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OCTUBRE, 11 LALEYEN! A DE ORO. 9o
protestas de inocencia , lo prendieron , le hicieron
sufrir una porción de crueldades, y después le colgaron
de un árbol, donde murió el dia 13 de octubre
del año 1012. La santidad de su vida, y su
invencible constancia en medio de los sufrimientos,
junto á los musbos milagros que obró el Señor por
su intercesión, le hicieron mirar desde luego con
particular veneración, siendo después colocado en
el número de los santos. La Alemania lo tomó por
patrón , y dedicó muchas iglesias on su honor.
Los SANTOS DANIEL, SAMUEL, ÁNGEL , DOM-
NO , LEÓN , NICOLÁS , Y IIUGOLINO , MÁRTIRES.—
Estos siete santos eran sacerdotes y religiosos del
orden de Menores franciscanos, que desde Italia
fueron á Marruecos para predicar el Evangelio á
los mahometanos. Habiendo llegado á la ciudad de
Ceuta , y empezado á ejercer en ella su ministerio,
fueron cogidos por los infieles, de quienes recibieron
multitud de ultrajes. Presentáronlos á un príncipe
llamado Mahometo,que teniéndolos por locos,
los remitió al gobernador de la ciudad para que
los castigase , y éste , después de un largo interrogatorio
los condenó á ser decapitados, cuya sentencia
se ejecutó el dia 10 de octubre del año 1221.
El papa León X instituyó su fiesta en este dia.
SAN TEÓFILO , OBISPO Y CONFESOR.—• Nació en
Asia , fué educado en la religión cristiana , y por
su eminente santidad y singular sabiduría fué consagrado
obispo el año 176. Fué el séptimo patriarca
de Antioquía , cuya Iglesia gobernó por espacio
de diez años. Escribió varios tratados en
favor y defensa de la religión, en los cuales vemos
cuan elevada era su ciencia y su zelo, y murió
el año sexto del emperador Cómodo, el 1SG de
Jesucristo.
SAN VENANCIO, ABAD Y CONFESOR.—Nació en
las Galias, y siendo aun muy joven, sus padres,
que eran ricos y piadosos , le obligaron á casarse.
Entregóse casi con exceso á los placeres de su estado;
pero habiendo ido dentro de poco tiempo á
la ciudad de Tours, donde habia un monasterio
de religiosos muy edificantes y ejemplares, se enamoró
de su método de vida, y de la santidad que
practicaban , y obteniendo el consentimiento de su
esposa, tomó el hábito ó hizo los votos. Desdo
luego aventajó á lodos sus hermanos en perfección
, de modo que en las primeras elecciones fué
nombrado abad, y ordenado sacerdote. Era muy
fervoroso en el santo sacrificio de la misa, y muchas
veces se le vio durante la celebración rodeado
de una luz celestial, y se le oyó profetizar lo
venidero. Poseyó particular gracia para curar las
enfermedades, librar á los poseídos, y conciliarios
ánimos irrrtados. Murió santamente á fines del
siglo IV , memorable en toda clase do prodigios.
SANTA CELIDONIA , VIRGEN. — Por haberse perdido
las actas de esta santa solo sabemos por las
adiciones puestas en el Martirologio romano por
el cardenal Baronio, que vivió y murió en Subiaco,
en la campaña de Roma, donde se halla
su cuerpo colocado en la iglesia de Santa Escolástica.
SAN EDUARDO, REY v CONFESOR. — Véase el
dia 5 de enero , donde se halla su vida.
Dia 14.
SAN BURCARDO , OBISPO Y CONFESOR.—Después
que nuestro Señor miró con ojos do piedad á la
isla de la Gran Bretaña (que ahora llamamos Inglaterra),
y por medio del gran doctor y pontífice
san Gregorio alumbró á los infieles que vivían en
ella, con los rayos de la predicación evangélica,
y los sacó de las tinieblas de la gentilidad; toda
aquella tierra, que antes estaba inculta y llena de
malezas y espinas , con el riego y lluvia del cielo
comenzó , á manera de un jardín bien plantado y
deleitoso , á producir nuevas y generosas plantas"
y unos varones divinos , que no solamente cultivaron
á ella, sino también á otras provincias apartadas
, y con su vida, doctrina y predicación las
ilustraron. De estos santos varones fué uno san
Burcardo , obispo de Hervipoli, cuya vida escribió
Egilvardo , monje del monasterio del mismo santo,
y de la misma ciudad de Hervipoli, y la trae el
P. Fr. Lorenzo Surio en su quinto tomo ; y nosotros
brevemente la referiremos.
2 Fué san Burcardo (como dijimos) de nación
inglés, de padres nobles , y desangre ilustre , y no
menos piadosos, los cuales inclinaron á su hijo al
estudio de la virtud y de las buenas letras: y él
era tan dócil y tan hábil, que tuvo poco que hacer
en aprenderlas , y en dar de mano á las liviandades
y entretenimientos, que son propios de la tierna
edad; antes con una madurez y fortaleza de áni -
mo , comenzó atener en poco y menospreciar los
gustos y deleites de la carne, y el resplandor vano
de las honras, y las riquezas perecederas , y darse
de veras al amor y temor santo del Señor; y creció
tanto en este afecto y deseo de servirle , que
dejando su patria, sus amigos y parientes, se parlió
de ella, y pasó el mar, y llegó á Francia,
donde estuvo algunos años en hábito de peregrino,
escondido al mundo, pero conocido y amado de
Dios.
3 Al mismo tiempo, ó poco antes, habia salido
también de Inglaterra san Bonifacio , arzobispo de
Maguncia, predicador apostólico, y apóstol de
Germania, que algunos dicen era deudo de san
Burcardo. Deseando, pues, san Bonifacio tener
obrero; que le ayudasen á plantar en Germania
la viña de la santa Iglesia, que por comisión del
santo pontífice romano estaba á su cargo , llamó
de Inglaterra, y de otras provincias, varones santos
y doctos, para tan gloriosa empresa. Entre los
otros que vinieron , fué uno Burcardo , que ya era
sacerdote , el cual fué recibido de san Ronifacío con
grande humildad y alegría , y después con el trato
y familiaridad tan estimado , que le llevó consigo á
Roma, y procuró que el papa (que á la sazón
era san Zacarías) instituyese nuevo obispado en
la ciudad de Hervipoli, y le consagrase obispo
de él, por su gran santidad y letras, y que le mandase
predicar en las provincias de Francia, para
convertir con su vida y elocuencia aquellos pueblos
que estaban en la ceguedad de su idolatría. No
pudo san Burcardo resistir á la voluntad del vicario
de Cristo, teniéndola (como lo es) por vo-