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DICIEMBRE, G
en Jaén y Baeza , y visitó el obisparlo de Jaén;
porque se lo pidió con grande ¡nslancia su obispo
don Martin Dominguez. Entró con salvo conducto
por su diócesis de Granada, y visitóla loda con
grande gozo desús ovejas, por ver á su santo pastor
, v gran pena del sanio pastor, por ver lo que
padecían stisovejas entre tantos lobos crueles. Halló
muchos cristianos en el nombre solamente, porque
la cercanía de los moros les había pegado sus
vicios: insinuólos en las cosas de la fé desterrando
torpes ignorancias: confirmó á los que no habian
recibido este sacrameulo, para fortalecerlos
en la religión cristiana: dio libertad ó muchos y
consuelo á todos: y no contento con haberles enseñado
de palabra , escribió un libro para desterrar
las supersticiones en que los halló ciegos, como
los que vivian entre las tinieblas de la morisma.
6 No le fué permitido quedarse en Granada,
y el deseo quo tenia de ganar almas á Cristo, le
hizo peregrinar mucha parte de España á pié predicando
como un nuevo apóstol. Pedia limosna
pura los cautivos de su diócesi, y habiendo juntado
muchas limosnas, volvió á Granada, y socorrió
corporal y espiritualmente ñ sus espirituales
hijos. Partióse á Roma , para consultar con su
santidad algunos puntos dificultosos acerca de los
cristianos quo vivían entre los moros. Eslimóle
mucho el sumo pontífice: porque luego se dieron
á conocer , y se lucieron venerar su sumidad y.
doctrina en la corte romana. Predicó en Santa María
la Mayor , y en oirás iglesias, y por sus sermones
mejoraban muchos pecadores sus vidas, y
otros con su trato se adelantaron cu el camino de
la perfección. Habiendo despachado ios negocios
á que habia ido á Roma, se volvió á España, y
padeció increíbles trabajos y fatigas, y fué muy
regalado de Dios, y favorecido de los sanios ángelus.
Llegó á Jaén, y después de aigun tiempo fuó
hecho obispo de aquella Iglesia, la cual gobernó
con grande acierto, zelo y prudencia, siendo padre
de todos los pobres, necesitados y afligidos.
7 Había hecho el sanio obispo muchas entradas
en el reino de Granada , y convertido muchos
mores á nuestra santa fé . por lo que estaban
irritados los alfaquies, v deseosos de cautivarle.
Prendiéronle, andando visitando su obispado,
y lleváronlo á Granada , con las injurias y mal
Iratamien'o (pie de gente lan bárbara se puede
pensar. Viéndose el sanio cautivo en Granada,
descuidaba de su libertad , y cuidaba de la libertad
de los oíros cautivos y mucho mas de conservarlos
en la fé. Fueron do su Iglesia á tía lar do
su rescate; y fué tanta su caridad , que con el dinero
que Ilevaron para rescatarle á él, róscalo
muchos niños y nuqcres que Oslaban á peligro de
perderla fé, y él se quedó cautivo para cuidar de
los cautivos, con ejemplo .admirable de caridad.
Esperando los moros nuevo precio por su róscale,
le dejaron andar libre por la ciudad , y consolaba
á los afligidos, esforzaba á los flacos; y enseñaba
á los niños la doctrina cristiana. Estando un dia
con algunos niños haciéndoles vanas preguntas
acerca de los misterios de la fe, halló uno quo le
respondió con tanta claridad y distinción , que lo
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preguntó admirado : ¿Quién eres , niño? Y el niño
respondió: Soy Jesús: que tu caridad me ha traído
á asistir á la doctrina; y con oslo desapareció.
Llevaba un dia algunas cosas de comer á unos
cautivos cristianos que estaban presos: encontróle
el rey, y preguntándole que llevaba; respondió,
que rosas. No lo creía , por ser el mes de diciembre;
pero levantando el escapulario , vio que eran
rosas, porque se habian convertido en rosas los
regalos. Con los cautivos enfermos tema singular
calidad: pedia limosna para curarlos y regalarlos;
y él los servia por su misma persona. Segunda
vez vino rescate de su Iglesia , por el mucho deseo,
que teman sus ovejas de gozar de su pastor; pero
él hizo lo mismo que la primera vez , y repitió el
ejemplo , que hecho una vez sola es admirable , y
aunque se repila muchas veces, no deja do ser singular:
rescató con el precio á muchos: y él se
quedó segunda vez cautivo. Pagóle Dios tan singular
caridad con un singular favor. Queriendo
un dia decir misa , y no hallando quien lo ayudase,
vio un niño muy pequeño y hermoso en
traje de cautivo que se ofreció á ayudarle. Dijo la
misa coa mayor ternura y devoción que solía, y
admirado de lo bien que le había ayudado el niño,
le preguntó al acabar si tenia padre y madre. Sí,
tengo í respondió); aunque no osla mi madre en
esta tierra. Preguntóle los misterios de la fé : v ha-,
blondo explicado con admirable claridad quién era.
el Padre; le preguntó el santo : Y el Hijo ¿quién
Entonces levantando el niño la jaquetilia , y
mostrando su costado llagado, le respondió: Yo
soy el Hijo: mira mis llagas y costado: y tú con
los niños quenas redimido, quedándote cautivo
por ellos, me has hecho tu prisionero. Y queriendo
el sanio obispo besarle los pies, se le des-,
apareció de entre los brazos, dejándole bañado en
inefable gozo, y arrebalado en éxtasis por grande.,
espacio.
8 Grecia cada dia su zelo y ardiente sed de la.
salud de las almas: y así no contento de procurar
con sus palabras aprovechar á los cristianos,
y á los moros, escribía ya los tratados, con quo
confirmaba en la fé á los unos y convertía á los
oíros á ella. Supieron esto ¡osalfaquies-, y cncerra-.
roule en oscuras mazmorras , donde no pudiese escribir;
pero los angeles le traían luz y plumas, y
papel para que escribiese. Compuso un libro contra
la secta do Mahoma, en que impugnaba el Alcorán
con eficaces razones, y escribía la torpe
vida y miserable muerto del falso profeta , con el
cual se convinieron á la fé muchos moros. Quejáronse
los alfaquies y morabitos al rev , del santo
obispo , como de blasfemo contra -Mahoma
y su Alcorán : y aunque el rev deseaba conservar
su vida , por no perder el rescate que esperaba :
con todo esto , no pudó resistir á la furia do los
moros que le pedían para quitarle la vida con grande
inslancia ; y así lo condenó á corlar la cabeza.
La noche antes, sabiendo la sentencia que se, habla
dado contra él , aunque el espíritu estaba
pronto , la carne estaba flaca , y mostraba en el
teiiio. 1
natural , quo era hombre , el que en el fervor
deseaba ser mártir: pero Cristo so le apare--.