La leyenda de oro 4.pdf

NOVIEMBRE, 1
piado con alcalá v continua meditación, quo no
escrito : porque á las almas nobles y generosas,
ninguna cosa las enciende mas al menosprecio do
la tierra y al aprecio y deseo del cielo, que la consideración
de lo quo hay en él, y Dios ha aparejado
para los que de veras le aman.
y Pura rastrear algo de esto , se puede tomar
uno de tres caminos. El primero, considerando la
grandeza . el poder, excelencia y riquezas infinitas
de este Rey soberano, y que aquella es su corto
y palacio real, fabricado para manifestar su gloria
en él , y honrar á lodos sus escogidos , y galardonar
los servicios quo de ellos ha recibido: porque
si la medida de la grandeza y majestad de los reyes
debe ser el resplandor de su gloria y de su
corle; siendo Dios todopoderoso, y el que con sola
una palabra crió esta máquina tan admirable del
mundo, y con otra sola la puede destruir; ¿qué
tan grande pensamos que sera la flota y el convite
que tiene aparejado para manifestar su grandeza?
¿Qué tal será la obra en que concurren la omnipotencia
del Padre, la sabiduría del Hijo, y la
bondad del Espíritu sanio? ¿Donde la bondad
quiero , la sabiduría ordena y la omnipotencia puede
lodo aquello que quiere la infinita bondad, y
ordena el infinito saber, aunque todo eslo sea uno
en lodas las divinas personas? Si la casa y la corte
del rey Salomón de tal manera admiró y robó el
corazón de la reina Sabá , que casi la sacó de sí,
y la hizo perder los pulsos; ¿qué será el palacio
y corto del verdadero y pacífico Salomón , en cuyo
muslo está escrito: « Rey de los rovos y Señor de
los señores? » Y si el rey Asuero celebró aquel solemnísimo
convite en la ciudad de Susa con lauta
opulencia y grandeza para descubrir por este medio
á todos sus reinos sus riquezas, tesoros y poder;
¿cuánto mas aventajado será aquel banquete real
y divino que nuestro Dios, no por espacio de
ciento y ochenta días , como Asuero , sino do loda
la eternidad, hace, para manifestar en él la inmensidad
de sus riquezas , de su largueza , de su
sabiduría, de su bondad, v juntamente para glorificar
en el cielo á los cpie le honraron en la lierra?
Porque si aun acá en esla vida , que no es propia
de galardón sino de trabajo, honra Dios tanto á
sus sanios; ¿qué tal será la gloria quo él tiene depulada
pura honrarlos y para ser honrado en ellos,
y paia pagar los servicios que le hicieron? Porque
Dios en todas las cosas ha de ser Dios: Dios en
honrar á los sanios: Dios en pagar; y Dios en lodo
lo demás ; y así la paga que da , es el mismo Dio.-;
porque no hay otra que sea digna do los trabajos
que con su gracia lomaron los sanios por su
servicio.
10 Y si la magnificencia de esto Señor es tan
copiosa, que hadado tantas diferencias de cosas
ii.diferenlemenle á los justos é injustos; ¿qué bienes
tendrá guardados para solos los justos? Quien
tan graciosamente dio á torios la común posesión
de este mundo sin deberlo; ¿qué tesoros dará á
quien los tuviere debidos? Quien tan liberal es
en hacer mei cedes; ¿cuánto mas lo será en pagar
servicios? Y si en esla cárcel provee á lodos con
lanía abundancia; ¿qué hará con su? escogidos en
I j
A LEYkXD A DE ORO. 1S3
su palacio real? Y si en este dia de lágrimas tanto
nos consuela; ¿qué hará en el dia regocijado de
las bodas?- cspiritualmenle considerado lo (pie esta
gloria cuesta al hombre, y mucho mas lo que cosió
á Dios; porque al hombre le cuesta lodo cuanto
tiene : cuéslalo llevar perpetuamente su cruz , abnegar
su voluntad , y mortificar los apetitos de su
carne, hacer divorcio con lodos los gustos y deleites
contrarios á la ley de Dios, y ofrecérsele en
sacrificio y holocausto.
11 Y con hacer el hombre de su parte lodo
cuanto puede, dice Dios, quo le da la gloria do
balde; y así dice por san .luán : « Yo sov principio
y fin de todas las cosas: yo daré al que tuviere
sed á beber agua de vida de baldo.» Pues
¿qué bien será aquel, por el cual tanto nos pide
Dios , y después de lodo eslo dado , dice , que nos
lo da de balde? ¿Qué bien será el que compró san
Juan Bautista con lan larga y áspera penitencia de
loda la vida, y con su muerte, dando su cabeza
por predicar la verdad? ¿El bien que compró san
Pedro con su cruz , san Pablo con su sangre, é innumerables
mártires (de los cuales unos fueron
apedreados, oíros aserrados, oíros asados, oíros
desollados , y todos cruelísimamente consumidos y
acabados) con exquisitos y atrocísimos géneros de
tormentos y muertes; si después de haber padecido
lo que padecieron se les dio este bien de balde?
Porque, mirando lo que nuestras obras por sí valen
, y no por el valor que tienen por parle de la
gracia , no pueden llegar á merecerlo : y porque es
tan grande y tan inmenso, que por mucho que se
dé por él do nuestra parle, parece que el que lo
compra lo lleva de balde. Pero aun mucho mas se,
echa de ver la grandeza de la gloria de los santos
por el precio que, para dársela , quiso Dios, que es
la sangre y muerte de su bendito Hijo : de manera
que por la muerte de Dios se da al hombro \ ¡da do
Dios : por las tristezas de Dios, alegría de Dios : y
por haber estado Dios desnudo entre dos ladrones
en una cruz , se da al hombre que oslé ves!ido de.
gloria entre los coros de los ángeles. ¿Pues qué
bien será el que se compró con un ¡¡recio tan precioso
ó inestimable? ¿Y qué gloria la que se compró
con la ignominia do la cruz del unigénito Hijo
de Dios? NO hay cosa que asi nos declaro la grandeza
de aquel sumo é infinito bien , como el precio
infinito que por él se dio: por el cual nuestras
obras (que de su cosecha no tienen valor) le cobran
y merecen la vida eterna. Y esta es la primera
manera do eslimar su grandeza é inmensidad.
12 Otra manera es por los males que en esla
vida padecemos: los cuales y lodos los oíros que
se pueden imaginar, están desterrados de aquella
bienaventurada y gloriosa eternidad. Las miserias
y calamidades de esta vida frágil y mortal, son
tan grandes y tan sin cuento, que ellas mismas nos
predican la felicidad y la gloria de la otra que esperamos.
La pobreza, la enfermedad, la tristeza,
la infamia , la muerte, el dolor, los agravios, m-
¡usticias, peligros, desastres, y finalmente el diluvio
de desventuras y miserias que por lodas parles
nos cercan . no son sino uno? despertadores . v