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DICIEMBRE , 27 LA LEYENDA DE ORO. 505<br />
cia <strong>de</strong> aquella gente, y con los ejemplos <strong>de</strong> su celestial<br />
vida , y con la dulzura y santidad <strong>de</strong> sus<br />
costumbres, y suavidad <strong>de</strong> su conversación, ablandaba<br />
y atraía para Jesucristo á los que antes estaban<br />
tan lejos <strong>de</strong> él, y vivian en la sombra <strong>de</strong> la<br />
muerte: <strong>de</strong> manera que aquella provincia, que antes<br />
era como una selva espesa, habitada <strong>de</strong> bestias<br />
fieras, y como una tierra yerma y por labrar, se<br />
convirtió en un jardin <strong>de</strong>leitoso y regado con copiosas<br />
aguas <strong>de</strong>l cielo. Mas como el cruel emperador<br />
Domiciano hubiese sucedido en el imperio<br />
romano á su hermano Tito, y moviese la segunda<br />
persecución contra la Iglesia (que la <strong>de</strong> Nerón fué<br />
la primera), algunos filósofos y malos hombres,<br />
enemigos <strong>de</strong>l santo apóstol y <strong>de</strong> la religión que<br />
predicaba, aprovechándose <strong>de</strong> la ocasión, procuraron<br />
que el procónsul <strong>de</strong> Asia le prendiese y le<br />
enviase á Roma, para que <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Domiciano<br />
diese razón <strong>de</strong> sí, y fuese castigado como enemigo<br />
<strong>de</strong> los dioses <strong>de</strong>l imperio, y predicador y maestro<br />
<strong>de</strong> nueva religión. Lleváronle cargado <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas<br />
á Roma en edad anciana y venerable : presentáronle<br />
al empenador : el cual le preguntó algunas<br />
cosas: y habiendo respondido á ellas el santo , y<br />
no quedando satisfecho Domiciano, dice Metafraste<br />
, que allí <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él hizo muíhos milagros,<br />
echando los <strong>de</strong>monios <strong>de</strong> les cuerpos, sanando<br />
graves enfermeda<strong>de</strong>s, y resucitando muertos. Pero<br />
todo no aprovechó para amansar aquel tirano,<br />
que era mas fiero que las mismas fieras. Mandóle<br />
echar en una tina <strong>de</strong> aceito hirviendo , para que<br />
allí acabase su dichosa vida: <strong>de</strong>snudáronle y azotáronle<br />
primero (como lo solian hacer los romanos<br />
á los que con<strong>de</strong>naban á muerte); y <strong>de</strong>spués le<br />
echaron en la tina en presencia <strong>de</strong>l senado y <strong>de</strong><br />
innumerable gente que habia concurrido á este<br />
espectáculo. Entró san Juan en la tina, y el fuego<br />
perdió su fuerza, y el óleo que hervíase convirtió<br />
en un rocío <strong>de</strong>l cielo, y el tormento en refrigerio.<br />
Perdonó el fuego al santo , y abrasó á muchos <strong>de</strong><br />
los que le atizaban , y eran ministros <strong>de</strong> aquella<br />
impiedad. Salió san Juan <strong>de</strong> la tina mas puro y<br />
resplan<strong>de</strong>ciente , y con mas vigor que habia entrado,<br />
como lo dijimos mas largamente á los G <strong>de</strong><br />
mayo, en la festividad <strong>de</strong>SanJuan Ante-porlamlatinam,<br />
en que la santa Iglesia celebra estemartirio.<br />
Turbóse el emperador con este suceso , y<br />
admirado <strong>de</strong> tan gran<strong>de</strong> milagro , no se atrevió á<br />
matar al santo apóstol , or<strong>de</strong>nándo'o así nuestro<br />
Señor : porque so quería servir <strong>de</strong> él para otras<br />
cosas mayores. Mandóle <strong>de</strong>sterrar Domiciano á la<br />
isla <strong>de</strong> Palmos (que es una <strong>de</strong> las islas Espóra<strong>de</strong>s,<br />
no lejos <strong>de</strong> la isla <strong>de</strong> Candía), que tiene en circuito<br />
diez leguas, para que allí trabajase (como lo escribe<br />
Victoriano Pictaviense , y Primasio) en las<br />
minas <strong>de</strong> metal. Fué llevado á su <strong>de</strong>stierro el glorioso<br />
san Juan : llegó á Palmos; y luego comenzó<br />
á echar rayos <strong>de</strong> luz en aquella isla , y esparcir<br />
los primeros resplandores <strong>de</strong>l Evangelio sobre los<br />
moradores <strong>de</strong> ella; los cuales eran bárbaros, idólatras<br />
, y apartados <strong>de</strong> toda luz , y sepultados en<br />
las tinieblas <strong>de</strong> su infi<strong>de</strong>lidad é ignorancia. Con la<br />
