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La leyenda de oro 4.pdf

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391 LA LEYEN1V<br />

luba el padre Antonio Criminal), dándoles la or<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> lo quo cada uno habia <strong>de</strong> hacer en su puesto<br />

, y encargándoles mucho el cuidado que habian<br />

<strong>de</strong> tener, primero <strong>de</strong> su salvación y perfección, y<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong> sus'prójimos , y el amor y blandura<br />

con que habian <strong>de</strong> ganar las volunta<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

los infieles para quo se convirtiesen , y alentar<br />

a los nuevamente convertidos.<br />

39 Dejó en Goa en su lugar y como vicario<br />

suyo al padre Pablo Camerato, instruyéndole <strong>de</strong><br />

todo lo que habia <strong>de</strong> hacer; y él con el japón Pablo<br />

<strong>de</strong> Santa Fé , nuevamente convertido , y con<br />

el padre Cosme <strong>de</strong> Torres , y el hermano Juan<br />

Fernan<strong>de</strong>z , y algunos otros pocos compañeros salió<br />

<strong>de</strong> Goa , y se hizo á la vela el mes <strong>de</strong> abril<br />

<strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1519 : y habiendo navegado prósperamente<br />

cuarenta dias, tomó puerto en Malaca el postrer<br />

dia <strong>de</strong> mayo. Allí, mientras aguardaba tiempo<br />

para navegar, no estuvo ocioso ( porque su espíritu<br />

no lo pocha estar); antes hizo cosas graneles, provechosas<br />

y milagrosas. Por no tener comodidad <strong>de</strong><br />

nave portuguesa en que pasar al Japón, se embarcó<br />

en un junco <strong>de</strong> un capitán <strong>de</strong> China , que le prometió<br />

<strong>de</strong> llevarle al Japón , para don<strong>de</strong> partió <strong>de</strong><br />

Malaca el día <strong>de</strong> san Juan Bautista <strong>de</strong> aquel año;<br />

y favorecido <strong>de</strong>l viento <strong>de</strong>l Espíritu santo, que le<br />

¡levaba, tomó puerto en Japón en la ciudad ele<br />

Cangoxima , que era patria <strong>de</strong> Pablo <strong>de</strong> Santa Fé,<br />

el dia <strong>de</strong> la gloriosa Asunción <strong>de</strong> nuestra Señora,<br />

bichóse bien <strong>de</strong> ver el favor <strong>de</strong>l Señor en aquella<br />

navegación, por los muchos, varios y graves impedimentos<br />

que el <strong>de</strong>monio puso para estorbarla<br />

: porque como el capitán <strong>de</strong>l junco era <strong>de</strong> la<br />

•China, pretendía ir masa su patria que al Japón,<br />

no haciendo caso <strong>de</strong> lo que habia prometido , y<br />

como era gentil, tenia un ídolo ó <strong>de</strong>monio en la<br />

popa, á quien siempre consultaba lo que había<br />

<strong>de</strong> hacer y el suceso que habia <strong>de</strong> tener aquella<br />

navegación ; y el <strong>de</strong>monio que le quería estorbar<br />

á san Francisco , le daba las respuestas conforme<br />

á su intento : y habiendo caido y ahogádose en el<br />

mar una hija <strong>de</strong>l capitán , preguntando al <strong>de</strong>monio<br />

la causa <strong>de</strong> aquella <strong>de</strong>sgracia , respondió quo no<br />

muriera la hija <strong>de</strong>l capitán , si hubiera muerto<br />

uno <strong>de</strong> los compañeros <strong>de</strong> san Francisco, <strong>de</strong> China,<br />

que se llamaba Manuel , y poco antes habia caido<br />

<strong>de</strong> lo alto <strong>de</strong> la nave en la bomba, y aunque<br />

se quebrantó , no muí ¡ó: y con esto el capitán,<br />

que sentia mucho la muerte <strong>de</strong> su hija, creyendo<br />

al <strong>de</strong>monio, tomó gran<strong>de</strong> ojeriza contra el santo,<br />

pareciéndole que por su causa lo había venido tan<br />

gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>sastre ; mas san Francisco con aquella<br />

gran<strong>de</strong> y segura confianza que tenia en Jesucristo,<br />

sabiendo que es Señor <strong>de</strong> los mares y <strong>de</strong> los<br />

vientos, y <strong>de</strong> los mismos <strong>de</strong>monios, nunca los temió<br />

, ni en tan graves y presentes peligros hizo<br />

caso <strong>de</strong> ellos; y así el Señor contra la voluntad<br />

<strong>de</strong>l capitán <strong>de</strong>l navio lo guió <strong>de</strong> manera, que llegó<br />

( como dijimos ) al Japón, y surgió en el puerto<br />

;¡e Cangoxima. Allí fué muy bien recibido <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>udos y amigos <strong>de</strong> Pablo , y <strong>de</strong>l mismo magistrado<br />

