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I)IClE5H¡Rli, G<br />
c]Meriendo antes verla mancillada con pecado, que<br />
necesitada con mengua y <strong>de</strong>shonra. Trató con sus<br />
hijas, (pie ganasen torpemente con sus cuerpos su<br />
comida : como si Dios no pudiera sustentarle sin<br />
ofensa suya, ó no fuera mejor morir mil veces <strong>de</strong><br />
hambre , que ofen<strong>de</strong>rle. Das miserables doncellas<br />
y tristes hijas , cuando supieron la <strong>de</strong>terminación<br />
<strong>de</strong> su padre, tuvieron las angustias y afanes que se<br />
pue<strong>de</strong>n pensar t consi<strong>de</strong>rando el extremo do miseria<br />
á que habían venido , y quo por un pedazo<br />
<strong>de</strong> pan hablan <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r su castidad , su honra y<br />
sus almas. No se le encubrió á san Nicolás este<br />
trabajo en que aquella casa eslaba : parecióle que<br />
ninguna limosna podia ser mas acepla á Dios, que<br />
la que se empicaba en remediar los cuerpos <strong>de</strong><br />
aquellas nobles doncellas , y librar sus almas <strong>de</strong><br />
pecado. Determinó remediar aquella necesidad ;<br />
pero <strong>de</strong> manera que no se entendiese quien la remediaba;<br />
porque como tan humil<strong>de</strong> , huía la gloria<br />
vana quo suele perseguir aun á los que huyen <strong>de</strong><br />
ella. Tomó la cantidad que le pareció <strong>de</strong> <strong>oro</strong> . y<br />
envolvióla en un lienzo , y salió con ella do noche<br />
<strong>de</strong> su casa , y fuese á la <strong>de</strong> aquel pobre hiela'go:<br />
vio á la claridad <strong>de</strong> la luna una ventana entreabierta<br />
<strong>de</strong>l aposento en que dormia ; echó por allí<br />
el <strong>oro</strong> : y volvióse secretamente y con presteza á<br />
su casa. Cuando <strong>de</strong>spertó el hidalgo , vio aquella<br />
bendición <strong>de</strong> Dios: quedó espantado, temiendo que<br />
no fuese embuste <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio , ó enredo <strong>de</strong> algún<br />
enemigo: al cabo, visto que era <strong>oro</strong>, quitadas otras<br />
sospechas y temores , con gran<strong>de</strong>s lágrimas dio<br />
gracias á.Dios por ello. Mejor (dice), Señor, lo<br />
habéis hecho vos conmigo, que yo lo queria hacer<br />
con vos. Yo trataba <strong>de</strong> ofen<strong>de</strong>ros; y vos me habéis<br />
hecho misericordia , y tan gran<strong>de</strong> , que me habéis<br />
obligado á per<strong>de</strong>r antes mil veces la vida , que<br />
ofen<strong>de</strong>ros. Pésame <strong>de</strong>l mal propósito quo he tenido<br />
; humil<strong>de</strong>mente os pido perdón.<br />
2 Con aquel <strong>oro</strong> remedió el padre á una <strong>de</strong><br />
sus bijas, casándola conforme á su estado: y cuando<br />
lo supo san Nicolás, quedó mas contento por<br />
haber dado el <strong>oro</strong>, que el padre por haberlo recibido,<br />
y propuso <strong>de</strong> remediar <strong>de</strong> la misma manera<br />
á las otras dos hijas que quedaban. Echó la. segunda<br />
vez otra tanta cantidad <strong>de</strong> <strong>oro</strong> en la misma<br />
forma que habia hecho la primera, con la cual la<br />
segunda hija quedó remediada ; y el padre con<br />
gran<strong>de</strong> esperanza que Dios habia <strong>de</strong> remediar la<br />
tercera, y con no menor <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> saber quién era<br />
su bienhechor, y por cuya mano Dios le hacia tan<br />
señaladas merce<strong>de</strong>s sin merecerlas él. Para esto<br />
<strong>de</strong>terminó estar en vela y sobre aviso, para que si<br />
viniese la tercera vez, <strong>de</strong>scubrirle, y reconocerle<br />
y servirlo aquel tan extraordinario beneficio.<br />
3 Vino el santo la tercera vez: echó la moneda,<br />
y retiróse luego ; mas corno el hombro estaba<br />
en centinela , salió con presteza , y alcanzóle :<br />
echóse a sus pies, y besándoselosLEDIJO: ¿Por qué,<br />
Nicolás os encubris <strong>de</strong> mí? Por qué no queréis que<br />
teconozca á quién tanto <strong>de</strong>bo? Vos sois mi ayudador,<br />
y el que habéis librado mi alma y las <strong>de</strong> mis<br />
bijas <strong>de</strong>l infierno , y los cuerpos do afrenta. Por<br />
vos Dios ha levantado al pobre <strong>de</strong> la tierra, y<br />
