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NOVIEMBRE , 1? LA LEYENDA DE ORO. 289<br />
Л Creciendo , pues ; cada dia mas el resplandor<br />
<strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l santo prior , y vacando el<br />
obispado Imconiense , en el reino <strong>de</strong> Inglaterra, se<br />
juntó el cabildo en aquella Iglesia , con voluntad<br />
<strong>de</strong>l rev , y nombró por su prelado y obispo al prior<br />
<strong>de</strong> Vitbamio , con gran contento <strong>de</strong>l reino y aprobación<br />
<strong>de</strong>l Metropolitano, y alegría y júbilo <strong>de</strong> toda<br />
la gente. Pero cuando le enviaron el nombramiento<br />
, no quiso san llugon consentir en su elección<br />
, teniéndose por indigno <strong>de</strong> aquella dignidad,<br />
v temiendo los peligros <strong>de</strong> ella , y alegando que no<br />
podía aceptarla sin licencia <strong>de</strong>l prior <strong>de</strong> la Gran<br />
Cartuja , que era prelado y superior ; y rogó con<br />
gran<strong>de</strong> instancia y muy afectuosamente á los canónigos<br />
que le habian elegido , que se encomendasen<br />
<strong>de</strong> nuevo á nuestro Señor , v eligiesen otra<br />
persona digna <strong>de</strong> aquella silla; ó hizo tantas diligencias<br />
para no ser obispo , cuanto otros ambiciosos,<br />
y que no miran la carga quo toman sobre<br />
sí , suelen hacer para serlo. Mas porque la honra<br />
es como sombra y sigue á los que huyen <strong>de</strong><br />
ella , y nuestro Señor suele levantar á los humil<strong>de</strong>s<br />
y se quería servir <strong>de</strong> san llugon en aquel alto<br />
y apostólico ministerio ; volviéndose á juntar los<br />
canónigos, le volvieron á elegir : y para fine no<br />
se excusase , alcanzaron <strong>de</strong>l prior <strong>de</strong> la Gran Cartuja<br />
licencia y bendición y mandato , para que lo<br />
aceptase. Con esto bajó el santo la cabeza , entendiendo<br />
que era la voluntad <strong>de</strong> Dios, a la cual<br />
ninguno pue<strong>de</strong> ni <strong>de</strong>be resistir.<br />
i Algunas señales hubo <strong>de</strong> esta elección <strong>de</strong><br />
san Hugon , que <strong>de</strong>claraban que el autor <strong>de</strong> ella<br />
era Dios nuestro Señor. Entre otras se cuenta una<br />
<strong>de</strong> un cisne, que apareció el mismo día que el<br />
santo prelado entró enLincoma,y le fué muy familiar<br />
, y en los modos particulares que con él usaba<br />
, mostraba ser mas <strong>de</strong>l cielo que déla tierra.<br />
o Da primera cosa que hizo en sentándose en<br />
su silla san llugon, fué buscar para ayudadores<br />
y ministros suyos los hombres mas temerosos <strong>de</strong><br />
Dios, y <strong>de</strong> mayor ciencia y pru<strong>de</strong>ncia que pudo<br />
hallar. Estos tuvo siempre á su lado : con estos<br />
siempre se aconsejaba ; y así acertó á gobernar<br />
escogidamente. No hacia curas sino á personas<br />
<strong>de</strong> conocida virtud, quietas y sosegadas , y <strong>de</strong> estas<br />
hacia mas caso que <strong>de</strong> cualquiera otra que,<br />
sin estas prendas fuese , ó <strong>de</strong> mucha pru<strong>de</strong>ncia , ó<br />
<strong>de</strong> gran<strong>de</strong> industria. Estuvo tan fuerte en esto, que<br />
pidiéndole el mismo rey que proveyóse do un beneíicio<br />
á un criado suyo , á quien el rey quería<br />
gratificar sus buenos servicios, nunca el santo<br />
obispo lo quiso hacer, diciendo que el rey tenia<br />
muchas maneras para hacer bien á sus criados y<br />
pagarles sus servicios, sin privar á los ministros<br />
<strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong>l sustento que para ellos Dios tema<br />
señalado. También tuvo fuerte en castigar á<br />
algunos ministros <strong>de</strong>l rey , qne con su nombre<br />
y autoridad atrepellaban la juslíea y la libertad<br />
<strong>de</strong> la Iglesia. Y puesto caso que en lo uno<br />
y on lo otro mostró el rey sentimiento; mas<br />
<strong>de</strong>spués que san llugon lo habló y le dio razón<br />
<strong>de</strong> lo que hacia, el rey quedó muy satisfecho, entendiendo<br />
la razón quo el santo prelado tenia, y que<br />
no lo movia cosa alguna <strong>de</strong> la tierra para hacer<br />
Tosió IV.<br />
lo que hacia , sino solo la voluntad do Dios y cumplir<br />
