La leyenda de oro 4.pdf

Din mi;HE 3 LA LEYENDA DE ORO. 3:)-
liaza do la cu.l ajada que habían de hacer en la
China. Mas san Fiancisco . aunque sintió mucho
( como era razón) aquel impedimento de !a prodición
evangélica; y de la facilidad con que pensaba
entrar en la Clima, no desmayó; antes consolando
á Diego Pereyra. y asegurándole que todo aquel
daño que padecía, resultaría en mayor acrecentamiento
de su honra y hacienda, y amenazando al
gobernador con la ira de Dios y con el castigo que
presto vendría sobre él, salió de Malaca y en saliendo,
sacudió el polvo de los zapatos,como Cristo
nuestro Señor mandó á los discípulos lo hiciesen,
cuando no fuesen bien recibidos en alguna ciudad.
Lo que el sanio anunció, se cumplió al pié de la
letra : porque Diego Perojra después fué muy honrado
y acrecentado del ley de Portugal; y el gobernador
de Malaca , por justo juicio del cielo,
dentro de pocos meses fué preso en Goa, y desde
allí llevado á Portugal y confiscados lodos sus
bienes , murió en una cárcel , pobre y miserablemente.
47 Llegó san Francisco á la isla de Sanchoan,
que está como treinta leguas de la China, con
gran deseo de hallar algún camino para entrar en
aquel reino , que tiene la puerta tan cerrada pata
todos los extranjeros , que hay pena de muerte á
cualquier extranjero que entrare en aquel reino sin
licencia , y á cualquiera chino que le metiere; y
guardan esta ley con gran rigor, y no faltaban
ejemplos frescos quese contaban. Después de haber
tentado \aiias rosas sin fiuto, finalmente se
concertó con un mercader chino , que secretamente
le lle\ ase al puerto de Catón , que es la primera
ciudad de la Clima , y que habiéndole tenido
escondido en su casa lies ó ruano dias , una
noche le pusiese a ¡as puertas ele la ciudad , y le
dejase allí á sus aventuras; y san Francisco le ofre-
•ció de darle como doscientos ducados de pimienta,
que para esle efecto le hablan dado los portugueses.
Todo esto tenia grandes dificultades y peligros;
mas el ánimo de san Francisco cerno ardía en vivas
llamas de amor del Señor , en ninguna cosa
reparaba , ni hacia caso de tormentos y muerte:
porque ninguna cosa mas deseaba que dar la vida,
y mil vidas que tuviera , en lan gloriosa empresa
jior su amor. Quedó san Francisco muy alegre con
el concierto, viendoquese le descubría camino para
lo que lanío deseaba : y porque no le fuese impe—
diminuto para su entrada , tornó á enviar el hermano
que habia traído de la India (porque andaba
muy falto do salud) con los navios de los portugueses
que. habían ya negociado, y se volvían á
Malaca , y al mozo chino. Algunos creen que le
envió adelante para hallarse mas desembarazado
y solo , y poder onlrar en la China con mavor secreto
y seguridad del mercader. Pero el Señor se
contenió de este deseo y quiso mas remunerarle
los trabajos inmensos que hasta allí habia padecido
por su amor, (pie ponerle en ocasión de padecer
otros mayores. Aceptó por entonces su voluntad
y dejó de abrir puerla á la China , que estaba
tan cerrada para hacerlo despees de sus merecimientos
y oraciones; y el santo varón alcanzase
muerto loque no pudo siendo vivo : porque poco
después (pie murió, se facilitó á los portugueses
en Meaco y Catón el Iralo con los chinos; y algunos
padresde la Compañía, lujos de san Francisco,
han entrado en aquel reino y viven en él con
seguridad; y cada dia esperamos que crecerá mas
aquella cristiandad con lan buen intercesor como
san Francisco Javier.
48 El mercader chino no cumplió su palabra,
y Dios envió á su siervo una calentura: y aunque
mejoró , nunca pudo convalecer bien de ella ; untes
recayó y entendió que el Señor loquería llevar
para sí , y cumplirle oíros deseos mas encendidos
que poco antes le había dado , de dejar el cuerpo
mortal en la lierra é irse al cielo á gozar de su
bienaventurada vista , con los cuales los otros deseos
de trabajar y padecer se iban mitigando.
Tuvo revelación de su muerte y estando en aquella
isla en una choza ó enramada , que se había
armado en lo alio de un monte , desamparado do
los hombres, fallo de todas las cosas necesarias
para la salud , pero muy acompañado del Señor y
de los ángeles , y lleno de dulzuras y consolaciones
del cielo, por verse en lan extremada pobreza (cosa
que él tanto habia deseado) ; repitiendo muchas
veces el dulcísimo nombre de Jesús y de María, y
haciendo unos tiernos y amorosos coloquios con el
Señor , dio su bendita alma al que para tanta gloria
suya y bien del mundo la había criado.
49 Ésta es una breve suma de las peregrinaciones
de san Francisco: esta una lela sencilla,
tejida de sus trabajos , de su vida y muerte. Mas
¿quién podrá explicar las labores que el sumo ailííice
labró en esta lela ? ¿ Las gracias y dones que
pintó en esle lienzo? ¿Las heroicas y divinas virtudes
con que adornó y enriqueció el alma de eslo
gran siervo suyo , que son lautas v tan admirables,
que lengua de ángel seria menester para poderlas
referir? ¡ Qué humildad lan profunda ! \ Qué obediencia
lan perfecta ! ¡Qué menosprecio de todas
las cosas de la lierra , v qué aprecio de las del cielo
! ¡ Qué oración ! ¡ Qué mortificación ! ¡ Qué paciencia
y alegría en las persecuaiones! j Qué fortaleza,
confianza y seguridad en los peligros! ¡Qué
friego de amor divino , y qué sed de padecer y
morir por Cristo , y por la salud de sus hermanos,
sin versejamás liarlo de trabajosyanguslías ! ¡Qué
anchura y capacidad de corazón , á quien todo el
mundo era corto v angosto ! ¿Qué diré de los privilegios,
con que Dios le hizo mas que hombre y
superiorde los demonios y de las enfermedades,do
los mares, vientos y tempestades? ¿Qué de aquella
luz soberana y celestial con que alumbrada su alma
veia las cosas ausentes, como si estuvieran antesus
ojos y las que habían de venir , como las presentes,
y leía los corazones de los que trataban con
¿Qué de los muchos v grandes milagros con
que le glorificó Dios en el cielo y en la tierra? Desenvolvamos
este lienzo: despleguemos estas labores:
descubramos esta tabla , en que Dios sacó
una imagen acabada de su gracia, y un perfecto
relralo de todas las virtudes; y comencemos con
la humildad, que es el alma , madre y fundamento
de todas.
50 Era muy amigo (como habernos visto) do