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181 LA LEYENDA DE ORO.
NOVIE.lIHItE , 1
como unas voces del cielo que nos avisan que no que hay dos maneras para conocer a á uios, Dios, una
es esla nuestra patria.sino lugar de destierro, valle Afirmativa , que afirma y condesa , que todas las
delágrimas, y cárcel oscura y penosa, en que vivi­ perfecciones do todas las criaturas están jimias con
mos; ó por mejor decir, cada cha morimos hasta infinita eminencia y ventaja en el Criador; y otra
que lleguemos á aquella verdadera vida que es vida negativa , (pie niega todas las perfecciones de Dios,
vital: porque de esta vida presente dice el glorioso y nodo la manera que nosotros las concebimos v
padre san Agustín estas palabras: «Mucho me se las atribuimos , sino por otra manera mas alta",
cansa , Señor, esta vida , y me angustia esta pro- y muy diferente de lo que lodos los entendimien­
lija y triste peregrinación. Mas ¿por qué la llamo tos pueden alcanzar; así de la gloria de los bien­
yo vida y no muerte; pues es vida falsa y muerte aventurados,«por una parle habernos de apartar
verdadera? Esla vida es vida miserable, vida frá­ y negar todo mal, y confesar que no le hay ni lo
gil , vida incierta , trabajosa , inmunda , señora do puede haber en ella; y por otra atribuirla todo el
los pecadores y reina de los soberbios, liona de bien que se puede imaginar ó desear: y así cuando
afanes y de engaños, y que mas se puede llamar el hombre está contento y se goza de tener vida,
mucrle que vida ; pues cada momento morimos, y sahid , fuerzas, hermosura , nobleza , cargos , es­
con los acaecimientos varios de esla nuestra mutatados , dignidades : cuando se deleita en la vista de
bilidad cada hora nos acabamos con diversos li­ cosas amenas y lindas, en oir músicas concertadas
najes de muerie. ¿Cómo podemos llamar vida á y de excelentes voces, en oler cosas olorosas y
esla que vivimos; pues ¡os humores la alteran, los suaves, en gustar las dulces y sabrosas , en tocar
dolores la enflaquecen , los calores la secan, el aire las blandas y delicadas: y mucho mas cuando el
la inficiona , el manjar la corrompe, ol ayuno la entendimiento se alegra por la especulación y co­
fatiga, los placeres la trastornan, los pesares la nocimiento de aquella verdad, y la voluntad por
consumen , el cuidado la ahoga , la seguridad la el amor y cumplimiento de su deseo en alcanzar
destruye , las riquezas la levantan, la pobreza la algún gran bien; de su mismo contento puede sa­
derriba, la juventud la desvanece, la vejez la aflicar el contento que tendrá en el cielo , donde toge,
la enfermedad la quebranta , la tristeza la dos los contentos están juntos y amontonados en
acaba , y á todos estos males sucede la muerte fu­ uno. y lodas las cosas que acá nos lo dan, sin comriosa
por remate v íin de lodos los contentos de paración y con infinitas ventajas allá son mas per­
esla frágil y miserable vida; de manera, que cuanfectas y mas excelentes y divinas: porque aquella
do se acaba , parece quo no ha sido? Esta tal vida, vida os una vida sobre toda vida : una luz sobre
muerle viva se puedo llamar, ó vida mortal.» Y loda luz, que no ven nuestros ojos : una hermosura
contraponiendo á esla penosa vida la otra quo es­ sobre loda hermosura, quo no alcanzan nuestros
peramos , en otro lugar dice: « | O vida que el Se­ entendimientos; y una suavidad quo sobrepuja loñor
ha aparejado á los que le aman, vida vital, da suavidad , que no alcanzan nuestros sentidos : y
vida bienaventurada , vida segura , vida tranquila, por esto todas las cosas quo nosotros podemos en­
vida hermosa , vida limpia, vida casta, vida sania, tender, pensar ó imaginar de aquella incompara­
vida que no sabe que es muerto ni tristeza, vida ble gloria ó bienaventuranza de los santos, son
sin mancilla, sin dolor, sin congoja y corrupción, tan cortas y tan rateras, y semejantes á las de acá,
sin turbación, sin variedad y mudanzas, vida lle­ que con verdad mas se las debemos negar quo
na de lindeza y majestad : donde no hay enemigo atribuir: á la manera que san Dionisio, y aun el
que persiga, ni flaqueza de carne que ablande, filósofo Platón, hablando de las perfecciones di­
sin algún temor, y un dia eterno, y uno el espívinas , dicen que Dios no es bueno, sino sobre bueritu
de lodos: en donde Dios cara á cara se ve, y no, que no es poderoso , sino sobre poderoso, que
con este suavísimo manjar de vida el alma se harta no es sabio , sino sobre sabio; ó este modo nos­
sin hastío ! » Hasta aquí son palabras de san Agusotros, cuando por las cosas hermosas que vemos,
tín. De suerte , cpie todos los males y molestias de se levantare nuestro corazón á contemplar la her­
esta vida nos deben ser motivos y estímulos para mosura de la corte del cielo , entendamos que no
desear la otra , y anhelar á ella como á puerto es hermosa , sino sobre hermosa , que no os res­
seguro, adonde no llegan las alteraciones y torplandeciente , sino sobre resplandeciente; y lo
mentas de este mar tempestuoso , ni las miserias mismo debemos hacer en todas las cosas en que
que en él lanío nos fatigan: y así los mismos ma­ nos deleitamos, para hacer diferencia del gusto
les , cuando los padecemos, nos deben consolar con del cielo al de la tierra. Y para resumir en pocas
la esperanza que se acabarán presto , y que sufri­ palabras á nuestro modo de entender la gloria de
dos con paciencia nos llevarán al lugar de des­ los santos , hagamos cuenla que un hombro de muy
canso y alegría, donde no hay rastro ni memoria lindo entendimiento , y de alecto compuesto y mo­
de aquellos ni de otros algunos.
derado, so pusiese atentamente á trazar una vida
quieta, sosegada , apacible, deleitable y llena de
lo Y no solamente los males que sufrimos, todos los bienes ¡pie se pueden desear, y exenta
sino también los bienes de que gozamos en esta vi­ de todos los males que la pueden inquietar y turda,
nos pueden ser incentivo para levantar el cobar : si al paso que esto hombre va trazando esla
razón á nuestra patria , y para conjeturar algo de vida bienaventurada, ella se fuese haciendo, y
la gloria y felicidad de ios sanios : y este es el ter­ Dios se la fuese dando, sin fallar punto de lo que
cer modo" de que podemos usar, para considerarla él va imaginando y desea , especialmente si supie­
y entender algo do ella : porque así como san Dionisio
Areopagita y los sagrados teólogos enseñan
se que aquella vida para siempre le ha de durar