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NOVIEMBRE , 10 LA LEYENDA DE ORO. 372<br />
riamente remediarse los <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes, ó impedirse<br />
los escándalos , sin pa<strong>de</strong>cerse muchos disgustos,<br />
y sin exponerse á los malos tratamientos <strong>de</strong> las<br />
personas escandalosas y libertinas. Así sucedió á<br />
nuestro santo, el cual en recompensa <strong>de</strong> su zelo<br />
pa<strong>de</strong>ció afrentase injurias , singularmente <strong>de</strong> un<br />
joven que vivía mal con una monja; el cual<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberle inútilmente amenazado, para<br />
hacerle <strong>de</strong>sistir <strong>de</strong> sus santos intentos, se enfureció<br />
do tal modo contra Andrés, que le hizo<br />
acometer por dos asesinos , los cuales le hicieron<br />
dos gran<strong>de</strong>s heridas en la cara, que le pusieron en<br />
grave peligro <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r su vida. Sufrió el santo<br />
esta atrocísima injuria , no solo con paciencia sino<br />
también con alegría y júbilo <strong>de</strong> su alma ; y mientras<br />
los <strong>de</strong>más se compa<strong>de</strong>cían <strong>de</strong> la <strong>de</strong>formidad,<br />
que las heridas <strong>de</strong>jarían en su rostro, san Andrés<br />
se alegraba [>orque podía <strong>de</strong>cir con el Apóstol, que<br />
llevaba en su cuerpo las llagas <strong>de</strong> Jesucristo, y las<br />
señales <strong>de</strong> su ministerio apostólico. De esta su interior<br />
alegría nos ha <strong>de</strong>jado el santo un auténtico<br />
testimonio en la exposición <strong>de</strong>l salmo 45, don<strong>de</strong><br />
explicando la po<strong>de</strong>rosísima asistencia con que Dios<br />
ayuda á los que en sus trabajos esperan en él, dice<br />
las siguientes palabras : « Yo lo he experimentado<br />
en mí mismo en mi tribulación, cuando fui gravemente<br />
herido <strong>de</strong> un asesino, pues no solo no sentí<br />
la menor tristeza, sino que al contrario fui lleno <strong>de</strong><br />
una alegría sobre abundante , porque el Señor fué<br />
mi ayudador y mi consolador. »<br />
8 Perdonó Andrés á sus enemigos , como habia<br />
perdonado antes á un homicida que ó traición<br />
habia muerto á un sobrino suyo : y á fin <strong>de</strong> que<br />
pudiesen librarse <strong>de</strong>l castigo, que por su enorme<br />
<strong>de</strong>lito merecían ; no quiso jamás <strong>de</strong>scubrirlos á los<br />
ministros , que <strong>de</strong> parle <strong>de</strong>l vírey le preguntaron<br />
quiénes habia sido los autores <strong>de</strong> aquel atentado.<br />
Mas aunque se libraron <strong>de</strong> la justicia humana, no<br />
escaparon <strong>de</strong> la justicia divina , que no suele <strong>de</strong>jar<br />
sin castigo las injurias que se hacen á sus siervos;<br />
porque al joven escandaloso , que habia alquilado<br />
el asesino , lo mataron poco <strong>de</strong>spués sus enemigos<br />
al pié <strong>de</strong> las gradas ó escalera <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> San<br />
Pablo , sin pedir confesión : el asesino, que hirió al<br />
santo, murió infelizmente en las galeras á que había<br />
sido <strong>de</strong>sterrado por otros <strong>de</strong>litos: la monja,<br />
que habia sido causa <strong>de</strong> tanto mal , murió repentinamente<br />
sin confesión , lomando una medicina :<br />
y finalmente, el mismo monasterio fué extinguido<br />
por el beato car<strong>de</strong>nal Arecio , arzobispo <strong>de</strong> Ñapóles<br />
, que repartió en otros monasterios <strong>de</strong> la misma<br />
or<strong>de</strong>n las monjas que habian quedado. Disgustándose<br />
Andrés cada dia mas<strong>de</strong>l mundo, y <strong>de</strong>seando<br />
unirse mas estrechamente con Dios nuestro Señor,<br />
resolvió abrazar el estado religioso en la sagrada<br />
or<strong>de</strong>n do Clérigos regulares, llamados tealmos;<br />
cuyas excelentes virtu<strong>de</strong>s tenia bien conocidas,<br />
no solo por haber frecuentado mucho la casa <strong>de</strong><br />
San Pablo, con motivo <strong>de</strong> haber tenido allí siempre<br />
sus directores, sino también por haberse retirado<br />
á la misma casa para hacerse curar <strong>de</strong> la<br />
herida recibida <strong>de</strong>l asesino , y haber experimentado<br />
entonces la mucha caridad <strong>de</strong> aquellos religiosos.<br />
Fué recibido, pues, en esta sagrada or<strong>de</strong>n<br />
con inexplicable contento <strong>de</strong> sus religiosos en la<br />
