>de</strong>spués se <strong>de</strong>jó vencer;<br />
poique el emperador sentía mucho que no lo hiciese<br />
, v <strong>de</strong>seaba ganarle la voluntad , para alcanzar<br />
<strong>de</strong> éi mas fácilmente el buen <strong>de</strong>spacho délos<br />
negocios que Iraia. Mas <strong>de</strong>spués lloró tanto esta<br />
culpa, que para consolarle . fué menester que Dios<br />
le enviase un ángel, (¡ue le dijo , que con razón se<br />
compungía y lloraba aquella culpa . aunque había<br />
tenido alguna excusa, por la ocasión y fin do hacer<br />
mejor los negocios <strong>de</strong> Dios; pero que se enmendase<br />
y cobrase su antigua constancia. Y como<br />
<strong>de</strong>spués no echase los <strong>de</strong>monios <strong>de</strong> los cuerpos , ni<br />
sanase á los enfermos con tanta facilidad como solía,<br />
<strong>de</strong>cia con muchas lágrimas, que por haber<br />
comunicado con aquellos obispos apartados <strong>de</strong> la<br />
Iglesia (aunque por tan breve tiempo, ycompelido<br />
<strong>de</strong> la necesidad) Dios le había castigado y<br />
disminuido la gracia <strong>de</strong> hacer milagros; y los diez<br />
y seis años que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto vivió , se apartó<br />
con gran cuidado <strong>de</strong> las juntas do los obispos, por<br />
no caer en otro semejante peligro.<br />
17 Había ya ¡legado nuestro santo obispo á<br />
edad do ochenta y seis años, con gran<strong>de</strong>s ansias<br />
<strong>de</strong> verse libre ríe las miserias <strong>de</strong> osla vida , y <strong>de</strong><br />
gozar en la olra <strong>de</strong> la vista <strong>de</strong>l Señor, v tuvo revelación<br />
que Dios le quería cumplir sus <strong>de</strong>seos , y<br />
que se llegaba ya su fin, y claramente lo dijo á sus<br />
discípulos; mas no por esto <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> velar sobre su<br />
grey , y do hacer oficio <strong>de</strong> vigilante y solícito pastor;<br />
porque habiendo sucedido cu aquellos días<br />
cierta discordia entre los clérigos <strong>de</strong> un lugar (¡ue<br />
se llamaba Condalo , <strong>de</strong>terminó ir cu persona á<br />
pacificarlos, juzgando que no podía acabar mas<br />
dichosamente su vida , que <strong>de</strong>jando todas sus iglesias<br />
en buena paz y concordia. Habiendo, ¡rúes,<br />
ido, y con la divina gracia concertado las cosas á<br />
su gusto; estando para volverse á su monasterio,<br />
comenzó á sentir una gran flaqueza y falta do<br />
fuerzas; y juntando sus discípulos, les dijo, que<br />
ya aquella su casa <strong>de</strong> barro estaba para caer, y<br />
que necesariamente los había do <strong>de</strong>jar. Levantaron<br />
luego lodos un grito al cielo , y con tristes suspiros<br />
, sollozos y lágrimas, le dijeron: ¿Porqué<br />
nos <strong>de</strong>sañiparas , padre santo? ¿A quién nos <strong>de</strong>jas,<br />
<strong>de</strong>sconsolados y afligidos? Los lobos hambrientos<br />
darán en esto tu rebaño; y perdido el pastor,<br />
¿quién <strong>de</strong> sus dientes so podrá <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r? Ríen