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OCTUBRE , 9 LA LEYENDA DE ORO. 43
SAN NÉSTOR , MÁRTIR.— Era de- Tesalónica , y
fué convertido a la fe do Jesucristo por san Demetrio,
con quien estuvo después unido con los
vínculos de la amistad. De san Demetrio hablamos
en este mismo dia , y solo podemos añadir que san
Néstor derramó su sangre en su compañía en el
mismo dia y lugar, el año 304.
SAN ARTEMON, PRESBÍTERO Y MÁRTIR.—En
tiempo del emperador Diocleciano , fué presbítero
de la Iglesia de Laodicea, en Frigia. Un año antes
que fuese coronado con la corona del martirio entró
con su obispo en el templo de los ídolos , y cayeron
derribadas milagrosamente todas las estatuas
de los dioses. Luego que lo supo el prefecto,
mandó que los prendiesen á ambos; pero no habiendo
podido encontrar mas que al obispo, le quitaron
la vida. A Artemon le encontraron después
de algún tiempo, y habiéndole conducido á la misma
ciudad de Laodicea, y negándose á ofrecer
incienso á los dioses, le rajaron todas las carnes,
y le iban ya á meter en una caldera para asarle,
cuando se aparecieron dos enormes águilas que arrebataron
al prefecto, y llevándoselo por los aires,
lo dejaron caer sobre unas rocas, donde espiró.
Asustados los paganos con aquel portento , dejaron
libre al santo, que murió dentro do poco en paz,
el año 298.
SANTA PALACIATA Y SANTA LORENZA, VÍRGE­
NES Y MÁRTIRES. — Palaciata era una señora principal
de la ciudad de Ancona, y Lorenza era
criada suya. Ambas eran cristianas de todo corazón
, y deseaban dar su vida por su esposo Jesucristo.
En el reinado del emperador Diocleciano,
iueron presas y afligidas con varios tormentos:
primero las arrojaron al fuego, del cual salieron
ilesas, luego, alada una gran roca al cuello, las
echaron al mar, pero las sacó un ángel y las puso
en una nave, que se encaminó á la orilla. Después
de esto fueron enviadas á Roma, y de aquí las
desterraron á Ferino, donde murieron por los primeros
años del siglo IV.
SANTA BRÍGIDA, VIUDA.—Su vida la hemos
colocado en el dia 23 de julio, en que murió.
liiit 55.
Los SANTOS DIONISIO AREOPAGITA , OBISPO,
RUSTICO , ELEUTERIO , Y SUS COMPAÑEROS , TODOS
MÁRTIRES. — La vida y martirio del gran filósofo
y divino teólogo , Dionisio Areopagita , discípulo
del apóstol san Pablo, escribieron Aristarco, Motodio
, obispo de Conslantinopla ; Miguel Singelo;
Melafraste; Glicas; y Suidas, autores griegos ; y
de los latinos , Iíikluiíio, á petición del emperador
Ludovíco; Adon; san Antonino , arzobispo de
Florencia; Mateo Galeno ; y los que traían vidas
de santos; y los Martirologios hacen mención dosan
Dionisio como de varón sapientísimo, obispo
santísimo, ó iluslrísimo mártir: de los cuales escritores
y del cardenal Baronio en el primero y
segundo tomo de sus Anales , y en las anotaciones
sobre el Martirologio romano , sacaremos lo que
de este santo habernos de decir.
2 Nució san Dionisio en Atenas . ciudad prin­
cipalísima de Grecia, madre de todas las ciencias.
Sus padres fueron hombres ilustres y ricos,
y si algunos habia en Atenas, moralmenle justos,
benignos , y para con los huéspedes amorosos y liberales.
Dioso san Dionisio á los estudios y salió
tan eminente en ellos, que, así por su gran sabiduría,
como por su claro linaje, alcanzó el primer
lugar entre los que regían y gobernaban la ciudad.
Pasó á Egipto para mejor estudiar y saber el curso
del cielo y de las estrellas , y todo lo que toca á
la ciencia de la astrología. Siendo de veinte y
cinco años, y estando en la ciudad do Heliópoli
un compañero suyo, llamado Apolofanes, vio el
eclipse del sol que sucedió en toda la tierra por espacio
de tres horas, al tiempo que Jesucristo
nuestro Salvador estaba clavado en el madero
de la santa cruz. Conoció entonces san Dionisio
que aquel eclipse del sol no era natural; porque
la luna estaba llena y en oposición del sol, y duró
mas tiempo de lo que naturalmente habia de durar.
Quedó con aquella novedad maravillado y
asombrado; y comunmente se dice que dijo estas
palabras: Aut Deus natura;palitur; aut miindt
machina dissolvetur: O el Dios autor de la naturaleza
padece; ó toda la máquina del mundo perecerá.
Miguel Singelo, presbítero jerosolimitano,
autor muy antiguo, escribe que oyó decir á su
padre, que las palabras que habia dicho san Dionisio
, cuando vio aquel prodigio tan grande , fueron
estas: « Dios desconocido padece en la carne;
y por esta causa el universo con estas tinieblas se
lia oscurecido y temblado : » y lo mismo refiere
Suidas. Pero el mismo san Dionisio, en una epístola
que escribe á Policarpo , y en otra á Apolofanes
(que le acompañó cuando vieron el eclipse), dice,
que preguntándole qué lo parecia de aquella novedad
, de la cual él estaba tan admirado; le respondió
que eran mudanzas de las cosas divinas;
y que notó el dia y la hora de aquella tan extraña
novedad. Fué casado san Dionisio con una señora
principal, llamada Damaris (como se saca de san
Ambrosio y de san Juan Crisóslomo) y celebró este
matrimonio-por dar contento á sus padres. Vivió
en su república con rara moderación : administraba
justicia con gran rectitud; y era estimado y honrado
de todos los atenienses, como filósofo sapientísimo.
Entró en esta sazón el apóstol san Pablo
en Atenas para enseñar la filosofía del cielo, y
con la luz del Evangelio deshacer las tinieblas y
vana filosofía de la tierra, y conducir las varias
sectas de los epicúreos, estoicos, peripatéticos,
académicos, y de otros sabios ignorantes que habia
en aquella ciudad : la cual, como era escuela
de todas las ciencias humanas , así se ocupaba en
el estudio y ejercicio de ellas. Entrando el sagrado
apóstol, vio quo á mas de los otros muchos dioses
que so adoraban on Atonas , habia un altar dedicado
á un Dios no conocido , con este -título:
fynolo Deo: y lomando, como prudentísimo y
divino orador, ocasión délo quo habia visto , comenzó
á predicar al Dios verdadero , criador del
cielo y de la tierra, y á declarar que era aquel
Dios quo ellos adoraban , sin conocerle , como lo
testificaba el título del altar, consagrado al Dios