doctrina que el divino apóstol les enseñó, abrieron<br />
los ojos para ver la claridad , que Dios por él les<br />
Touo IV.<br />
enviaba ; y se convirtieron á Jesucristo , y se domesticaron<br />
y sujetaron á las leyes blandas <strong>de</strong>l<br />
santo Evangelio.<br />
9 Estando aquí en Palmos , tuvo admirables<br />
ilustraciones y revelaciones <strong>de</strong>l Señor, y escribió<br />
el libro <strong>de</strong>l Apocahpsi (que quiere <strong>de</strong>cir revelación)<br />
, <strong>de</strong> la cual el mismo san Juan dice en el<br />
principio <strong>de</strong>l primer capítulo , que Jesucristo le<br />
envió por un ángel aquella revelación : y que es<br />
bienaventurado el que lee y el que oye las palabras<br />
<strong>de</strong> aquella profecía , y guarda lo que en ella<br />
está escrito. Interpretaron el libro <strong>de</strong>l Apocalipsi,<br />
Ireneo, Justino y Victoriano, mártires: Andrés y<br />
Aretas , obispos <strong>de</strong> Cesárea , la <strong>de</strong> Capadocia:<br />
Ambrosio, Beda, Ansberlo, y otros muchos varones<br />
doctísimos , antiguos y mo<strong>de</strong>rnos: pero por<br />
mucho que digan , siempre habrá mas que <strong>de</strong>cir;<br />
porque es un abismo sin suelo, y contiene el suceso<br />
que ha <strong>de</strong> tener la Iglesia hasta el fin <strong>de</strong>l mundo:<br />
mas con tales enigmas y figuras , que es menester<br />
que el mismo Señor que las reveló á san Juan,<br />
dé su espíritu , para po<strong>de</strong>rlas enten<strong>de</strong>r ó interpretar:<br />
y así dice san Dionisio Alejandrino, que á su<br />
juicio las cosas que están escritas en este libro,<br />
son superiores, y exce<strong>de</strong>n al modo humano: y que<br />
hay en él un sentido secreto, oculto y maravilloso,<br />
y que él, aunque no le entendia , se admiraba <strong>de</strong><br />
él y le reverenciaba : y san Gerónimo , hablando<br />
<strong>de</strong>l Apocalipsi, dice estas palabras: «El Apocalipsi<br />
<strong>de</strong> san Juan tantos sacramentos tiene , cuantas<br />
palabras: poco he dicho; porque toda la alabanza<br />
que se le diere , es menos <strong>de</strong> la que el libro merece:»<br />
y en otro lugar dice : que el Apocalipsi <strong>de</strong><br />
san Juan en la corteza <strong>de</strong> la letra contiene el meollo,<br />
y los ocultos sacramentos <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
10 En este tiempo mataron en Roma al emperador<br />
Domiciano, porque ya el mundo no le podia<br />
sufrir, y el senado <strong>de</strong>shizo lo que él habia hecho,<br />
y anuló los <strong>de</strong>cretos: y habiendo sucedido en<br />
el imperio Nerva , hombre mo<strong>de</strong>rado , dio á los<br />
<strong>de</strong>sterrados por Domiciano libertad para volver á<br />
sus casas. Entre ellos fué uno nuestro gran<strong>de</strong> apóstol<br />
, que todavía estaba en la isla <strong>de</strong> Palmos , y<br />
queriendo volver á Efeso , y al gobierno <strong>de</strong> las<br />
Iglesias <strong>de</strong> Asia; todos los isleños <strong>de</strong> Patmos sintieron<br />
mucho su partida, y con lágrimas, sollozos<br />
y ternuras , procuraron <strong>de</strong>tenerle consigo , por no<br />
per<strong>de</strong>r tan gran maestro, y la luz <strong>de</strong>l cielo que<br />
por su mano habían recibido : y aunque el santo<br />
apóstol se enternecía, no con<strong>de</strong>scendía con ellos,<br />
porque el Señor le mandaba olra cosa. Entonces,<br />
dice Melafrasle, que le suplicaron con gran<strong>de</strong> instancia<br />
, que ya que se partía , no se partiese <strong>de</strong>l<br />
todo, sino que les <strong>de</strong>jase por escrito lo que les habia<br />
enseñado, como sombra <strong>de</strong> su cuerpo y retrato<br />
<strong>de</strong> su espíritu : y que él ayunó y mandó ayunar á<br />
todo el pueblo , y subió á un alto monle con uno<br />
<strong>de</strong> los siete diáconos , llamado Proc<strong>oro</strong> , y allí se<br />
puso en altísima contemplación ; y que estando<br />
absorto en Dios, se comenzaron á sentir horribles<br />
truenos, relámpagos y rayos, temblando Proc<strong>oro</strong>,<br />
y estando el santo evangelista con maravillosa seguridad<br />
y sin temor alguno : y que al cabo <strong>de</strong> un<br />
trueno espantoso salió una voz , y dijo: Inprin—<br />
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