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LA LEYENDA DE ORO.
DlCIEJIBItE , 7
Apenas he entendido la diferencia que hay en­ picio y favorable al imperio romano; pues le ha
tre el emperador y el obispo , y he hallado al dado tal príncipe , cuya virtud y suma potestad en
maestro de la verdad; porque á solo Ambrosio la cumbre de tan grande imperio y tan esclarecido
conozco por obispo digno de este nombre. Fi­ triunfo, está acompañada con tan profunda humilnalmente
, el emperador Teodosio, por su gran dad , que ha vencido en valor á los emperadores y
piedad . y por las excelencias y admirables vir­ en humildad á los sacerdotes. ¿Qué tengo mas que
tudes de san Ambrosio , lo honró mucho , y le re­ apetecer ó que desear? Todo lo tenéis, y para deverenció
y obedeció y por su consejo ordenó cirlo en una palabra ,sois emperador piadoso y cle­
muchas cosas provechosas , y de grande utilidad mentísimo ; y con todo esto deseo que cada dia
para toda la Iglesia católica , y por su ejem­ crezcáis en la piedad que es el mas raro don , que
plo el emperador Valentiniano quedó tan suje­ da Dios: para que por vuestra clemencia , así coto
y rendido á la voluntad del santo obispo, desmo la Iglesia de Dios se gozó con la paz y tranpués
que murió Justina, su madre , cuánto antes quilidad de los buenos ; así se alegre con el perdón
habia estado adverso por su inducimiento y per- de los pecados. Perdonad especialmente á los que
suacion : como se ve en la oración que hizo el antes de ahora no han pecado. » Todo esto es de
mismo san Ambrosio, llorando con muchas lágri­ san Ambrosio, que con sus palabras alcanzó permas
su desastrada muerte que dio Arbogastes. su don de Teodosio para los culpados; y el mismo
gran privado y capitán do su ejército en León de Teodosio se echó á los pies del santo , confesando
Francia , haciéndolo ahogar en ¡a cama , como in­ que por sus oraciones y merecimientos era salvo.
fiel y traidor , por dar el imperio á Eugenio , su Y habiendo mandado venir de Constantinopla á
amigo, contra toda justicia y razón. Mas el Señor, Arcadio y Honorio , sus hijos , y recibiéndolos en
que aunque permite los males, no los deja sin en la iglesia do Milán , les encargó á san Ambro­
castigo , castigó severamente la traición de Ar— sio y se los encomendó para que los tuviese como
bogasles y la tiranía de Eugenio , dando una mi­ hijos: y á ellos les ordenó que le tuviesen y obelagrosa
victoria al emperador Teodosio contra deciesen como á padre. Y habiéndoles repartido
ellos, y haciendo que miserablemente muriesen á el imperio , y dado á Arcadio el de Oriente y á
sus manos : y el piadoso emperador, conociendo Honorio el de Occidente , murió el glorioso empe­
que aquella victoria tan grande y tan gloriosa , no rador en Milán, el año del Señor de 393 á los 17
la habia alcanzado por su valor ó industria , ni por de enero , con gran llanto y sentimiento de todo
la fuerza y número de sus soldados, sino por las el imperio , y particularmente de san Ambrosio que
oraciones de san Ambrosio, le escribió luego una hizo una oración de grandes alabanzas en sus hon­
carta, avisándolo de ella y rogándole que hiciese ras , y derramó muchas lágrimas : porque, como
gracias al Señor por aquel beneficio que á él y á en ella dice , cuando murió Teodosio , no tenia
toda la cristiandad habia hecho ; y san Ambrosio tanto cuidado de sí , de su muerte , ni de sus hi­
le respondió otra carta , en quede dice estas palajos , como de la paz y tranquilidad de la Iglesia.
bras : « Gracias sean dadas á Dios nuestro Señor, Poco después de la muerte de Teodosio , halló oi
porque ha correspondido á vuestra fé y piedad, y santo sacerdote los sagrados cuerpos de los santos
nos harepresentadoaquella forma antigua de san­ mártires Nazario y Celso , en un huerto fuera de
tidad y dejádonos ver en nuestro tiempo , loque los muros de la ciudad , y los trasladó con solem­
leyendo las Escrituras sagradas nos causa admiranidad á la iglesia de los Apóstoles, é hizo Dios por
ción. Pues en vuestras batallas se ha hallado el fa­ ellos muchos y grandes milagros. Entre otros, muvor
de Dios tan presente, que no han podido las chos endemoniados quedaban libres : y como en
cumbres de los altos montes retardar el curso de uno de ellos el demonio diese voces y dijese , que
vuestra venida , ni las armas de los enemigos po­ san Ambrosio gravemente le atormentaba ; responner
impedimento á vuestro ejército. Por este benedió el santo: Enmudece , maligno espíritu; porque
ficio queréis que yo haga gracias á Dios nuestro no te atormenta Ambrosio , sino la fé do los santos
Señor: yo las haré de buena gana, como quien y tu envidia; porque ves que suben los hombres al
también sabe vuestros merecimientos , porque cier­ lugar de donde caiste; que Ambrosio no se desta
cosa es, que os agradable á Dios el sacrificio vanece con tus palabras. También se habia halla­
que se le ofrece en vuestro nombre : y queriendo do antes en Bolonia en la translación del santo
vos , que esto se haga ; ¿cuan grande devoción y mártir Agrícola , el cual, después de haber sido
fé mostráis en ello ? Los otros emperadores , para martirizado su criado Vital , puesto en cruz y en­
que quedo memoria de sus victorias , mandan haclavado con muchos clavos , alcanzó la corona del
cer arcos triunfales ó cosas semejantes; pero vues­ martirio y fué enterrado con su criado en las setra
clemencia quiere que se ofrezcan sacrificios, pulturas de los judíos; pero después se descubrie­
ofrendas y acción do gracias por mano de los saron los santos cuerpos, ysanAmbrosio siendo concerdotes.
Yo , aunque indigno ó inhábil para cosa vidado, fué á la traslación de san Agrícola; y sa­
tan grande, quiéreos decir lo que he hecho. Llecando su sagrado cuerpo , recogió los clavos y la
vó conmigo al altar la carta de vuestra piedad, sangre y el trofeo de la cruz , en que habia muerto:
púsola sobre el altar; y cuando llegué á ofrecer el y rico con el tesoro precioso de aquellas reliquias,
sacrificio , la tomé en la mano , para que vuestra pasó á Florencia y las colocó debajo de una
fé hablase con mi lengua, y los caracteres imperia­ iglesia, que una piadosa ó ilustre matrona llamada
les en aquella ofrenda hiciesen el oficio de sacer- Juliana , habia edificado con nombre de san Lofe.
Verdaderamente que el Señor se muestra pro- renzo ; aunque el pueblo la llamó Ambrosiana,