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gatorio; porque en é! las almas purgan sus pecados,
y se purifican y limpian de loda la escoria
que por ellos contrajeron: la tercera es el limbo de
los niños que murieron sin bautismo con el pecado
original: la cuarta, el limbo do los santos padres,
pues antes quo Cristo nuestro Redentor muriese,
por estar la puerta del cielo cerrada, estaban allí
detenidos, y ahora después quo el Salvador bajó
á aquel lugar, y los libró de él, esta vacío. La
razón de eslos cuatro lugares ó senos se loma de
la diferencia que hay en las penas que padecen
las almas que salen de los cuerpos, que es en una
de cuatro manera-;: porque como hay pena de daño
, que es el no ver á Dios, y pena de sentido , que
es el dolor y tormento sensible, y la una y la
otra, ó temporal , ó eterna; ordenó Dios nuestro
Señor estas cuatro estancias y diferencias de lugares,
y señaló uno para los niños que mueren sin
bautismo , en el cual nunca ven á Dios , ni jamás le
verán y tendrán penado daño eterna: y para esta
misma pena de daño temporal sirvió el limbo de
los santos padres, que murieron antes do la pasión
de Crislo , donde estaban detenidos sin ver á
Dios , y gozar de su bienaventuranza. Para la
pena eterna de daño y sentido, está diputado el
infierno , en el cual los condenados carecen y carecerán
para siempre de la visión de Dios, y son
y serán perpetuamente atormentados con el fuego,
y otras penas horribles y eternas quo allí padecen.
Finalmente, para la pena temporal de daño
y sentido es el purgatorio, donde están las almas
detenidas, como en una cárcel, privadas de la
vista bienaventurada de Dios, y padeciendo juntamente
muy grandes dolores y penas sensibles,
hasta que, habiendo por entero pagado las culpas
que cometieron , ó ayudadas con las obras penales
de los fieles y sufragios de la santa Iglesia , van á
gozar eternamente de Dios. Esle lugar, es el quo
llamamos purgatorio; porque en él (como dijimos)
se purgan ¡as almas, y como plata acendrada
so retinan y porficionan , para que puedan
ver á Dios. Verdad es que aunque este es lugar
propio y diputado , en que comunmente las
almas pasan por este examen; pero también Dios
nuestro Señor se sirve de otros lugares particulares
para purificar las almas; como se saca de san
Gregorio , y del cardenal Pedro Damián , y de algunas
visiones y apariciones, que escriben los santos;
porque á Dios lodos los lugares son sujetos , y
en lodos hace lo que es servido : y algunas veces
quiere, que donde se cometió el pecado, se haga
la penitencia; y que los queso escandalizaron ó
tomaron mal ejemplo del que vivió mal, se edifiquen
y atemoricen con su pena : y por estos y por
otros justos respetos , aunque á nuestros ojos encubiertos,
se sirve Dios do algunos lugares particulares
, para purgar las almas de algunos, según la
orden de su inefable providencia.
8 En esle lugar, que es, y llamamos purgatorio
, padecen las almas' gravísimos tormentos,
y tan atroces , que lodos los de esta vida y los que
padecieron los mártires, son cifra en su comparación;
y así lo dice san Agustín por esias palabras:
«Primero se ha de purificar con el fuego del pur-
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 2
gatorio, el que dilató y dejó para el otro siglo el
fruto de su penitencia y convers'on: y esle fuego,
aunque no es eterno , es sumamente penoso ; porque
excede todas las penas que jamás sufrió algún
hombre en esla vida. Nunca se ha hallado acá
pena, que con ella se pueda comparar, por mas
atroces y exquisitos tormentos que hayan padecido
los mártires, y otros hombres facinerosos, que por
sus delitos han sido atormentados : y por eslo cada
uno-debe procurar enmendar su vida , y hacer pendencia
por sus pecados, de tal manera, que no
tenga necesidad de pasar tan graves penas después
de su muerte :» lo mismo afirma san Gregorio , diciendo:
« Yo creo que aquel fuego, por el cual
pasan las almas en el purgatorio , es mas intolerable,
que ninguna tribulación de esla vida:» y con
eslos sanios doctores concuerdan Beda , san Anselmo
, y san Bernardo ; y aun sanio Tomás añade
mas, que no solamente las penas del purgatorio
son mayores que las de lodos los mártires, sino
también que las cpie padeció Cristo nuestro Salvador
en su santísima y acerbísima pasión , con haber
sido las mas atroces y dolorosas que ninguna
persona ha sufrido en esla vida. La razón de eslo
es; porque el fuego del purgatorio es de una misma
especie con el del infierno, y aflige las almas,
no por virtud natural que en sí tenga, sino como
instrumento de Dios , quo se sirve de aquel fuego
para purificar y afinar las almas del purgatorio,
de la manera que él sabe y es servido , y por todo
el tiempo que con el peso de su justicia ha determinado,
y nosotros no sabemos ni podemos escudriñar.
Pero no hay duda , sino que algunos padecen
mas años de los que algunos piensan; porque,
corno dice san Agustín :« Por aquel rio de fuego
tanto mas tarda en pasar, el que mas lardó en
pecar; y cuanto fué mavor la culpa , tanto será
mayor ei castigo que hace la llama; y cuanto mas
la loca maldad se apoderó del alma , tanto mas
cruel será la sabia pena con que se paga allí las
palabras ociosas , los pensamientos livianos y vanos:
una muchedumbre de pecados ligeros que inficionaron
la pureza de nuestra noble naturaleza,
serán consumidos. » Eslo es do san Agustín. Pero
con ser la pena del fuego del purgatorio lan terrible
y excesiva , es mucho mayor sin comparación
la que llamamos pena do daño, que es no ver á
Dios; porque es tan grande el deseo que el alma,
suelta y libre ya de la cárcel de su cuerpo , tiene
de ver aquel sumo Bien , que cualquiera dilación,
por pequeña quesea, la allige mucho y la trasjiasa
de un dolor tan vehemente , que ningún otro
de esta vida se puede comparar con él, especialmente
acordándose el alma que por sus pecados
está en aquel estado , y privada de aquella gloriosa
vista , y que pudo en esla vida satisfacer con obras
penales por ellos, y quo por su descuido y pereza
no lo hizo. Algunos doctores hay , que á estas penas
añaden otra de ios demonios que atormentan
las ánimas, como enemigos crueles y verdugos de
la justicia divina, fundándose en algunas apariciones:
aunque santo Tomás , Solo y otros autores
sienten (y es mas probablo) que nuestro Señor
no so sirvo para esta justicia de los demonios;