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NOVIEMBRE, 27. LA LEVEN
ilustre en la penitencia , en la oración y en el don
de milagros.
SAN BASÓLO , CONFESOR.—Fué natural del
Lemosin y de familia rica. El deseo de vivir solo
para Dios le hizo abandonar sus riquezas y su
patria , y se fué á Rheims , en cuya diócesis buscó
una soledad , se fijó en ella, edificó una capilla
, y después de haber pasado cuarenta años
en los ejercicios de aquella santa vida, murió el
cha 20 do noviembre del año 620. Su nombre
llegó á ser célebre por los muchos milagros obrados
por su intercesión.
SAN ESTILIANO, CONFESOR. — Fué anacoreta
en Andrmópolis de Falláronla , y esclarecido en
grandes milagros, descansó en santa paz ó mediados
del siglo Ylí.
SAN NICÜN , MONJE.—Natural de! Ponto, dejó
á los pocos años su patria para ir á vivir en un monasterio.
Después ele doce años de estudio, penitencia
v fervorosa preparación, fué destinado al
ministerio de la predicación, y produjeron tanto
fruto sus discursos , que sus superiores lo enviaron
en calidad de misionero a la Armenia , y luego á
la isla de Creta, dominada entonces por los sarracenos.
En todas partes un glorioso resultado coronaba
sus trabajos, y posteriormente hizo admirables
conversiones en el Peloponeso, la Acaya, el
Epiro y otros lugares de la Grecia, hasta que el
Señor la llamó á su santa morada, bailándose en
el Peloponeso, el año 99S.
SAN GONZALO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué obispo
de Mondoñedo durante el siglo IX ó X, en cuya
diócesis es célebre su memoria y le dan culto público.
Hay una tradición en ei país, que supone
que el santo obispo fué una vez en procesión con
todo su clero y pueblo á lo alto de una colma, desde
donde se descubría la escuadra de los moros
que se dirigía á las costas de Galicia, y que habiéndose
puesto los cristianos en oración, sobrevino
una gran tempestad, que destruvó toda la escuadra,
sin haber quedado ni una nave. En aquel
sitio hay ahora una ermita dedicada al santo , y sus
sagradas reliquias se conservan en San ¡Martin do
Mondoñedo (Florez, tomo xvm. Sandoval, página
2V7).
SAN BEATO, ABAD.—Durante la dominación
de la España por los sarracenos, suscitó el Señor
varones esforzados, llenos de su fé y de su espíritu,
que dieron ilustre testimonio de la religión cristiana
en su vida y en su muerte. Uno de los mas
distinguidos españoles fué entonces san Beato,
conocido también con los nombres de Beco, Beyo,
Obeco , Vieyo y Bieco , presbítero sabio y santo,
según el corazón de Dios, y de gran fortaleza de
ánimo. Fué monje y abad del monasterio de Liébaria
, en el principado de Asturias, donde edificó
á sus monjes con sus virtudes y les instruyó en las
ciencias sagradas. Pero los intereses de la religión
sacaron á Beato de su retiro : además de las vejaciones
de los mahometanos, tuvo España que sufrir
los efectos de varias herejías, que á la sazón se
esparramaron entre ios fieles. Entonces redobló
Beato sus zelosos esfuerzos: corrió los pueblos, las
capitales y aldeas, predicando en todas partes las
A DE ORO. 3:Í9
verdades católicas y rebatiendo los nuevos errores,
y acabó por escribir y publicar una apología
de tocias las creencias de la Iglesia católica, y obligar
á los pontífices Adriano 1 y León 111, y á los
concilios de Francfort y de Roma, á condenar la
doctrina de Elipando , arzobispo de Toledo, que
era la que había dado origen á todos los errores.
Ocupóse después Beato en componer un insigne
comentario sobre el Apocalipsis , el cual publicó
Florez el año 1770. De ¡a opinión de sabiduría y
santidad que gozaba este siervo de Dios ya en
vida, es buena prueba el testimonio del ilustro
cordobés Pablo AL aro , el cual no repara en unir
la opinión de san Beato con la del concho de Efeso
y la de los santos Fulgencio y Gerónimo. Tamavo
Salazar dice que murió el año 798, y desdo
entonces se le ha dado en Asturias culto público
con aprobación del ordinario (Mabiüon , Florez,
Morales, Yillaneeva).
Eíla SSÍ.
SAN FACUNDO Y SAN PRIMITIVO, MÁRTIRES.
— Los santos Facundo y Primitivo, hijos de san
Marcelo, el centurión, fueron martirizados gobernando
en Galicia por los emperadores Ático : el
cual mandó pregonar un sacrificio público ó una
estatua del sol, que estaba á la ribera del rio Cea,
y era tenida en mucha veneración por toda aquella
tierra. Llegado el día señalado para el sacrificio
, y habiéndose juntado mucha gente , el mismo
Ático , para dar ejemplo á los demás, hizo
primero su adoración : y como él era la cabeza y
gobernador, lodos los otros le siguieron, fuere de
Facundo y Primitivo , que no se quisieron hallar
presentes al sacrificio. Mucho sintió esto Ático:
mandólos prender y traer delante de sí: y después
do varias preguntas y respuestas, entendiendo
que perdia tiempo en quererlos persuadir que
adorasen á sus falsos dioses , determinó vengarse
de ellos y darles atroces tormentos. Quebráronles
primero los dedos de las manos: lastimáronles
cruelmente las piernas , apretándoselas con una
numera de cepo , que como prensa , se iba cerrando
poco á poco ; y así fatigados por una [jarle do
los tormentos , y por otra consolados y alegres ,
por ver que padecían por Cristo , los mandó -Ático
llevar á la cárcel : y para tentarlos y probar
si con blandura y regalo los podría atraer á su
voluntad mas fácilmente que con tormentos; estando
en la mesa , les envió de lo cpie comía : lo
cual los dos santos hermanos no quisieron recibir:
v Alico, teniendo esto por desacato é injuria, encendido
de cólera y furor , los mandó echar en un
horno encendido, donde estuvieron tres días can
mucho alivio y refrigerio. Pretendió matarlos ,
dándoles ponzoña en la comida ; y los santos ,
cuando se la trajeron, entendiendo lo que venia en
ella, dijeron : Nosotros no habíamos de gustar esla
vianda , porque bien sabemos lo que hay en ella;
pero, para que Ático se desengañe y se manifiesto
mas la virtud de Cristo, á quien servimos y adoramos
, la comeremos toda. Hicieron la señal de la
cruz sobre ella, y comiéronla toda; y el veneno