con la obligación precisa <strong>de</strong> su oficio. Pero<br />
muerto el rey Enrique II, que tuvo mucho respeto<br />
á san llugon, en tiempo <strong>de</strong> los reyes Ricardo y<br />
.luán, sus hijos , no le fallaron gran<strong>de</strong>s trabajos ,<br />
como veremos.<br />
6 <strong>La</strong> vida <strong>de</strong>l santo prelado , <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> obispo<br />
, fué <strong>de</strong>chado <strong>de</strong> prelados y un vivo retrato <strong>de</strong><br />
santidad. Era muy amigo <strong>de</strong> leer las vidas'<strong>de</strong> los<br />
santos monjes y obispos , y procuraba rolratar al<br />
vivo sus virtu<strong>de</strong>s y ejemplos. En la mesa era alegre,<br />
p<strong>oro</strong> con gravedad y mo<strong>de</strong>stia ; y si alguna<br />
vez se ofrecía alguna ocasión <strong>de</strong> fiesta y regocijo,<br />
entonces se mostraba mas grave y severo , para<br />
componer á los que con él estaban. Nunca comía<br />
carne. guardando siempre la regla <strong>de</strong> cartujo:<br />
bebia un poco <strong>de</strong> vino bien aguado : v viendo por<br />
experiencia que e' oficio <strong>de</strong> obispo, <strong>de</strong> la manera<br />
que él lo ejercitaba , era muy trabajoso ; para po<strong>de</strong>rlo<br />
llevar , se mo<strong>de</strong>ró en sus ayunos y penitencias.<br />
Pa<strong>de</strong>ció graves dolores <strong>de</strong> ijada ; mas era<br />
tan gran<strong>de</strong> su fervor y <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> cumplir con sus<br />
obligaciones <strong>de</strong> obispo . y la fortaleza y ánimo que<br />
Dios le daba, que muchas veces cuando habia<br />
<strong>de</strong> ejercer los oficios eclesiásticos, como dar ór<strong>de</strong>nes<br />
ó consagrar iglesias, cansaba á todos los ministros<br />
que le asistían ; porque le acontecia madrugar<br />
antes <strong>de</strong>l día y estar hasta la noche sin<br />
<strong>de</strong>sayunarse, y no consentía que ninguno <strong>de</strong> sus<br />
ministros en semejantes actos le asistiese , sin que<br />
se hubiese <strong>de</strong>sayunado. Era sobre manera compasivo<br />
<strong>de</strong>, los pobres y enfermos, y especialmente <strong>de</strong><br />
los presos, á los cuales proveía <strong>de</strong> remedio corporal<br />
y espiritual , y se inclinaba y humillaba <strong>de</strong>lante<br />
<strong>de</strong> ellos, y con maravilloso y entrañable<br />
afecto besaba sus llagas : y diciéndole una persona<br />
grave , que san Martin besando á un leproso<br />
le había sanado , y que él no sanaba á los leprosos<br />
que besaba , como motejándole que no era santo<br />
como parecía ; respondió él con mucha gracia :<br />
El ósculo <strong>de</strong> san Martin sanó la carne <strong>de</strong>l leproso;<br />
pero el ósculo <strong>de</strong>l leproso sana mi alma. Solía lavar<br />
los pies á trece pobres , y ocupábase con gran<br />
gusto y misericordia en dar sepultura á los cuerpos<br />
<strong>de</strong> los finados , y <strong>de</strong>jaba todos los otros negocios<br />
para aten<strong>de</strong>r á este : y una vez enterrando el cuerpo<br />
<strong>de</strong> un hombro beodo , que olía tan mal que los<br />
circunstantes se tapaban las narices , por no po<strong>de</strong>r<br />
sufrir el hedor que <strong>de</strong> él salía ; el santo obispo hizo<br />
su oficio con gran paz y serenidad, y <strong>de</strong>spués se<br />
supo que no habia sentido mal olor alguno; porque<br />
con la caridad y la gracia <strong>de</strong>l Señor, todo se<br />
le hacia suave y ol<strong>oro</strong>so. No consentía que sus ministros<br />
cargasen á los subditos con nuevas exacciones<br />
, ni que el principal castigo <strong>de</strong>l que <strong>de</strong>linquía<br />
fuese pena pecuniaria , como comunmente se usaba<br />
: y alegándole ellos que el glorioso santo Tomás<br />
, arzobispo cantuariense y mártir . solía castigar<br />
algunas voces los <strong>de</strong>litos en la bolsa , por ser<br />
cosa que tanto (duele; respondió san llugon: Creédme,<br />
que santo Tomás no fué santo por hacer<br />
eso , smo por otras excelentísimas virtu<strong>de</strong>s que<br />
tuvo, por las cuales el Señor le hizo glorioso y<br />
le c<strong>oro</strong>nó con c<strong>oro</strong>na <strong>de</strong> martirio. No solamente