al necesitado <strong>de</strong>l estiércol. E-do <strong>de</strong>cía el pobre<br />
LA LEYENDA DE ORO. 419<br />
hombre , no cesando <strong>de</strong> <strong>de</strong>rramar lágrimas y besar<br />
los pies á Nicolás que sintió mucho el ser <strong>de</strong>scubierto<br />
: y apocando y <strong>de</strong>shaciendo aquella obra,<br />
lo rogó encarecidamente que en pago <strong>de</strong> su buena<br />
voluntad y lo que por él habia hecho , lo callase<br />
y no lo <strong>de</strong>scubriese á persona viviente. Mas fué cu<br />
vano ; porque ol Señor queria que esla caridad,<br />
humildad y recato <strong>de</strong> san Nicolás nos quedase por<br />
ejemplo y que se predicase en su santa Iglesia y<br />
que el mismo que habla recibido la buena obra y<br />
habia sido testigo <strong>de</strong> tan altas virtu<strong>de</strong>s , las pregonase<br />
, como lo hizo todo el tiempo que vivió,<br />
contando á todos esta limosna y las <strong>de</strong>más que<br />
sabia haber hecho el santo á otros , que fueron<br />
muchas y maravillosas. Pero ¡ qué trocado pensamos<br />
que quedó ei corazón <strong>de</strong> aquel hombro cuando<br />
por medio <strong>de</strong> san Nicolás se vio vencido <strong>de</strong>l<br />
Señor! ¡Qué avergonzado ! ¡qué corrido! ¡qué<br />
confuso! Y las tres hijas cuando se vieron remediadas<br />
y puestas en estado con honra , sin ofensa<br />
<strong>de</strong> Dios ni afrenta suya ; ¡qué agra<strong>de</strong>cidas <strong>de</strong>bían<br />
<strong>de</strong> estar á Dios y al santo! Enseñando á todos<br />
con este ejemplo . que aunque nos dé el agua hasta<br />
la boca y nos veamos sumidos y casi anegados<br />
<strong>de</strong> trabajos , pobreza y calamida<strong>de</strong>s, nunca <strong>de</strong>sconfiemos<br />
<strong>de</strong>l Señor, que tanto cuidado tiene <strong>de</strong><br />
proveernosysabe el tiempo en que lo ha <strong>de</strong> hacer.<br />
4 Habia edificado el obispo, tío <strong>de</strong> san Nicolás,<br />
un monasterio: dio el cuidado <strong>de</strong> él á su sobrino<br />
; y él le tomó, por obe<strong>de</strong>cer, muy contra<br />
su voluntad: porque era tanta su humildad quo<br />
huía todos les cargos <strong>de</strong> mando y gobierno. Administró<br />
aquel monasterio con maravilloso ejemplo<br />
<strong>de</strong> santidad y pru<strong>de</strong>ncia y estuvo en él algunosaños<br />
, hasta que con <strong>de</strong>seo do retirarse á algún<br />
<strong>de</strong>sierto y darse totalmente á sola la contemplación<br />
y gusto <strong>de</strong> Dios , se partió para visitar primero<br />
los santos lugares <strong>de</strong> Jerusalen en que Cristo j .<br />
nuestro Salvador, obró nuestra re<strong>de</strong>nción , y <strong>de</strong>allí<br />
pasar ó algún yermo ó vivir apartado <strong>de</strong>l bullicio<br />
y ruido <strong>de</strong> la gente. Entró en un navio quo<br />
iba á Egipto y comenzada la navegación con próspero<br />
viento , estando el cielo sereno , el mar so—segado,<br />
vio el santo entrar el <strong>de</strong>monio en el navio,<br />
furioso y con una espada <strong>de</strong>snuda en sus manos y<br />
como haciendo fuerza para echar á fondo el navio.<br />
5 Entendió:! uego san Nicolás por divina revelación<br />
lo que habia <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r, y dijo á los ma—<br />
rmerosque se aparejasen y estuviesen alerta; porque<br />
les sobrevendría una brava y cruel tempestad;<br />
la cual luego se levantó tan <strong>de</strong>sapo<strong>de</strong>rada y <strong>de</strong>sliedla<br />
que lodos r<br />
se tuvieron por perdidos y so<br />
echaron á los pies <strong>de</strong>l santo suplicándole, que, pues<br />
Dios le habia revelarlo, aquella tempestad antes<br />
que viniese, ahora que. eslaba présenlo la sosegase<br />
con sus oraciones. Hizo oración san Nicolás y<br />
al momento so serenó el cielo, cesaron los vientos<br />
V se abonanzó el mar y revivieron los que ya se<br />
tenían por muertos é hicieron gracias al Señor: y<br />
para quo mas se <strong>de</strong>clarasen los merecimientos <strong>de</strong><br />
san Nicolás en este mismo viaje, eslando uno <strong>de</strong><br />
los marineros a<strong>de</strong>rezando una vela, cayó <strong>de</strong> lo<br />
mas alto <strong>de</strong> la entena <strong>de</strong>l navio y murió <strong>de</strong> la cuida<br />
; mas haciendo san Nicolás oración por él . so