, maravillándose tocios <strong>de</strong> ver sacerdotes<br />

cristianos en su tierra , venidos <strong>de</strong> Europa, no<br />

por especiería , <strong>oro</strong> ó plata, piedras y perlas pre—<br />

\ DE ORO. DICIEMÜIÍE g<br />

ciosas, sino para traerles la luz <strong>de</strong>l cielo, y sacarles<br />

<strong>de</strong> las tinieblas <strong>de</strong> sus errores.<br />

10 Convirtiéronse á nuestra santa fé la mujer<br />

y una hija , y muchos <strong>de</strong>udos y amigos <strong>de</strong> Pablo:<br />

y habiendo alcanzado <strong>de</strong>l rev cleSaxumia licencia<br />

para que sus vasallos libremente se pudiesen hacer<br />

cristianos; muchos, y entro ellos dos bonzos (que<br />

son sus sacerdotes) , recibieron el agua <strong>de</strong>l santo<br />

bautismo, sin contradicción <strong>de</strong>l pueblo ni repugnancia<br />

<strong>de</strong> los suyos. Creció <strong>de</strong>spués nías el número<br />

<strong>de</strong> los que se convirtieron, por ios milagros<br />

que Dios obró en Cangoxima por san Francisco:<br />

porque allí resucitó una hija <strong>de</strong> un caballero ririco<br />

, gentil, y sanó á un leproso; y la gente , admirada<br />

<strong>de</strong> lan gran<strong>de</strong>s maravillas , comenzó á<br />

mirarle y reverenciarle como á hombre venido clel<br />

cielo. Pero los bonzos, temiendo que con la predicación<br />

<strong>de</strong>l Evangelio, su falsa religión caeria, y<br />

sus rentas v limosnas se menoscabarían , persuadieron<br />

al rey que mandase, so graves penas, que<br />

en su tierra lóelos guardasen su antigua religión , y<br />

no recibiesen la que san Francisco predicaba. El,<br />

habiendo gastado y esperado un año , pa<strong>de</strong>ciendo<br />

gravísimas injurias é incomodida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>jando allí<br />

á Pablo con ochocientos nuevos cristianos, muy<br />

afligidos porque los <strong>de</strong>jaba ; se partió con sus compañeros<br />

¡jara Firando , don<strong>de</strong> en pocos dias se<br />

lucieron cristianas cien personas , las cuales encomendó<br />

al P. Cosme <strong>de</strong> Torres, y él con Juan<br />

Fernan<strong>de</strong>z se fué á la ciudad <strong>de</strong> Anianguiche , que<br />

es gran<strong>de</strong>, rica y populosa. Aquí les predicaba<br />

cada día en las plazas : y aunque concurría mucha<br />

gente, y unos le oian con gusto y otros con disgusto,<br />

y muchos hacían burla <strong>de</strong> él teniéndole por<br />

insensato, y como á tal le trataban, y los muchachos<br />

y la gente clel pueblo le perseguían y mofaban<br />

<strong>de</strong> lo que había predicado; mas alguna gente<br />

cuerda y principal, admirada <strong>de</strong> la paciencia y<br />

mansedumbre <strong>de</strong>l santo padre, le oyó en sus casas,<br />

y el mismo rey <strong>de</strong> Amanguiche le llamó, y<br />

quiso oír su doctrina , pero no la recibió. Mas habiendo<br />

entendido que la cabeza <strong>de</strong> lodo el Japón<br />

era la ciudad do Meaco , á cuyo rey respetaban y<br />

obe<strong>de</strong>cían los oíros reyes y señores, se resolvió<br />

<strong>de</strong> ir á Meaco , para alcanzar <strong>de</strong>l rey una provisión<br />

, para predicar por todo el Japón la ley evangélica.<br />

Está distante Meaco <strong>de</strong> Amanguiche, por<br />

camino <strong>de</strong>recho , como cincuenta leguas, pero hay<br />

tantos pantanos y montes , y malos pasos en el<br />

camino, que es menester ro<strong>de</strong>ar y alargarse mas;<br />

y por ser el corazón <strong>de</strong>l invierno y los fríos muy<br />

recios, estaba lleno <strong>de</strong> nieve y <strong>de</strong> hielo, é inquieto<br />

con las guerras y mal seguro <strong>de</strong> ladrones. El santo<br />

varón no sabia el camino, y su mismo traje y vestido<br />

<strong>de</strong> pobre le hacia <strong>de</strong>spreciable en los ojos <strong>de</strong><br />

aquella gente , que se precia mucho y pone su<br />

honra en vestirse bien. Todas eslas dificulta<strong>de</strong>s<br />

venció el ferv<strong>oro</strong>so ánimo y la caridad encendida<br />

<strong>de</strong> este santo varón. Concertóse con un japón que<br />

iba á caballo para Meaco, que le acompañaría y<br />

servirla como lacayo por,todo el camino , con que<br />

le llevase consigo basta ponerle en aquella ciudad.<br />

El japón iba en su caballo , y muchas veces corriendo<br />

por ol peligro <strong>de</strong> los ludioues, y san Eran-

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