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La leyenda de oro 4.pdf

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170 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 29<br />

rey (¡enserico , y Imyemlo do la persecución <strong>de</strong> los<br />

vándalos se refugiaron en diversas provincias. San<br />

Gaudioso aportó á Ñapóles, y habiendo entrado<br />

como monje en un monasterio cerca <strong>de</strong> aquella<br />

ciudad , vivió en él algunos años, y <strong>de</strong>spués acabó<br />

su vida saniamente.<br />

SAN HONORATO, OBISPO v CONFESOR,.—Fué<br />

discípulo <strong>de</strong>l glorioso mártir san Eusebio, que lo<br />

educó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su mas tierna edad. Instruido y piadoso<br />

, mereció ser elegido obispo <strong>de</strong> Verceli por el<br />

pueblo y el clero reunidos, siendo consagrado con<br />

visible aprobación <strong>de</strong>l cielo. En sus acciones y<br />

trabajos fué siempre fiel imitador <strong>de</strong> su santo maestro<br />

, y cuando ya creía que podría aten<strong>de</strong>r á las<br />

necesida<strong>de</strong>s interiores <strong>de</strong> su rebaño, apareció en<br />

la Iglesia la herejía do Arrio , la cual combatió<br />

con todas sus fuerzas, teniendo que sufrir <strong>de</strong> parto<br />

<strong>de</strong> sus sectarios muchas persecuciones , y hasta el<br />

<strong>de</strong>stierro, en el cual murió.<br />

Ría •i'.i.<br />

SAN NARCISO, OBISPO Y MÁRTIR. — San Narciso,<br />

obispo <strong>de</strong> Gerona, nació do nobles padres<br />

en la misma ciudad : y al tiempo que el emperador<br />

Aureliano perseguía á los cristianos , huyendo<br />

aquella tempestad , salió <strong>de</strong> su patria con un diácono<br />

suyo, llamado Félix, y guiado <strong>de</strong>l Señor se<br />

fué á Alemania con <strong>de</strong>seo do predicar el Evangelio<br />

á aquellos pueblos , y convenirlos á nuestra religión.<br />

Llegó á la ciudad <strong>de</strong> Augusta : y queriendo<br />

tomar posada , fué encaminado á casa <strong>de</strong> Afra,<br />

mujer principal, pero <strong>de</strong>shonesta ; porque Afra<br />

era hija <strong>de</strong> Hilaria , reina que había sido do Chipre<br />

, ó á lo menos en aquella isla señora rica y<br />

po<strong>de</strong>rosa: la cual, habiendo perdido en la guerra<br />

á su marido, y su estado y bienes , había venido<br />

con su hija Afra y con Dionisio, su hermano, y<br />

con otros criados y criadas suyas, por instinto divino<br />

á la ciudad <strong>de</strong> Augusta: y como en la isla<br />

<strong>de</strong> Chipre Yenus habia sido ramera, y era tenida<br />

por diosa , y adorada y reverenciada mas que los<br />

otros dioses, y toda la gente, engañada por los sacerdotes<br />

<strong>de</strong> la misma Yenus, creia que lanto mas<br />

agradaban y servían á su diosa los que se <strong>de</strong>dicaban<br />

á su culto y veneración , cuanto eran mas<br />

torpes, sucios y <strong>de</strong>shonestos (que semejantes<br />

monstruos adoraba la gentilidad ); queriendo Hilaria<br />

consagrar á su hija Afra á la diosa Venus,<br />

para que fuese <strong>de</strong> ella mas favorecida , la permitió<br />

vivir como ramera, y que tuviese muchos<br />

amigos. Tal era Afra cuando Narciso entró en su<br />

casa; aunque el santo no lo sabia. Guióle Dios,<br />

pura dar salud y vida á toda aquella casa, y sacar<br />

<strong>de</strong> un abismo <strong>de</strong> torpezas y <strong>de</strong>shonestida<strong>de</strong>s<br />

á Afra , que con las tinieblas <strong>de</strong> la idolatría y sombra<br />

<strong>de</strong> la muerte en que estaba, no conocía su<br />

<strong>de</strong>sventura; porque, entrando san Narciso en su<br />

casa, y creyendo Afra que era uno do los hombres<br />

lascivos y perdidos que solían venir á ella,<br />

<strong>de</strong>spués so <strong>de</strong>sengañó , y entendió que era obispo<br />

