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174 LA LEYENDA DE ORO. OCTL'IiRE , 31
una visión quo luvo on el nionle Casino , vio el alma
del santo obispo do Capua, que al mismo
momento de morir, era llevada por coros de ángeles
al seno de la dichosa eternidad. La muerto
de este santo sucedió el año 340.
SAN SERAPTON , OBISPO v CONFESOR.—Subió á
la silla patriarcal de Antioquía , siendo consagrado
el año 199. El Martirologio romano . dice que fué
insigne en doctrina: Eusebio y san Gerónimo alaban
mucho su sabiduría y su zelo por la defensa
do la verdad. Escribió y publicó un libro contra la
herejía de Montano, y otro para refutar el supuesto
evangelio del apóstol san Pedro. Serapion
murió en paz , durante el reinado del emperador
Caracalla , el año 2f 1 do Jesucristo.
SAN MÁXIMO, MÁRTIR. — Padeció martirio en
Apamea de Frigia , en tiempo del emperador Diocleciano.
SAN GERARDO , ORISPO Y CONFESOR.—Solo sabemos
que fué obispo de Potenza , en la Lucarna,
cuya Iglesia gobernó en paz por muchos años.
SAN QUINTINO, MÁRTIR.—Quinlino, mártir
gloriosísimo, aunque fué romano noble de senatoria
estirpe, que era la mayor nobleza romana,
con todo fué muchísimo mas noble por la le , quo
como valeroso soldado tuvo á su Rey soberano
Cristo Señor nuestro, por cuya confesión dio gloriosamente
la vida , y por cuyo amor dejó la patria,
los parientes, amigos , riquezas , faustos y pompas
mundanas. Salió , pues, de Roma Quintino con
Fusciano , Victorino, Crispino y Crispimano, y
otros piadosos y devotos cristianos, lodos los cuales
con deseos de propagar la fé de Jesurristo se encaminaron
á Francia : llegaron á París, y de allí
so dividieron, eligiendo cada uno su ciudad, ó
provincia, donde ir á predicar. Quinlino ., predicando
y haciendo prodigiosos milagros , dio vuelta
á una y otra parle , hasta que llegó á la ciudad do
Amiens. A este tiempo era lanía la sangre de
cristianos que el cruel tirano Ricciovaro habia
derramado , que corria un rio de aquella provincia
llamado Mosela , mascón la abundancia de la sagrada
sangre de los invictos mártires, que de sus
propias aguas , las cuales dejando su color nativo,
habian lomado el rojo de la sangre. Luego que el
glorioso Quinlino llegó á Amiens, comenzó á predicar
y ganar almas para el cielo, cuya noticia
llegó á los oidos del impío Ricciovaro , (pie al instante
lo mandó poner con todo rigor en la cárcel,
adonde fué muy gozoso y alegro, y toda la noche
gastó en oración y cánticos divinos.
2 El dia sígnenle , sentado en su tribunal Ricciovaro
, hizo traerá su presencia á san Quintino.
Puesto el santo á su vista , le preguntó : ¿Cómo lo
llamas? Cristiano , dijo Quinlino ; porque soy erisliano
, y creo á Cristo con el corazón , y lo condeso
con la boca; pero mis padres me llamaron Quintino.
¿De qué linaje eres? añadió el prefecto.
Soy , dijo el santo, ciudadano romano , hijo de Ze-
"on , senador. Pues ¿qué cosa es , dijo el prefecto,
qae persona tan noble, é hijo de un varón tan
ilustre, se haya dejado engañar con una superstición
ton grande , como adorar por Dios á aquel
que los ¡udíos crucificaron V No hay mas nobleza,
dijo Quinlino, que conocer á Dios, y obedecer sus
santos mandamientos. Por esla católica religión y
fé que profeso, se conoce á Dios omnipotente,
Criador de cielo y tierra, yá su Hijo Jesucristo
nuestro Señor, por quien fueron hechas todas las
cosas visibles ó invisibles , el cual en todo es igual
al Padre. Iba á proseguir Quinlino; yol prefecto
le embarazó , diciendo : Deja la locura , y sacrifica
á nuestros dioses; si nó, yo te juro por ellos que
le quitaré la vida ron diversos tormentos.
o Pues yo te juro y prometo por mi Dios y
Señor Jesucristo , dijo Quintino , que ni haré lo (pie
mandas , ni temo tus amenazas : y asi ejecuta
luego tus rigores; que dispuesto estoy á padecer
todo aquello que mi Dios permitiere. Tú puedes
atormentar mi cuerpo; pero Dios tendrá misericordia
do mi alma. Con esto so enfureció el prefecto
, y lo mandó desnudar y azotar fuertemente
con duras y nudosas varas; y mientras mas lo
azotaban, mas fuerzas cobraba el guerrero fuerte,
levantando los ojos al cielo, y dando á Dios infinitas
gracias. Consolóle su divina Majestad con
esta voz celestial: Quintino , sé constante: pelea
varonilmente; yo le asisto.
4 A esta voz caveron desmayados en tierra
los verdugos: lo cual visto por el cruel Ricciovaro,
dijo así: Juro por los santos dioses y diosas quo
este Quinlino es mago, y usa de sus encantos ,
como claramente so ve; v asi quitádmelo de delante
, y ponédlo en una oscura cárcel, que yo veré
si lo valen sus encantos. No se permita entrar
cristiano alguno á consolarlo , para que así pague
la pena de sus locuras.
5 Puesto en cadena, pues, y en una cárcel
oscurísima , cansado do los lormenlos y trabajos,
se durmió á la media noche, y al instante se lo
apareció un ángel del cielo, que le dijo: Quinlino,
siervo do Dios, levántale y anímate, y puesto en
medio de la ciudad predica , consuela y anima á
lodo el pueblo , para que crean en nuestro Señor
Jesucristo , y bautízalos. Apenas dijo esto el santo
ángel, cuando , despierto , se levantó y le siguió,
sin rpio las guardas do la cárcel , ni puertas cerradas
le fuesen estorbo alguno. Puesto, pues, en
medio do la plaza, predicó tan divinamente, la le
de Jesucristo, que convirtió mas do seiscientas
personas, y casi toda la ciudad so conmovió.
G Pero luego que lo supo el maldito Ricciovaro
lo mandó prender otra vez , y poner en un tormento
cruel , que era colgarle de unas ruedas que,
suspensas on lo alto , á manera do carrillos de
pozo , ó garruchas , con que se saca el agua , lo
subían y bajaban, descoyuntándole los huesos , y
deshaciéndole el cuerpo lodo , hasta (pie lo dejaron
molido. Después lo mandó azotar y herir cruelmente
con garfios y rastros de hierro: luego que
le echasen por las espaldas aceito, pez y resina
hirviendo , para que entrando por las llagas , fueso
mas intensamente ¡'tormentado. Acabado osle "oríllenlo
, mandó que encendiesen hachas , y le abrasasen
con ellas los costados : pero por mucho fuego