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La leyenda de oro 4.pdf

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NOYIKMMIE , 24 LA LEYENDA DE ORO. 349<br />

<strong>de</strong> amor viva. Trasladáronse <strong>de</strong>spués en varias<br />

lenguas . imprimiéndolos en lalin el P. Fr. Andrés<br />

<strong>de</strong> Jesús, natural <strong>de</strong> Polonia, y <strong>de</strong> la misma or<strong>de</strong>n,<br />

añadiendo oíros cualro tratados menores: el primero,<br />

Cautelas espirituales contra los tres enemigos<br />

<strong>de</strong>l alma : el segundo , Cartas á diferentes perdonas:<br />

el tercero,Sentenciario espiritual;y el cuarto,<br />

Devolas Poesías. Y aunque e§ ja muy conocida<br />

y pública la alteza y utilidad <strong>de</strong> esta doctrina; <strong>de</strong>jando<br />

los muchos elogios que <strong>de</strong> ella escribieron<br />

las mejores plumas , solo referiré el que los car<strong>de</strong>nales<br />

Torres y Deli, para <strong>de</strong>spachar los remiso—<br />

nales para la canonización <strong>de</strong>l santo padre, hicieron<br />

en esta forma : « Escribió libros <strong>de</strong> teología<br />

mística, llenos <strong>de</strong> celestial sabiduría, los cuales andaban<br />

divulgados en diferentes remos con tan sublime<br />

y admirable estilo, que juzgan lodos no ser<br />

ciencia adquirida con ingenio humano,sino revelada<br />

é infundida <strong>de</strong>l cielo. Es su lección muy provechosa<br />

para discernir las revelaciones verda<strong>de</strong>ras<br />

<strong>de</strong> las falsas, y esforzar las almas en el camino y<br />

vida <strong>de</strong> la perfección. Por lo cual los que leen estos<br />

libros comparan su doctrina con la <strong>de</strong> san<br />

Dionisio Areopagita.» Y el señor car<strong>de</strong>nal Ginelli<br />

refiere á la sagrada congregación el dicho <strong>de</strong>l doctísimo<br />

y venerable P. M. Fr. Juan Bautista<br />

Lozana, carmelita observante, á quien se habia<br />

remitido la revisión <strong>de</strong> dichos libros por eslas palabias:<br />

« <strong>La</strong> revisión <strong>de</strong> los opúsculos <strong>de</strong>l siervo<br />

<strong>de</strong> Dios, Juan <strong>de</strong> la Cruz, según la forma <strong>de</strong> los<br />

nuevos <strong>de</strong>cretos que me encomendó la sagrada<br />

congregación , fué remilida al P. Fr. Juan Bautista<br />

Lozana, carmelita , uno <strong>de</strong> los consultores <strong>de</strong><br />

esta sagrada congregación: por cuya relación, que<br />

présenlo en escrito , consta; que en dichos opúsculos<br />

no se halla cosa contra la fé y buenas costumbres,<br />

ni contienen doctrina nueva, ni peregrina;<br />

.ni ajena <strong>de</strong>l común sentir y costumbre <strong>de</strong> la<br />

Iglesia; sino antes mas doctrina lan altamente sublime,<br />

que apenas se podrá hallar otra mas levantada,<br />

sino es en los códices sagrados.» Todo<br />

esto se dice <strong>de</strong> los libros <strong>de</strong>l santo padre: v nadie<br />

que los lea con humil<strong>de</strong> y verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>seo<br />

<strong>de</strong> aprovecharse <strong>de</strong> su doctrina lo extrañará; porque<br />

experimentará los admirables frutos que causa<br />

en las almas, en el tolal <strong>de</strong>sasimiento <strong>de</strong> las criaturas<br />

, y buscar y hallar al Criador.<br />

33 Ibaso el santo acercando á la c<strong>oro</strong>na <strong>de</strong><br />

sus méritos : y para que fuese mas preciosa, la labró<br />

el Señor nuevas piedras <strong>de</strong> penas y dolores en<br />

su última enfermedad. Envióle unas calenturas ,<br />

que presto le <strong>de</strong>rribaron en la cama , y originándose<br />

<strong>de</strong> ellas una gran<strong>de</strong> inflamación á la pierna <strong>de</strong>recha<br />

