Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
predominantemente la tendencia a convertir la novela en una disertación académica donde
el novelista ocupa el primer plano, negando a menudo al lector el derecho de seguir por su
cuenta la acción y de hacer en cada caso sus propias deducciones.
Pero con todos sus defectos, en ninguno de los tres casos suficientes para oscurecer el
mérito de esas narraciones por muchos aspectos ejemplares, las novelas de garcía godoy
representan el esfuerzo más valioso que se ha hecho hasta ahora para vulgarizar la historia
patria y para ofrecer a la reverencia o al desprecio de las multitudes, bajo la forma siempre
atrayente del relato novelado, las figuras de los caudillos que intervinieron en las luchas de
la independencia y contribuyeron con su heroísmo o con su ruindad a hacer más grandes o
más pequeñas las glorias nacionales.
El crítico
Federico garcía godoy realizó una labor crítica de proporciones gigantescas. Los grandes
periódicos y revistas del país, así como las mejores publicaciones del exterior, recogieron
durante más de cuarenta años, desde 1882, fecha de sus primeros artículos en El Porvenir1 hasta 1924, año de su muerte, los frutos de su dedicación ejemplar al estudio de la literatura
hispano-americana. No le faltó tiempo para seguir la evolución literaria de todo el
continente y para comentar, en páginas generalmente breves, pero no siempre desprovistas
de agudeza, los libros más diversos editados en la república o en centros extranjeros. gran
parte de esa labor extraordinaria, demasiado vasta para que todo sea en ella digno de vivir,
permanece olvidada en las publicaciones donde vio por primera vez la luz pública, y la
porción restante, recogida en doce volúmenes, 2 es lo único que con razón perdura de toda
aquella actividad asombrosa.
Lo que caracteriza la obra del crítico es su variedad y su falta de cohesión. Los autores
más desemejantes, tanto en razón del carácter de sus obras respectivas como en orden
a la importancia de su personalidad literaria, se hallan allí confundidos y generalmente
alabados con idéntica o casi idéntica largueza. La mayor parte de los comentarios de garcía
Godoy, por lo menos de los que figuran en sus obras capitales, versan sobre autores
extranjeros, a muchos de los cuales hizo, con su habitual benevolencia, objeto de elogios
extremados. ya por nuestra pobreza intelectual, hija en gran parte de nuestras vicisitudes
políticas, o ya por el tiempo excesivo que consagró al intercambio con escritores de otros
países, el eminente crítico descuidó, a partir sobre todo del día en que publica el libro
titulado Páginas efímeras, 3 la literatura nacional, sólo representada en sus mejores obras
1 Federico garcía godoy se inició como periodista durante su residencia en la ciudad de puerto plata. Allí fue
colaborador asiduo del decano de la prensa nacional El Porvenir, periódico que aún subsiste. La vocación del periodista
no desaparece del todo cuando ya el gran crítico comienza, en la ciudad de La Vega, donde se radicó hasta su
muerte acaecida en 1924, su verdadera labor literaria. En 1910 fundó el periódico Patria, el cual tuvo vida efímera
como la mayoría de las publicaciones de su género. En 1914, y con el propósito de intensificar su obra de propaganda
cívica, fundó en La Vega un nuevo periódico: El Día, del cual lo único que perduró fueron las huellas dejadas por sus
campañas patrióticas en la conciencia dominicana.
2 La labor realizada por garcía godoy en el campo de la crítica literaria se halla recogida en los siguientes volúmenes:
Recuerdos y opiniones, Santiago, 1888; Impresiones, Moca, 1889; Perfiles y relieves, Santo Domingo, 1907; La hora
que pasa, 1910; Páginas efímeras, 1912; De aquí y de allá, 1916; La literatura dominicana. parís, 1916; Americanismo Literario,
Madrid, 1918, y Literatura americana de nuestros días, libro que no es en realidad sino una segunda edición, bajo distinto
epígrafe, del volumen titulado Páginas efímeras.
3 Desde la publicación en 1912 de Páginas efímeras, garcía godoy llena de preferencia sus libros de nombres
extranjeros. Así, de los diecisiete comentarios que integran este volumen, sólo cuatro se refieren a libros nacionales.
El resto versa, en su mayor parte, sobre obras de escritores hispano-americanos.
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