vigilia <strong>de</strong> la Asunción <strong>de</strong> la Virgen santísima <strong>de</strong>l<br />
año 1530, hallándose en la edad <strong>de</strong> treinta v<br />
cinco años. Luego que hubo vestido el hábito religioso,<br />
compareció un perfecto ejemplar <strong>de</strong> todas<br />
las virtu<strong>de</strong>s, singularmente <strong>de</strong> mortificación , do<br />
obediencia y <strong>de</strong> exacta observancia <strong>de</strong> todas las<br />
reglas <strong>de</strong> su or<strong>de</strong>n , por mínimas que fuesen. De<br />
suerte que, pasados solos cuatro años , los superiores<br />
le hicieron maestro <strong>de</strong> novicios, para que<br />
criase estas nuevas plantas en la observancia <strong>de</strong>l<br />
instituto, y en el espíritu <strong>de</strong> <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> que él estaba<br />
lan dichosamente poseído. Ejerció Andrés<br />
este importante oficio por el espacio <strong>de</strong> diez años<br />
con mucha pru<strong>de</strong>ncia y provecho <strong>de</strong> la reunión;<br />
porque con sus sabias instrucciones, y mucho mas<br />
con sus santos ejemplos, formó muchos religiosos<br />
eminentes en virtud y piedad. Concluido el <strong>de</strong>cenio<br />
, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que continuó aun este oficio<br />
por medio <strong>de</strong> dos tratados que escribió , intitulados,<br />
el uno : El Director <strong>de</strong>l maestro <strong>de</strong> novicios;<br />
y el otro: Instrucción para la vida espiritual ó los<br />
mismos novicios. Obtuvo <strong>de</strong>spués varios oficios<br />
honoríficos <strong>de</strong> la religión , fué prepósito <strong>de</strong> diferentes<br />
casas , y dos veces <strong>de</strong> la <strong>de</strong> San Pablo <strong>de</strong><br />
Ñapóles , y fué visitador <strong>de</strong> las casas <strong>de</strong> Lombardia<br />
; y ardiendo en ferv<strong>oro</strong>sos <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> hacer<br />
nuevos progresos en la perfección cristiana , á los<br />
tres votos <strong>de</strong> castidad , pobreza y obediencia , que<br />
observó con mucha exactitud , añadió otros dos<br />
votos particulares; el primero, <strong>de</strong> contra<strong>de</strong>cir<br />
siempre á su propia voluntad, y obrar contra su<br />
propio genio; y el segundo <strong>de</strong> crecer cada día mas<br />
en la perfección , y <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lantarse en el camino <strong>de</strong><br />
la santidad; en el cual en efecto hacia cada dia<br />
estupendos progresos.<br />
9 Este era su tenor <strong>de</strong> vida: levantábase <strong>de</strong><br />
la cama dos ó tres horas antes <strong>de</strong> los maitines ; las<br />
cuales empleaba en la oración , y en escribir cartas<br />
y tratados <strong>de</strong> materias espirituales ; asistía <strong>de</strong>spués<br />
al c<strong>oro</strong> á los maitines , y concluidos permanecia<br />
allí con la comunidad á tener media hora <strong>de</strong> oración<br />
que or<strong>de</strong>na la regla. Después se preparaba<br />
con otra hora <strong>de</strong> oración para celebrar la santa<br />
misa, y acabada gastaba otra hora en dar gracias.<br />
Visitaba inmediatamente los enfermos mas<br />
cercanos , para ver si habia alguno que necesitase<br />
<strong>de</strong> su asistencia: <strong>de</strong>spués so ponia en el<br />
confesonario para oir las confesiones <strong>de</strong> los fieles,<br />
y permanecia allí inmoble hasta la hora<strong>de</strong><br />
comer: por la tar<strong>de</strong> iba á visitar los enfermos y<br />
afligidos , para consolarlos; y como le llamaban<br />
en tantas parles, á fin <strong>de</strong> que por <strong>de</strong>tenerse<br />
<strong>de</strong>masiadamente con uno, no le faltase el tiempo<br />
para consolar á los otros , llevaba pendiente <strong>de</strong>l<br />
ceñidor un relojito <strong>de</strong> arena, con el cual media<br />
el tiempo que <strong>de</strong>bia permanecer en cada casa.<br />
10 En esto tenor <strong>de</strong> vida perseveró el santo<br />
por el largo espacio <strong>de</strong> mas <strong>de</strong> cincuenta años, no<br />
solo en la ciudad <strong>de</strong> Ñapóles , sino en otras ciuda<strong>de</strong>s<br />
, singularmente en Milán y en Plasencia , don<strong>de</strong><br />
fundó casas <strong>de</strong> su or<strong>de</strong>n , favorecido <strong>de</strong> san Carlos<br />
Borromeo , que lo amaba muchísimo. Nada pudo<br />
<strong>de</strong>tener el ferv<strong>oro</strong>so zelo con que Andrés procu-