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398 • Í.A LEVEN DA DE ORO. nir.iEMimF., 3<br />
servir en los hospitales á los enfermos, y siempre<br />
se inclinaba y acudía á los enfermos mas bajos y<br />
viles. Viniendo <strong>de</strong> liorna para Portugal con el<br />
embajador don Pedro Mascareñas, en lodo aquel<br />
camino se ocupaba en avndar á los oíros que iban<br />
en su rómpanla, dándoles el mejor lugar, aposento<br />
y cama , y teniendo cuenla <strong>de</strong> (lar<strong>de</strong> comer á las<br />
cabalgaduras. Cuando se embarcó para la India,<br />
nunca los ministros <strong>de</strong>l rey pudieron acabar con<br />
él (como dijimos) , que tomase un criado que le<br />
sirviese; antes él mismo sirvió en la nave á lodos<br />
los que tenían necesidad y se querían aprovechar<br />
<strong>de</strong> su trabajo. Llegado á Goa , se postró á los pies<br />
<strong>de</strong>l obispo, y le dio el breve <strong>de</strong>l papa en que le<br />
hacia su nuncio apostólico por toda la India, diciéndole<br />
, que no usaría <strong>de</strong> él sino cuando fuese<br />
su voluntad. Con esta misma humildad nunca<br />
<strong>de</strong>scubrió á nadie que tuviese tal breve ni la potestad<br />
<strong>de</strong> legado apostólico sino al dicho obispo, y<br />
<strong>de</strong>spués en Maluca. cuando iba á la Clima, para<br />
atemorizar al gobernador <strong>de</strong> Malaca , qne le estorbaba<br />
la jornada , v ver si con las censuras eclesiásticas<br />
le podía reportar. Siendo él, co.no era, superior<br />
<strong>de</strong> los olios sacerdotes v vicarios <strong>de</strong> los<br />
obispos , los honraba v reverenciaba y ebe<strong>de</strong>cia<br />
como si fueran sus superiores, y esle respeto encomendaba<br />
mucho á los <strong>de</strong> la Compañía , y que<br />
no predicasen ni ejercitasen sus ministerios sin beneplácito<br />
y bendición <strong>de</strong> los prelados que Dios ha<br />
puesto en su Iglesia : y clecia . que <strong>de</strong> esla manera<br />
habíamos <strong>de</strong> quebrar la cabeza <strong>de</strong> Satanás, que<br />
s cabeza <strong>de</strong> los soberbios. Teníanle comunmente<br />
todos por santo , y con esle nombre le llamaban;<br />
y él se tenia por el mayor <strong>de</strong> los pecadores : y en<br />
en una caria que escribió á Diego Pereyra , consosolándole<br />
por haberse estorbado la jornada <strong>de</strong> la<br />
China , dice , que por sus gran<strong>de</strong>s pecados Dios lo<br />
había permitido, y (pie él solo tenia la culpa; pues<br />
habiausido lanías v lan graves las sirvas, que no<br />
solamente habían hecho daño á sí, sino también<br />
al mismo Diego Perevra. En olía caria que escribió<br />
<strong>de</strong> Cangoxima á los hermanos <strong>de</strong> la India, les<br />
dice que le cumplía mucho darles cuenta <strong>de</strong> un<br />
gran<strong>de</strong> cuidado en que vivía, para que en sus sacrificios<br />
y oraciones le ayudasen : y era el cuidado,<br />
que siendo todos sus pecados y continuas malda<strong>de</strong>s<br />
mamfieslas á Dios, temía mucho que no habiendo<br />
en su alma y vida una gran enmienda . lo<br />
suspendiese el Señor la divina gracia , lan necesaria<br />
para comenzarle á servir en aquellas parles<br />
con perseverancia hasta el fin. Y en otra caria,<br />
atribuyendo ledas las merce<strong>de</strong>s que Dios le hacia<br />
á las oraciones <strong>de</strong> los hermanos, les dice: «<strong>La</strong>s<br />
recreaciones que en eslas parles tengo, son acordarme<br />
muchas veces <strong>de</strong> vosotros, carísimos hermanos,<br />
y <strong>de</strong>l tiempo qne por la misericordia <strong>de</strong>l<br />
Señor os conocí y conversé: siento <strong>de</strong>ntro en mi<br />
alma cuánto por mi culpa perdí en no aprovecharme<br />
<strong>de</strong> las mei ce<strong>de</strong>s que nuesiro Señor os ha comunicado,<br />
lláceine el mismo Señor lanías misericordias<br />
en eslas partes por vuestras oraciones, por<br />
la memoria continua que tenéis <strong>de</strong> encomendarme<br />
á él, y reconozco , que por vuestra intercesión me<br />