<strong>de</strong> los cristianos, y con la oración que el sanio<br />

hizo (oda aquella noche, y una luz soberana quo<br />

vio, se trocó <strong>de</strong> manera , que ella y su madre, y<br />

Digna, Ennomia y Entropía, tres criadas suyas,<br />

so convirtieron á Dios, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber ayunado<br />

siete dias, recibieron el agua <strong>de</strong>l santo bautismo,<br />

y por su medio otros muchos se hicieron<br />

cristianos , y fueron mártires <strong>de</strong> Cristo, y san Narciso<br />

predicó en aquella ciudad , y ganó tantas almas<br />

fiara el Señor, que en Augusta lo tienen por<br />

su apóstol y maestro. Y habiendo estado nueve<br />

meses en ella, ó instituido sacerdotes, y consagrado<br />

por obispo á Dionisio , hermano <strong>de</strong> Hilaria,<br />

y tío <strong>de</strong> Afra , con gran sentimiento y dolor <strong>de</strong> los<br />

cristianos, so volvió para Gerona , su patria, para<br />

hacer en ella lo que habia hecho en Augusta. Aquí<br />

estuvo tres años ejercitando su caridad , y edificando<br />

al pueblo con su santa vida , y alumbrándole<br />

con su doctrina , y ganando innumerables almas<br />

para Dios con gran<strong>de</strong> aprovechamiento y gozo<br />

<strong>de</strong> ¡os cristianos, y pesar y rabia <strong>de</strong> los gentiles:<br />

los cuales finalmente le mataron estando diciendo<br />

misa, con tres heridas que le dieron, en el<br />

hombro, en la garganta y en el pié. Todo esto<br />

que aquí queda referido, dice el breviario déla<br />

Iglesia <strong>de</strong> Augusta, que por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l car<strong>de</strong>nal<br />

Otho Truchses , obispo do Augusta , se imprimió<br />

en Roma el año 1570, y en él se cuenta el martirio<br />

do santa Afra , que fué quemada vida , ofreciéndose<br />

al Señor en holocausto y víctima do<br />

suavidad : y <strong>de</strong> allí á seis dias la siguieron por<br />

el mismo tormento <strong>de</strong> fuego, santa Hilaria , su<br />

madre, y sus tres criadas, Digna, Eunomia,<br />

y Eutropia.<br />

2 El cuerpo <strong>de</strong> san Narciso está en Gerona,<br />

y toda aquella ciudad le tiene y reverencia por<br />

patrón. Ha hecho nuestro Señor muchos y muy<br />

gran<strong>de</strong>s milagros por esto sanio, y entre otros os<br />

muy memorable el que sucedió, cuando Felipe,<br />

rey <strong>de</strong> Francia , hizo guerra á don Redro, rev <strong>de</strong><br />

Aragón, y tomó la ciudad <strong>de</strong> Gerona: porque habiendo<br />

su gente robado el sepulcro <strong>de</strong> san Narciso,<br />

salieron <strong>de</strong>l mismo sepulcro innumerables<br />

enjambres do moscas y tábanos do extraordinaria<br />

figura, color y gran<strong>de</strong>za, que embistieron con la<br />

gente y caballos <strong>de</strong>l rey, y los emponzoñaron <strong>de</strong><br />

manera, quo murieron <strong>de</strong> pestilencia mas <strong>de</strong> cuaicnla<br />

mil franceses, y mas do veinte y cuatro mil<br />

caballos, y algunos aña<strong>de</strong>n mayor número, y<br />

<strong>de</strong>ntro do pocos dias el mismo rey do Francia<br />

murió en Perpiñan , y quedaron en proverbio « las<br />

moscas <strong>de</strong> san Narciso,» como lo notó el car<strong>de</strong>nal<br />

Baronio en las anotaciones quo hizo sobre el Martirologio<br />

romano, á los 18 <strong>de</strong> marzo.<br />

3 En otras muchas ocasiones ha <strong>de</strong>fendido<br />

milagrosamente el ínclito obispo y mártir san Narciso<br />

la ciudad <strong>de</strong> Gerona; pero porque sena materia<br />

muy dilatada el tratarlas lodas, solo pondré<br />

dos: la una fué el año <strong>de</strong> 1053á 2Y do setiembre.<br />

Estedia, pues, teniendo el rey <strong>de</strong>Francia su<br />

ejército sobro Gerona , fué tal la muchedumbre<br />

do moscas extraordinarias, ver<strong>de</strong>s y azules, que<br />

dieron sobre los franceses, que les mataron mas<br />

<strong>de</strong> dos mil caballos, los cuales, al punto que les<br />

picaban las moscas, se volvian rabiosos, y morian<br />

rabiando ; y asimismo murió do dicha plaga la<br />

mayor parle <strong>de</strong>l ejército francés: cuyo prodigioso

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