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NOVIEMBRE , 23 LA LEYENDA DE ORO. 33?<br />
cárcel, y no quiso que muriese luego, para que<br />
< viviendo, sinliese mas cada dia las muertes <strong>de</strong><br />
sus hijos; porque dado que por verlos ya ciudadanos<br />
<strong>de</strong>l cielo estaba alegre y contenta , no podia<br />
como madre <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> sentir el haberlos perdido<br />
para sí, aunque los habia ganado para Dios. Dejóla<br />
estar cuatro meses en la cárcel para afligirla<br />
v angustiarla mas; y al cabo, viendo que perseveraba<br />
en la constancia <strong>de</strong> la fé <strong>de</strong> Cristo, la<br />
mandó <strong>de</strong>gollar. De esta bienaventurada madre y<br />
<strong>de</strong>chado <strong>de</strong> madres cristianas, y, como dice san<br />
Gregorio, masque mártir, porque lo fué ocho veces,<br />
siete en sus hijos y una en sí; dice el mismo<br />
san Gregorio estas palabras: «Consi<strong>de</strong>remos,<br />
hermanos, esta mujer, y avergonzémonos que,<br />
siendo hombres, nos haga tanta ventaja : porque<br />
muchas veces una sola palabra dicha contra nosotros<br />
nos turba y nos hace <strong>de</strong>jar nuestros buenos<br />
propósitos ; mas á santa Felicitas los tormentos ni<br />
la misma muerte no fueron parte para vencerla y<br />
hacerla volver atrás. Nosotros con un soplo <strong>de</strong><br />
contradicción <strong>de</strong>smayamos y caemos; y ella rompió<br />
por el hierro y por las peñas para alcanzar la<br />
c<strong>oro</strong>na. Nosotros no damos á los pobres la hacienda<br />
que nos sobra por amor <strong>de</strong> Cristo; y ella le<br />
ofreció su carne en sacrificio. Nosotros, cuando<br />
Dios nos pi<strong>de</strong> los hijos que nos ha prestado, lloramos<br />
continuamente sin consuelo; y ella lloraba<br />
sus hijos porque no morían por Cristo ; y cuando<br />
los vio muertos se gozó. » Esto es <strong>de</strong> san Gregorio.<br />
Y' san Pedro , arzobispo <strong>de</strong> Ravena, dice: « Veis<br />
aquí una mujer, á quien la vida <strong>de</strong> sus hijos puso<br />
en cuidado; y la muerte hizo segura. Dichosa ella<br />
que tiene en el cielo tantas luces, cuantos hijos<br />
tuvo en la tierra : dichosa fué en parirlos ; y dichosísima<br />
en enviarlos al cielo. Andaba mas diligente<br />
entre los cuerpos muertos , cuando el tirano<br />
se los mandaba matar , que cuando los tenia en<br />
las cunas y les daba el pecho; porque con los ojos<br />
<strong>de</strong>l alma consi<strong>de</strong>raba, que cuántas eran las Iieri—<br />
ridas , tantas habian <strong>de</strong> ser las joyas <strong>de</strong> la victoria<br />
: cuántos los tormentos , tantos los premios;<br />
y cuánto mas duras las batallas, masgloriosas<br />
las c<strong>oro</strong>nas. ¿Qué diré <strong>de</strong> esta valerosa mujer?<br />
Sino que no es verda<strong>de</strong>ra madre . la que no sabe<br />
amar á sus hijos, como esta amó á los suyos.»<br />
Hasta aquí son palabras <strong>de</strong> san Pedro <strong>de</strong> Ravena.<br />
Fué el martirio <strong>de</strong> santa Felicitas á los 23 <strong>de</strong> noviembre,<br />
<strong>de</strong>l año <strong>de</strong>l Señor<strong>de</strong> 175. Hacen mención<br />
<strong>de</strong> ella el Martirologio romano y los <strong>de</strong>más.<br />
* SANTA LUCRECIA , VIRGEN Y MÁRTIR.—Según<br />
el P. M. Florez, en el siglo VI habia ya en<br />
Mérida un templo consagrado á Dios , bajo la invocación<br />
<strong>de</strong> esta esclarecida virgen española , <strong>de</strong><br />
la cual hay también memoria en algunos Martirologios.<br />
Lo que se dice <strong>de</strong> ella , continúa el mismo<br />
autor, si pa<strong>de</strong>ció en tiempo <strong>de</strong> Decio ó <strong>de</strong>spués ,<br />
todo es adivinar , pues nada hay <strong>de</strong> cierto , á lo<br />
menos que conste por documentos fi<strong>de</strong>dignos. El<br />
car<strong>de</strong>nal Baronio dice que murió el año 303 , y<br />
Gelesinio afirma que fué <strong>de</strong>gollada por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
Deciano, en tiempo <strong>de</strong>l emperador Diocleciano.<br />
SAN SISINIO , MÁRTIR.— Era un cristiano <strong>de</strong><br />
Mármora, en el Holesponto, que por los últimos<br />
TOMO IV.<br />
dias <strong>de</strong> la persecución contra la Iglesia dio ilustre<br />
