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J3'P LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 10<br />
lines,sele apareció en un árbol la Reina <strong>de</strong>l<br />
cielo acompañada <strong>de</strong> muchos ángeles, los cuales<br />
con hachas encendidas le alumbraron para que<br />
rezase, asistiendo la santísima Virgen todo el<br />
tiempo que duraron los maitines. Otras veces fué<br />
visitado <strong>de</strong> la Madre do Dios, y do los santos ángeles,<br />
que le trajeron <strong>de</strong> comer á él y á sus frailes,<br />
le hicieron música muy suave, é hicieron con él<br />
otros oficios <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> amor. Dando san Pedro <strong>de</strong><br />
Alcántara la sagrada comunión á santa Teresa<br />
en una misa , á que ella asistía , vio la santa virgen<br />
que le servían en el sacrificio san Francisco,<br />
su padre, <strong>de</strong> diácono, y san Antonio <strong>de</strong> subdiáco-<br />
1 1 0: los cuales, acabada la misa, <strong>de</strong>saparecieron.<br />
10 Quiso Dios c<strong>oro</strong>nar en su siervo sus favores<br />
. haciéndole el mayor, que era llevarle á gozar<br />
<strong>de</strong> sí, y un año antes lo avisó por medio <strong>de</strong> santa<br />
Teresa <strong>de</strong> Jesús; porque estando la santa en altísima<br />
contemplación , la manifestó el Señor los<br />
gran<strong>de</strong>s merecimientos , virtu<strong>de</strong>s y excelencias <strong>de</strong><br />
san Pedro <strong>de</strong> Alcántara, y la dijo: Tantos son los<br />
méritos <strong>de</strong> mi querido v amado Pedro <strong>de</strong> Alicántara<br />
, y tanto rue<strong>de</strong>n conmigo, que cualquiera<br />
cosa que me pidieren en su nombre, no la negaré.<br />
Luego añadió , que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un año lo sacaria <strong>de</strong><br />
esta vida, para darle el premio <strong>de</strong> sus trabajos, y<br />
que para su consuelo podia avisárselo. Escribióselo<br />
la seráfica madre; y el santo recibió esta nueva<br />
con extraordinaria alegría , y comenzó á disponerse<br />
para la partida, ejercitándose con mayor<br />
fervor en las virtu<strong>de</strong>s, y ardiendo en Humas <strong>de</strong><br />
caridad : y con haber sido su vida , como una preciosa<br />
ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> santidad , en que se eslabonaban<br />
unas virtu<strong>de</strong>s con otras , y unas buenas obras ron<br />
otras mejores, repelía muchas veces al fin <strong>de</strong> sus<br />
(lias con íntimos suspiros: ¡Ay<strong>de</strong> mí, que soy siervo<br />
inútil y sin provecho ! Sobre sus continuos achaques<br />
y dolores , que le afligían loda la vida, le<br />
envió Dios nuestro Señor una calentura, que conoció<br />
luego era la que había <strong>de</strong> ser fin <strong>de</strong> los<br />
males que pa<strong>de</strong>cía , y principio <strong>de</strong> los bienes que<br />
esperaba. Estaba en el convento <strong>de</strong> la Viciosa, en<br />
el estado <strong>de</strong> Oropesa , y fué llamado <strong>de</strong> los con<strong>de</strong>s<br />
con muchas instancias á Oropesa y á su palacio;<br />
pero no quiso acostarse en la cama que le tenían<br />
prevenida , sino en una que le hicieron sobre unas<br />
tablas, conforme á su pobreza y espíritu , y aun<br />
<strong>de</strong> esta manera no pudo sufrir la honra y regalo<br />
que le hacian aquellos príncipes ; y prosiguiendo<br />
la enfermedad y conociendo que se acercaba su<br />
fin , se hizo llevar á su convento <strong>de</strong> Arenas : porque<br />
<strong>de</strong>seaba morir entre sus hermanos con la pobreza<br />
y humildad que habia profesado. Llevóle<br />
el médico <strong>de</strong> aquella villa á su casa para curarle,<br />
por conocer era muy grave su enfermedad; y <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> algunos chas <strong>de</strong> su curación , le preguntó el<br />
sanio: Señor doctor, ¿cuándo partiremos? Y respondiendo<br />
el médico, que presto, porque era sin<br />
remedio su enfermedad; con extraordinaria alegría<br />
cantó con el profeta David:' <strong>La</strong>'lalus sum in<br />
Iris, (¡na' (Hela sunlmihi: in domum JJomini<br />
ibinius: Heme alegrado con tales nuevas : iremos<br />
á la casa <strong>de</strong>l Señor. Hacíanle remedios mas penosos<br />
