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La leyenda de oro 4.pdf

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NOVIEMBRE, 3 LA LEYENDA DE ORO. 197<br />

presentar al sumo pontífice , y vicario <strong>de</strong> Cristo,<br />

todas las cosas que se le ofrecían para el establecimiento<br />

<strong>de</strong> nuestra santa religión, y buen gobierno<br />

<strong>de</strong> las Iglesias <strong>de</strong> Irlanda. Y puesto caso que<br />

todo el clero y pueblo procuró <strong>de</strong>tenerle , y persuadirle<br />

que no hiciese aquella larga y trabajosa<br />

jornada; no fué posible , porque Dios le guiaba.<br />

Llegó á Moma á tiempo que Inocencio , II <strong>de</strong> este<br />

nombre , gobernaba la nave <strong>de</strong> san Pedro, <strong>de</strong>l<br />

cual Malaquías fué recibido con singular benevolencia<br />

y favor; y la primera cosa que le suplicó<br />

, fué , que lo <strong>de</strong>scargase <strong>de</strong>l oficio <strong>de</strong> pastor , y<br />

diese el obispado á otro , y á él le <strong>de</strong>jase morir<br />

quietamente en el monasterio <strong>de</strong> Claraval, don<strong>de</strong><br />

san Bernardo era abad : pero el papa no solamente<br />

no le concedió lo que tanto <strong>de</strong>seaba; mas le<br />

hizo su lugarteniente , y legado apostólico en toda<br />

la isla <strong>de</strong> Irlanda : y quitándose el mismo papa la<br />

mitra <strong>de</strong> la cabeza, la puso sobre la <strong>de</strong> Malaquías,<br />

v le dio <strong>de</strong> sus propios ornamentos pontificales ,<br />

con que <strong>de</strong>cia misa, una estola y un manípulo , y<br />

le concedió otras muchas gracias, y con su bendición<br />

apostólica y gran<strong>de</strong>s favores, le envió á su<br />

Iglesia, habiendo estado el santo en Roma un<br />

mes , visitando con singular <strong>de</strong>voción aquellos lugares<br />

consagrados con la sangre <strong>de</strong> tantos pontífices,<br />

apóstoles , y mártires. A la ida á Roma , y á<br />

la vuelta , posó el santo en el monasterio <strong>de</strong> Claraval<br />

, don<strong>de</strong> se consoló por extremo con la comunicación<br />

<strong>de</strong>l santo abad Bernardo, y <strong>de</strong> los otros,<br />

sus lujos , que vivían en aquel sagrado convento,<br />

como ángeles venidos <strong>de</strong>l cielo : y ellos con la presencia<br />

<strong>de</strong> san Malaquías, y con su bendición , y<br />

maravillosos ejemplos , quedaron mas alentados,<br />

y con nuevo fervor y brio , para anhelar y correr<br />

con mayor ímpetu á la perfección. Mas volviendo<br />

<strong>de</strong> Roma , <strong>de</strong>jó en Claraval cuatro <strong>de</strong> sus<br />

clérigos , para que allí se criasen , é instruyesen en<br />

la vida religiosa, y volviendo á Irlanda, la plantasen<br />

en aquella isla : la cual, aunque lenia noticia<br />

<strong>de</strong> monjes, hasla aquel tiempo no había visto ninguno<br />

, y estos cuatro fueron semilla <strong>de</strong>l cielo , que<br />

se sembró en aquella incuba tierra ; porque hahiondo<br />

sido admitidos á la religión <strong>de</strong> san Bernardo<br />

. fueron <strong>de</strong> él enviados á su patria , y <strong>de</strong>spués<br />

otros , y algunos hijos <strong>de</strong>l mismo san Bernardo , y<br />

discípulos <strong>de</strong> aquella escuela: los cuales fundaron<br />

en Irlanda un convento con su abad , y <strong>de</strong> él se <strong>de</strong>rivaron<br />

, como <strong>de</strong> fuente, otros cinco , multiplica—<br />

candóse los seminarios, y creciendo cada dia el<br />

número <strong>de</strong> religiosos.<br />

6 Mas llegado san Malaquías á su tierra , fué<br />

recibido con increíble gozo y regocijo <strong>de</strong> todos<br />

aquellos pueblos , que <strong>de</strong> todas partes venian á recibir<br />

su bendición , y á darle la enhorabuena <strong>de</strong> su<br />

venida: y él , para no tener sin provecho la gracia<br />

que el papa le habia dado, celebró en algunas<br />

ciuda<strong>de</strong>s concilios nacionales, y en ellos se hicieron<br />

útilísimos <strong>de</strong>cretos y cánones, para establecer<br />

mas la religión católica; estando siempre<br />

el santo muy atento á remediar las necesida<strong>de</strong>s<br />

parlicuíares <strong>de</strong> cada uno , ya con dulzura , ya con<br />

severidad : y no habia quien se atreviese á repugnar<br />

á sus mandamientos, ó á <strong>de</strong>spreciar sus<br />

saludables amonestaciones; antes todos las recibían<br />

como medicina, y como constituciones venidas<br />

<strong>de</strong>l cielo : y no es maravilla , porque su vida<br />

era celestial y divina, y los milagros con<br />

que el Señor le ilustraba eran tantos y tan gloriosos<br />

, que el contra<strong>de</strong>cir á Malaquías , era contra<strong>de</strong>cir<br />