testimonio <strong>de</strong> su fé. Sufrió horribles tormentos, en<br />
medio <strong>de</strong> los cuales no cesó <strong>de</strong> glorificar al Dios<br />
por quien pa<strong>de</strong>cia , y por fin fué <strong>de</strong>gollado , el<br />
año 311.<br />
SAN ANFII.OQUIO , OBISPO Y CONFESOR.—<br />
Nació en Capadocia , y se <strong>de</strong>dicó al estudio <strong>de</strong> la<br />
retórica y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho. Fué magistrado <strong>de</strong> su patria<br />
; mereció ser eslimado do lodos por su probidad<br />
y sus costumbres, y estuvo unido en estrecha<br />
amistad con san Basilio y san Gregorio Nacianceno<br />
, que eran <strong>de</strong> mucha mas edad que él. Por consejo<br />
do este último <strong>de</strong>jó Anfiloquio el mundo, y se<br />
retiró á servir á Dios en el <strong>de</strong>sierto , don<strong>de</strong> vivió<br />
solo con su padre anciano y enfermo, <strong>de</strong>dicándose<br />
todo entero á la meditación y al estudio <strong>de</strong><br />
las sagradas Letras. Hallándose en Iconia <strong>de</strong> Pisi—<br />
dia , el año 37'i-, fué elegido obispo <strong>de</strong> la misma<br />
ciudad, y á pesar <strong>de</strong> su humildad, fué <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego<br />
or<strong>de</strong>nado sacerdote y consagrado obispo por san<br />
Basilio, que miró su elección como una provi<strong>de</strong>ncia<br />
particular <strong>de</strong>l cielo en favor <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong><br />
Oriente. El nuevo pastor justificó esta opinión,<br />
trabajando <strong>de</strong> continuo para oponerse ó los vicios<br />
y á las herejías, corregir los abusos , tronar con<br />
santa libertad contra el mal , y gobernar en paz y<br />
justicia su rebaño. Obtuvo <strong>de</strong>l emperador Teodosio<br />
algunas leyes muy severas contra los herejes . haciéndole<br />
conocer los traslornos que excita siempre<br />
el espíritu <strong>de</strong> seda en el estado, lo mismo que en<br />
la religión. Cuéntase, que incomodado un día Anfiloquio<br />
porque aquel principe oía favorablemente<br />
á los arrianos , fué al palacio imperial, y afectó<br />
hacer poco caso <strong>de</strong> Arcadio , hijo <strong>de</strong>l emperador.<br />
Ofendido éste <strong>de</strong> semejante conduela , mandó que<br />
el venerable obispo fuese echado á la calle ; mas<br />
el santo le dijo entonces con entereza : «Señor,<br />
vos no queréis que se falte al respeto á vuestro hijo<br />
, y os indignáis contra los que no le veneran :<br />
¿cómo creéis que tratará el Dios <strong>de</strong>l universo á los<br />
que blasfeman contra su Hijo único?» Semejante<br />
indicación, cuya fuerza y sabiduría conoció Teodosio,<br />
<strong>de</strong>cidió al emperadora reprimir los excesos<br />
<strong>de</strong> los arrianos. San Anfiloquio asistió al primer<br />
concilio general <strong>de</strong> Constantinopla en 381,<br />
presidió el concilio <strong>de</strong> Sida, y en uno y otro hízose<br />
admirar por sus luces y su zelo. Parece que murió<br />
el año <strong>de</strong> 39i ; <strong>de</strong>jando á la posteridad la reputación<br />
<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los padres mas ilustres <strong>de</strong> la Iglesia<br />
griega. San Gregorio Nacianceno le llama<br />
« pontífice irreprensible, ángel <strong>de</strong>l Señor, y héroe<br />
<strong>de</strong> la verdad,» y el mismo nos dice que el<br />
sanio obispo <strong>de</strong> Iconia curó á muchos enfermos<br />
por medio <strong>de</strong> sus oraciones, por la invocación <strong>de</strong><br />
la santísima Trinidad , y por la oblación <strong>de</strong>l incruento<br />
sacrificio.<br />
SAN GREGORIO, OBISPO Y CONFESOS. —Floreció<br />
en siglo. VI, siendo obispo <strong>de</strong> Agrigento en<br />
Sicilia. Su zelo por la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la verdad católica<br />
le acarreó el odio <strong>de</strong> los herejes , y sufrió con<br />
paciencia y alegría todas las persecuciones. Cna<br />
vez fué acusado al papa san Gregorio y tuvo que<br />
ir á Boma para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse; pero el pontífice, que<br />
conoció su inocencia, le colmó <strong>de</strong> presentes y le<br />
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