que ¡a misma enfermedad ; y el santo los<br />
admitía: porque, aunque eran sin provecho para<br />
su cuerpo, eran <strong>de</strong> fruto para su espíritu , en lo<br />
que le daban que pa<strong>de</strong>cer por amor do Dios nuestro<br />
Señor. Pa<strong>de</strong>ció en su última enfermedad , fuera<br />
<strong>de</strong> insufribles dolores , gravísimas tentaciones,<br />
especialmente <strong>de</strong> ira , para que hasta el fin <strong>de</strong> la<br />
vida alcanzase insignes victorias <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios.<br />
No admitía regalo ninguno , ni <strong>de</strong> los religiosos, ni<br />
<strong>de</strong> los seglares , para pa<strong>de</strong>cer sin alivio , diciendo,<br />
que, pues, hasta la muerte dura el peligro, hasta<br />
la muerte <strong>de</strong>be durar el cuidado y la mortificación.<br />
Viendo llorar á sus lujos, los consolaba con<br />
santas palabras : v como ellos mostrasen gran<strong>de</strong><br />
sentimiento, porque los <strong>de</strong>jaba y <strong>de</strong>samparaba en<br />
tiempo que tanto necesitaban <strong>de</strong> su asistencia y<br />
dirección ; dijo , con humildad y resignación en la<br />
divina voluntad, las palabras <strong>de</strong> san Martin , obispo:<br />
Señor y Dios mió, si todavía soy necesario<br />
para aumento <strong>de</strong> este pequeño pueblo vuestro, y<br />
gustáis <strong>de</strong> que viva para nuevos trabajos; llágase<br />
en mí vuestra santísima voluntad , que no rehuso<br />
el pa<strong>de</strong>cer si es gusto vuestro.<br />
17 Exhortó á sus religiosos á todas las virtu<strong>de</strong>s,<br />
y especialmente á la pobreza, diciéndoles ,<br />
que la pobreza era el mayorazgo que les habia <strong>de</strong>jado<br />
Jesucristo , naciendo en un pesebre y muriendo<br />
en una cruz, y queso tratasen en esta vida como<br />
pobres y peregrinos. Profetizó el dia y hora en<br />
que habia <strong>de</strong> morir: y viendo que ya se acercaba<br />
; para mostrar en aquella hora el amor que<br />
habia tenido á la santa pobreza , so <strong>de</strong>snudó <strong>de</strong> su<br />
hábito y lo renunció en manos <strong>de</strong>l guardián <strong>de</strong>l<br />
convento , mirando sus hijos con veneración y<br />
compasión aquel cuerpo , que ya parecia cadáver,<br />
en que duraban aun las llagas que el rigor <strong>de</strong> las<br />
disciplinas y asperezas <strong>de</strong> los cilicios habían causado.<br />
Hincóse luego <strong>de</strong> rodillas, como pudo , y pidió<br />
perdón <strong>de</strong> sus faltas á todos los frailes, y al<br />
guardián, que le diese <strong>de</strong> limosna un pobre hábito,<br />
para enterrarse. El guardián, queriendo con<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r<br />
con el gusto <strong>de</strong>l santo, buscó el hábito<br />
mas pobre que habia en el convento , y no se halló<br />
entre los frailes otro mas pobre que el que traía<br />
el que era padre <strong>de</strong> todos, y así le volvió su mismo<br />
hábito con título <strong>de</strong> limosna, y él lo recibió<br />
con gran<strong>de</strong> alegría. Estaba helado; y llegando un<br />
fraile á cubrirle los pies , le dijo : Padre , por<br />
amor <strong>de</strong> Dios, que se abrigue; que ya está mas<br />
muerto que vivo. Respondió : Déjame , hijo , no<br />
abrigues mi cuerpo; que aun tengo peligro. Finalmente<br />
, habiendo recibido todos los sacramentos<br />
, y díchole la recomendación <strong>de</strong>l alma , y dicho<br />
el mismo santo algunos salmos con mucha<br />
<strong>de</strong>voción , estando presente la soberana A írgen<br />
María , san Juan , evangelista , con otros muchos<br />
santos y ángeles, empezando aun en esta vida á<br />
ver, como en una imagen ó figura, ala santísima<br />
'Trinidad; su espíritu , libre <strong>de</strong> las prisiones do la<br />
carne mortal, voló al cielo á la libertad <strong>de</strong> los hijos<br />
<strong>de</strong> Dios, don<strong>de</strong> goza y gozará por loda una eternidad<br />
el premio <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>s virtu<strong>de</strong>s y merecimientos<br />
, domingo 18 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1562 , á las<br />
seis <strong>de</strong> la mañana , como el santo lo habia profetizado.<br />
A la hora que espiró , se apareció muy res