á Dios. De la santidad <strong>de</strong> su vida dice san<br />

Bernardo estas palabras: «Dejando aparte el<br />

hombre interior , cuya hermosura , valor y sinceridad<br />

resplan<strong>de</strong>cían en la vida <strong>de</strong> Malaquías;<br />

¿qué diremos <strong>de</strong>l exterior, y <strong>de</strong> aquellas maneras<br />

uniformes , pero siempre mo<strong>de</strong>stísimas que guardó<br />

, sin que jamás se viese en él la menor cosa <strong>de</strong>l<br />

mundo , que pudiese ofen<strong>de</strong>r los ojos <strong>de</strong> los quo<br />

le miraban ? Vengamos á la lengua : cierto es ,<br />

que el que no resbale en el hablar es varón perfecto.<br />

Pues ¿qué hombre hubo tan curioso , que<br />

notase en Malaquías , no digo palabra , sino un sí,<br />

ó nó, ocioso? ¿ Quién le vio mover el pié , ó la<br />

mano con vanidad ? ¿ O en qué cosa no daba él<br />

edificación al prójimo , en el andar, en el mirar,<br />

en el hábito , y en el semblante? Tenia una perpetua<br />

severidad en el rostro, tan igual , que ni la<br />

tristeza , ni la alegría nunca la pudieron alterar.<br />

Era enemigo <strong>de</strong> burlas ; mas no austero , ni encapotado<br />

: alegre , cuando convenia; mas nunca disoluto<br />

: en ninguna cosa <strong>de</strong>scuidarlo ; mas á su<br />

tiempo sabia disimular : era pacífico y quieto;<br />

mas no perezoso. Des<strong>de</strong> el primer dia <strong>de</strong> su conversión<br />

hasta la postrera boqueada, nunca tuvo<br />

cosa propria , ni renta , ó eclesiástica , ó seglar; y<br />

aun , siendo obispo, no tenia cosa cierta para su<br />

mesa obispal . ni habitación <strong>de</strong>terminada , como<br />

aquel que toda la vida gastaba en visitar sus<br />

parroquias y feligreses, sirviendo al Evangelio,<br />

y sustentándose <strong>de</strong>l mismo Evangelio , según el<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l Señor : y muchas veces , para no ser<br />

cargoso á nadie, se sustentaba él , y sus compañeros,<br />

<strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>sús manos, como lo hacia san<br />

Pablo ; y siendo ya hombre <strong>de</strong> edad , y legado <strong>de</strong>l<br />

sumo pontífice , nunca <strong>de</strong>jó su antigua costumbre,<br />

él , y todos sus compañeros , <strong>de</strong> ir á pié cuando<br />

iba á predicar : forma verda<strong>de</strong>ramente evangélica<br />

, y tanto mas <strong>de</strong> estimar en Malaquías, cuanto<br />

menos es imitada <strong>de</strong> otros ; pero el que <strong>de</strong> tal manera<br />

vivía , con razón se pue<strong>de</strong> llamar legítimo<br />

here<strong>de</strong>ro y sucesor <strong>de</strong> los apóstoles. » Todo esto<br />

es <strong>de</strong> san Bernardo.<br />

7 Pues ¿qué diré <strong>de</strong> los milagros , con que el<br />

Señor le honró y ensalzó? El mismo san Bernardo<br />

dice que fueron innumerables, y cuenta muchos:<br />

yo referiré algunos pocos, que nos puedan<br />

enseñar , y mover á imitación . mas que no á sola<br />

admiración ; pues para esto escribimos las vidas<br />

<strong>de</strong> los sanios. Había una mujer gravemente atormentada<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio : hizo oración san Malaquías,<br />

y mandó al <strong>de</strong>monio que saliese <strong>de</strong> aquel cuerpo<br />

; y le obe<strong>de</strong>ció : pero entró en otra mujer , que<br />

estaba allí présenle: y Malaquías dijo al <strong>de</strong>monio:<br />

No te mandé yo salir <strong>de</strong> aquella mujer , para que<br />

entrases en esta: <strong>de</strong>ja esta también. Salió <strong>de</strong> la<br />

segunda; y volviendo á la primera, y echándolo<br />

do ella , tornó á la segunda : y <strong>de</strong> esta manera andaba<br />

el <strong>de</strong>monio, haciendo burla <strong>de</strong>l santo , hasta

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