, puso á todos en cuidado. Avisado el padre<br />

provincial , al punto envió or<strong>de</strong>n para que se fuese<br />

á curar á Baeza ó á Ubeda, y mandó al padre<br />

prior que luego lo ejecutase y cuidase mucho <strong>de</strong>l<br />

enfermo. Instaba el prior se fuese al colegio <strong>de</strong> Baeza,<br />

por ser casa mas acomodada , y el rector muy<br />

lujo <strong>de</strong>l santo padre, y no al convento <strong>de</strong> Ubeda,<br />

nuevo y mal acomodado , y cuyo prior estaba adverso<br />

al santo padre por haberle mortificado algunas<br />

<strong>de</strong>masías. Mas como él <strong>de</strong>seaba pa<strong>de</strong>cer, y<br />

halló en Ubeda la ocasión : eligió el ir á aquella<br />

casa , en don<strong>de</strong> habia <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer mas v ora menos<br />

conocido. Con el movimiento <strong>de</strong>l camino creció<br />

la inflamación é iba con notable fatiga. Llegando<br />

á la puente <strong>de</strong>l rio Guadaiimar, le dijo el hermano:<br />

A la sombra <strong>de</strong> este puente podra vuestra<br />

revencia <strong>de</strong>scansar un ralo y comer un bocado. Si<br />

<strong>de</strong>scansaré ( respondió el enfermo), porque llevo<br />

necesidad: pero tratar <strong>de</strong> comer es excusado, porque<br />

tengo tolal inapetencia. Replicó el hermano:<br />

¿Es posible que nada apetece vuestra reverencia?<br />

A que respondió : Sola una , que son unos espárragos;<br />

pero en este tiempo (ora á fin do setiembre)<br />

no es posible hallarlos. Estando el compañero<br />

en esta aflicción, y mirando al rio , vieron los dos<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> él una peñuela , y encima <strong>de</strong> ella un<br />

manojo <strong>de</strong> espárragos muy frescos, atados con un<br />

mimbre. Sacólos el hermano : admirólos el santo ,<br />

y por mucho que procuró disimular la maravilla ,<br />

no pudo negar habia sido milagrosa.<br />

34 Llegado á Ubeda : fué recibido <strong>de</strong>l prior<br />

con poco agrado, y con mucho <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Pero<br />

el camino <strong>de</strong> suerte agravó la enfermedad , que el<br />

humor, bajando á la pierna , al otro día reventó<br />

por cinco bocas en forma <strong>de</strong> cruz , <strong>de</strong>jando la mayor<br />

sobre el empeine <strong>de</strong>l pié. Do todas salia tanta<br />

materia, que llenaba las escudillas, y cundiendo<br />

por todo el cuerpo, hizo en él balsas <strong>de</strong> humor corrompido,<br />

particularmente en ambas ¡aniónillas.<br />

Este acci<strong>de</strong>nte y continua calentura le cansaron<br />

tal flaqueza, que no se podia ro<strong>de</strong>ar en la cama,<br />

sino es asiéndose <strong>de</strong> una soga , v ayudado <strong>de</strong> los<br />

enfermeros. A su rigor excedía su paciencia , y á<br />

lodo la que mostró en lo recio <strong>de</strong> su cura. Abriéronle<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el empeine <strong>de</strong>l pié hacia arriba por la<br />

espinilla mas <strong>de</strong> una cuarta , <strong>de</strong> modo que se le<br />

<strong>de</strong>scubrió la canilla <strong>de</strong> la pierna, con tal tolerancia<br />

en el enfermo, que admiró al cirujano , á quien<br />

<strong>de</strong>spués dijo con alegre serenidad : Si es menester<br />

corlar mas, córtese muy enhorabuena, y hágase<br />

la voluntad <strong>de</strong> mi señor Jesucrislo; que yo<br />

estoy dispuesto para lo que su Majestad mandare<br />

y or<strong>de</strong>nare <strong>de</strong> mí. A este dolor <strong>de</strong>l cuerpo se recreció<br />

á este segundo Job el <strong>de</strong>sagrado <strong>de</strong>l prior.<br />

Sus visitas eran <strong>de</strong> juez , sus palabras <strong>de</strong> apasionado,<br />

y sus obras ian <strong>de</strong> miserable, que no solo<br />

no le daba mas que un poco <strong>de</strong> carnero , sino que<br />

prohibía que <strong>de</strong> fuera le regalasen , diciendo que<br />

bastaba el lomar carne para la enfermedad quo<br />

tema. Finalmente, por saber que esla sequedad la<br />

sentían y censuraban los religiosos, mandó quo<br />

ninguno entrase en su celda, echando la llave á<br />

su rigor y el santo á su sufrimiento. No pudo lan<br />

ejemplar paciencia y santidad conocida estar oculta<br />

mucho tiempo: publicáronla cirujanos y religiosos,<br />

con quo se movieron muchas personas <strong>de</strong>votas<br />

á acudir al enfermo. Unas le enviaban regalos,<br />

otras hilas y lienzos , y oirás se encargaron <strong>de</strong> lavar<br />

los paños y vendas. Ya los religiosos habian<br />

avisado al padre provincial, que vino á loda priesa,<br />

é informado <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> la enfermedad y sequedad<br />

<strong>de</strong>l prior, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberle reñido ásperamente<br />

, dijo: Abran, padres, esas puertas, para<br />

que no solo los religioso» , sino los seglares entren<br />

á ver este espectáculo <strong>de</strong> santidad , y que<strong>de</strong>n

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