da el Señor á sentir la inmensidad <strong>de</strong> mis pera-<br />
dos, y fuerzas para andar entre esla gentilidad. De<br />
lodo lo cual doy muchas gracias á la divina Majestad<br />
, y á vosotros, carísimos hermanos míos , y<br />
agra<strong>de</strong>zco mucho esla gran caridad.» lima <strong>de</strong> la<br />
honra v <strong>de</strong> sus alabanzas con lanío cuidado , romo<br />
otros huyen do la alienta y <strong>de</strong>l vituperio : y cuando<br />
alguno <strong>de</strong>cia cosa que redundase en su loor, so<br />
ponía colorado, y quedaba vergonzoso y corrido.<br />
Encabria con maravilloso artificio sus virtu<strong>de</strong>s, y<br />
los milagros qne Dios obraba por él, atribuyéndolos<br />
á la f'é y <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> los que <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l<br />
Señor recibían aquel beneficio. Ninguna cosa encomendaba<br />
mas veces y con mayor encarecimiento<br />
á sus subditos, que el estudio <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra humildad<br />
, afirmando que ninguno pue<strong>de</strong> ser legítimo<br />
lujo <strong>de</strong> la Compañía do Jesús , m servir en ella<br />
fielmente al Señor, sino el que fuere <strong>de</strong>spreciador<br />
<strong>de</strong> sí mismo, v conociere bien su poquedad y bajeza<br />
; porque <strong>de</strong>cía , que la arrogancia y vana presunción<br />
<strong>de</strong> sí mismo, es el veneno <strong>de</strong> toda virtud<br />
y enemiga <strong>de</strong>l instituto y perfección <strong>de</strong> la Compañía;<br />
y así en una epislola , escribiendo <strong>de</strong>l Japón<br />
á los padres y hermanos <strong>de</strong> Goa , les dice : « Ejercitaos<br />
con gran cuídalo en la humildad, y venceos<br />
en lodas las cosas (pie nueslra naturaleza <strong>de</strong>pravada<br />
aborrece , y trabajad mucho por conoceros<br />
perfectamente con la divina gracia; porque el conocimiento<br />
<strong>de</strong> sí mismo es, como ama, que cria la<br />
confianza en Dios, v como madre <strong>de</strong> la humildad<br />
cristiana.»<br />
51 De esle mismo afecto <strong>de</strong> humildad nació<br />
en san Francisco aquella perfecta obediencia que<br />
tuvo á iodos los superiores, y especialmente á san<br />
Ignacio, que fué tan gran<strong>de</strong>, que en diciéndole<br />
que se partiese ele Roma para la ludia, porque<br />
Dios le llamaba y se quería servir <strong>de</strong> él , luego<br />
bajó la cabeza , y con gran<strong>de</strong> alegría se ofreció al<br />
trabajo , y se partió al otro dia . ron no estar aun<br />
confirmada la Compañía, ni ser san Ignacio prepósito<br />
general , sino solo persona á quien todos,<br />
como á ¡ladre v maestro, voluntariamente respetaban.<br />
Y con esla misma obediencia recibía lodas<br />
las ór<strong>de</strong>nes que el santo padre Ignacio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Roma<br />
á la India le enviaba , como venidas <strong>de</strong>l cielo;<br />
y en una caria que san Francisco <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la India<br />
escribió á san Ignacio , lo dice , que aunque estaba<br />
seis mil leguas lejos, v ya viejo y cano , y no pensaba<br />
verle sino en el cielo; pero qne si le mandase<br />
volver á Roma , luego volvería, sin qne los mares,<br />
vientos y tempesta<strong>de</strong>s se lo estorbasen. Y ruando<br />
mandaba alguna cosa á sus subditos, solía añadir:<br />
Mirad que os mando eslo por la reverencia y<br />
obediencia (pie tenéis á nuesiro sanio padre Ignacio;<br />
mostrando en esto su humildad y respeto (pie<br />
lema á su sanio pudre ; pues qneríaque le obe<strong>de</strong>ciesen<br />
á él por su respeto: la cual humildad no<br />
menos resplan<strong>de</strong>cía en escribir á san Ignacio las<br />
carias <strong>de</strong> rodillas: lanía era su humildad propia y<br />
la estima que tenia <strong>de</strong> la santidad <strong>de</strong> su padie.<br />
52 Esla misma humildad <strong>de</strong> san Francisco<br />
resp'an<strong>de</strong>ció mucho en el amor dula sania pobreza<br />
, como quien lan bien sabia las riquezas que «